Capítulo 7.

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Le dí un manotazo en la mano para que dejara de tocarme, pegué un salto de la cama e hice ademán de escapar de aquel lugar. Me encontraba rozando el pomo de la puerta cuando el tal Horan me acorraló contra la pared. Él había sido más rápido.

Mierda.

-¿A dónde vas? No puedes irte, nos sirves de ayuda -susurró en mi oído, pude oler su aroma oh dios-

Un escalofrío recorrió toda mi espalda. Se hizo el silencio. Solo se escuchaban nuestras respiraciones en la habitación. Me asusté al notar mi teléfono móvil vibrar en al bolsillo de la sudadera. Ahora seguramente me lo quitaría.

-Dámelo -dijo serio- empecemos bien, no quiero hacerte nada malo sin necesidad.

No me moví, estaba paralizada. ¿Que no me quería hacer daño sin necesidad? ¿Pero qué? Ví como metía el brazo en mi bolsillo de la sudadera, lentamente. Lo hacía a posta. ¿Qué intentaba? Me miró a los ojos. Me sonrojé. Se dió cuenta, se le escapó una sonrisilla. Egocéntrico.

Debes de intentar dejar de hacer eso.

-Así mejor -se guardó el móvil en el bolsillo, no sin antes observarlo detenidamente-

Se fué de la habitación y al cerrar la puerta solté una gran bocanada de aire. Me vino a la cabeza lo sucedido en el Funky Buddha. ¿Qué será de esa chica? Después pensé en mi madre, ¿y si ha llamado a casa y no lo he cogido? ¿Se habrá preocupado? Sinceramente, creo que no. Supongo que piensa que ya soy mayor para hacer lo que quiera. En fin.

Con los nervios me había entrado calor, opté por quitarme la sudadera. La dejé a un lado de la cama. Debajo llevaba una camiseta de manga corta blanca, asique no había ningún problema. Me dí la vuelta y ví una ventana.

¿Cómo no había pensado eso antes?

¿De verdad crees que con dos tios intimidantes entrando y saliendo de aquí voy a pensar con claridad? -mi subonsciente vaciló-

Me acerqué a la puerta durante unos minutos. No se escuchaba nada, no había nadie cerca. Bien.

Me acerqué a la ventana y silenciosamente la abrí. Me asomé y miré a mi alrededor. El cielo estaba nublado, iba a llover. Miré hacia abajo. Ah, esto está alto.

Aquí saltas y ya.

Si claro. Cállate.

Y salté lo que parecía un pequeño jardín. Caí mal y me hice daño en el tobillo, se me escapó un pequeño grito ahogado. Me giré y ahí estaba, la puerta que daba a la calle. Corrí como pude hacia ella e intenté abrirla.

Y de aquellas nubes grises oscuro empezó a llover, pero a llover a lo bestia. Me estaba empapando.

Genial.

Ignoré eso y contunué haciendo fuerza para poder escapar.

-¿A donde vas? -me tensé-

Y allí estaba. Horan.

-Eh.. ah.. -quise hablar pero no me salían las palabras de la boca.

No dijo nada, me agarró de la muñeca para llevarme dentro de la casa, me dolía muchísimo el tobillo.

Entramos, hacía frío fuera y el cambio de temperatura me hizo tiritar.

-Te ducharás y te pondrás ropa seca -habló serio el rubio-

A eso no me negué.

Me acompañó hasta mi habitación, cerró la puerta y se quedó ahí parado esperando a que me moviera. ¿Esperaba hacer guardia hasta que acabara de ducharme?

-Vete -dije-

-Sí, y haces otro intento de fuga -contestó cruzándose de brazos- No me pienso mover de aquí.

-Que te vayas, que no me pienso desnudar delante tuya.

Horan levantó una ceja y sonrió pícaro.

-Bueno, no esperaba eso pero si es lo que creías me pondré cómodo -me guiñó un ojo seguido de escanearme con la mirada de arriba a abajo-

Estaba empapada por la lluvia.

Y la ropa pegada al cuerpo

-Eres imbécil -escupí-

-Gracias, me lo dicen mucho.

Rodé los ojos y me dirigí hasta el cuarto de baño. Cerré bien la puerta y me metí en la ducha. Agua caliente sobre mi piel.

Salí de la ducha y envolví mi cuerpo en una toalla. Mierda no tengo ropa seca. Salí de allí y me alegré al ver que no había rastro del rubio en la habitación. Me acerqué a la cama y allí había ropa perfectamente doblada. Mi sudadera y unos bóxers negros. Que vergüenza.

Me miré en el espejo después de haberme vestido.

Bueno, al menos los bóxers parecen shorts -pensé- Miré mi tobillo, se estaba empezando a hinchar. Me adecenté un poco el pelo con los dedos y me tumbé en la cama, me dormí enseguida.

Cuando desperté mi tobillo estaba vendado.

¿Opiniones? ¿Votos?

Por favor. si no, no subo el siguiente capítulo.

Gracias por leer ♥ ♥

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