Capítulo 20.

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Pasaron varios minutos desde que Niall salió de la habitación. De repente, empecé a sentir un ligero mareo y un mal estar en el cuerpo. Intenté tumbarme en la cama pero me era imposible, me mareaba más. Me senté y cerré los ojos esperando mejores resultados.

Nada.

Apoyé la cabeza en mis manos y estas en mis piernas, un sudor frío me recoría la espalda. Quise acordarme de lo ocurrido horas antes en el club pero mi memoria saltaba de recuerdo en recuerdo y no pude ver nada claro aún.

Me levanté rápido para ir al baño pero aquel movimiento brusco hizo que me mareara más. Me senté de nuevo en la cama a esperar, agobiada, a que se me pasara un poco aquella sensacion de vértigo. Levanté la cabeza y ví el vaso de agua en la mesita de noche, bebí y reuní fuerzas para levantarme, esta vez, más despacio. Todo me daba vueltas, caminé lentamente hasta la pared para guiarme hacia al baño.

Creo que me voy a caer.

Al llegar, encendí la luz, acto reflejo al entrar a un baño. Me quedé varios minutos de cara a la pared con los ojos cerrados.

Me giré aún sin abrir los ojos y me arrastré de espaldas a la pared hasta quedar sentada en el suelo. La luz me molestaba, asique busqué el interruptor palpando con la mano. La apagué y abrí los ojos, poco a poco se iban acostumbrando a aquella oscuridad. La casa estaba en silencio total.

Me entró un calor de mil demonios en el cuerpo y, a oscuras y haciendo el menos ruido posible, me levanté en dirección a la bañera.

¿Quién te manda beber?  ¿No has tenido suficiente con uno? Pues no. Sabes que no aguantas el alcohol y has acabado bebiendo...mmm, vamos a ver.. uno, dos.. espera.. ¿eh? Que no, a ver.. ¿cinco? ¿O eran seis chupitos.. de.. tequila? O.. ¿O de vodka? Espera.. sí ¡no!.. ay. Mira no me acuerdo pero, pero... no sé ugh.

Me topé con el borde y me dí de bruces con la bañera tropezando y, torpemente, entré tumbándome en ella. Y diciendo de bruces quizás quiera decir que aterricé de cabeza y frené en seco con el brazo y seguido con el pie tiré todos los botes de gel y champú que habían por allí cerca haciendo todo el ruido del mundo. Pero nada, un resbalón como otro cualquiera. No pude aguantar la risa floja tras lo que acababa de ocurrir, me tapé la boca para no despertar a alguien pero enseguida quité la mano porque no me dejaba respirar bien. Enhorabuena.. -mi subconsciente me aplaude irónicamente- El glope había dolido un poco pero aquella especie de voltereta había estado chula, no me lo voy a callar. Nada más sentir el frío del mármol, mi cuerpo se relajó. Ignoré los botes que yacían tirados al rededor de mis pies, estaba a punto de dormirme al fin, escuché voces en la planta de abajo que rompían aquel -por fín- maravilloso silencio.

Y yo queriendo dormir sabes, ahora que puedo y nada. Pues no estoy para voces. Por qué se oyen voces si están todos durmiendo mira no lo entiendo.

A lo lejos pude oír pasos y puertas abrirse, como si estuvieran buscando a alguien. El sueño se apoderó de mí y lo último que oí fueron unos ligeros toques en la puerta.

-¿Lauren? ¿Qué haces aquí?

-Mmm, cinco minutitos más mamá por favor -murmuré-

**

Me desperté en el sofá, me pregunto cómo habré llegado hasta aquí. Ya era de día, el sol brillaba a través de las ventanas y yo seguía aquí metida. Suspiré.

-Hombre, buenos días -dijo Liam, que apareció de la nada con una taza de algo en la mano-

-¿Café? -pregunté-

-Sí, ¿quieres?

No entiendo por qué sigue tan amable conmigo. Pero se agracede, supongo.

-No gracias. ¿Y los demás? -pregunté-

-Niall duchándose y Louis -hizo una pausa- supongo que de camino, aunque ya debería de estar aquí -miró su reloj-

Hubo un silencio y ví cómo sonreía,levanté una ceja a modo de interrogante.

-Sabes que anoche te encontré durmiendo en la bañera, ¿no? -preguntó medio riéndose- Bueno, quizás ni te acuerdes.

-Sí que me acuerdo y para que lo sepas -me crucé de brazos- se estaba muy agustito.

-Ahh, vale. Entiendo.

-¡Me estás dando la razón como a los tontos!

Soné como una niña pequeña.

-Me llamaste mamá -dijo- y cuando encendí la luz del baño, gruñiste, te diste la vuelta y seguiste durmiendo -continuó-

-¡Para! -dije riéndome- ¡De eso no me acuerdo! -me tapé la cara- ¿Fuistes tú quién me bajó hasta aquí?

-No, yo no. Yo me quedé recogiendo lo que montastes con los botes de gel y champú, ¿pero tú vistes que desastre? -dió un sorbo a su café- Te bajó Niall -contestó-

Me quedé unos segundos en silencio y cuando iba a decir algo, sonó el cláxon de un coche. Supuse que era Louis. Liam se terminó su taza de café y salió corriendo. Ahora sólo estábamos Niall y yo en casa. Me quedé pensativa durante unos minutos mirando al techo y de repente me entraron ganas de bostezar. Me desperecé estirando todas las articulaciones y noté un tirón en el brazo, aterrizaje en la bañera.

Tenía un pequeño moratón y lo miré fijamente, como si así fuese a desaparecer antes.

-¿Te duele?

Únicamente llevaba puesta una toalla blanca rodeándole la cintura, su pelo rubio estaba mojado y al suelo caían pequeñas gotas de agua.

Hey, ¡estoy de vuelta! He tenido muchas cosas en mente y se me ha hecho imposible escribir.. pero ya está :)

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