El mismo hombre que se había dirigido a Niall se me quedó mirando de arriba a abajo sonriendo. Era joven. Rondaba los treinta y pocos, pelo castaño y ondulado -la oscuridad de la noche no me dejaba ver bien- y estatura alta.
-Así que tú preciosa, debes de ser Lauren Fletcher -dijo serio-
-Lauren a secas -contesté corrigiéndole-
-Vaya, no eres tímida. Solo Lauren, entonces.
¿Lauren Fletcher? ¿Fletcher? Ví cómo esbozaba una media sonrisa.Esto le divertía.
Odiaba al novio de mi madre, odiaba su apellido y también odiaba que me llamaran así cuando ni siquiera ellos dos están casados. Y ahora me entero que él está metido en problemas y la que carga con ellos soy yo mientras mi madre y él están vete tú a saber dónde.
Hizo un gesto con la cabeza antes de subirse al coche y los dos hombres que habían en él, bajaron y me llevaron, obligándome a meterme dentro.
Miré por la ventana nada más cerrarse la puerta y ví a Liam y Niall, que estaban de pie al lado de su coche sin decir nada, observándonos.
-Vamos a dar un paseo, ¿te parece? -oí decir a aquel hombre- Tú y yo tenemos que hablar de cosas.
**
Llegamos a una zona silenciosa, no se oía ni el mar ni ningún vehículo cerca. El trayecto duró poco.
-Ahora dime, qué necesidad tenía Flecher de robarme mi mercancía -sacó una pistola de la guantera y la dejó sobre su regazo- ¿dónde está, eh?
¿Qué? Yo no sabía nada de eso. Esto es demasiado. ¿Y esa pistola? Miré hacia ella. Me puse nerviosa, muy nerviosa. Nunca había visto un arma tan de cerca.
Miré a aquel hombre e hice intención de hablar, abrí la boca pero no me salieron las palabras. Fijé mi vista en la pistola de nuevo.
-¿Robo? -dije al fín-
El hombre asintió. Cogió el arma con la mano derecha y empezó a juguar con ella balanceándola entre sus dedos haciéndola dar vueltas.
-El mes pasado. ¿Qué tienes que decir tú al respecto?
¿Que yo tengo que decir qué?
-¿Por qué yo? Quiero decir, yo no sé nada de esto. ¿Por qué a mí?
-Oh vamos -rozó mi mejilla con su pulgar, acariciándome- Seguro que sabes algo preciosa -me aparté de él y le dí un manotazo-
-Y también es una fiera, me gusta.
Que asco. Puse los ojos en blanco.
-Habla -escupió las palabras-
-No sé nada.
Después de un largo silencio, aquel hombre resopló fuertemente, evidentemente cabreado por no haber conseguido lo que quería. Sin avisar, empezó a conducir deprisa, muy deprisa hacia donde estaban los demás. De vuelta al muelle.
Me agarré al asiento y recé en mi interior para que no pasara nada malo. No quería para nada morir en un accidente de coche por exceso de velocidad.
De repente el coche dió un frenazo. Habíamos llegado. El corazón me iba a mil. Estaba tan asustada que respiraba bajito por si pasaba algo más. No me atreví a moverme. El hombre se bajó del coche, caminó rápido hacia mi puerta y la abrió con brusquedad. Me agarró del brazo haciéndome daño y me arrastró hacia el coche de Niall y Liam. Abrió la puerta y me susurró al oido "Esto no va a quedar así" fríamente y me empujó contra el asiento. Cerró la puerta y me sobresalté.
Los dos jóvenes se subieron al coche y sin articular palabra ni intercambiar miradas, Liam -quién conducía esta vez- puso el coche en marcha en dirreción a la casa. Me giré mirando hacia atrás y el otro coche desaparecía en la oscuridad en dirección contraria a nosotros.