Era jueves por la noche, hacía frío y en casa todo era tranquilidad. Mi madre y yo vivíamos en casa de su novio, el dueño de una gran empresa. La casa era grande y muy bonita pero cuando se estaba sola -mi caso en este momento- da muy mal rollo. Mi madre y su novio David estaban cenando fuera, así que volverían tarde. Me senté en el sofá a ver si había algo interesante que ver en la televisión. Nada. Fui a la cocina a por chocolate caliente. Después subí a mi habitación, encendí el ordenador y me acomodé en mi cama para ver películas.
Miré la hora. Muy tarde.
Y yo sola en esta casa.
Escuché algo romperse y a continuación un grito. Me asusté y casi grito pero al oír la voz de mi madre me calmé. Ya habían vuelto.
Y David estaba borracho.
Bajé las escaleras en dirección a la puerta principal para ver lo que había pasado, aunque no era nada nuevo. Estaban discutiendo, y como siempre, es por lo mismo. Trabajo.
Giré la cabeza y ví a mi madre en la cocina tirando a la basura trozos de algo roto, obra de David y fuí tras ella ignorando al estúpido de su novio que murmuraba cosas sin sentido en el salón.
-¿Qué ha pasado mamá? -me sienté enfrente de ella-
-David -suspiró cansada- ha recibido una llamada en mitad de la cena. Unos inversores.. que han rechazado el contrato a última hora y.. la empresa ha perdido una importante cantidad de dinero. -me coloca un mechón detrás de la oreja y sonríe- pero no pasa nada, ve a dormir cielo que es muy tarde, yo me ocupo de todo esto.
-Está bien -sonreí de vuelta- buenas noches.
**
A la mañana siguiente suena la alarma a las seis y media. La casa está en total silencio. Entro adormilada al baño a ducharme. El agua caliente sale y mi baño no tarda en llenarse de vapor. Salgo de allí envuelta en una toalla para después secarme el pelo y peinarme. Opto por dejarme el pelo suelto. Después me visto. Decido ponerme unos jeans azul claro, una camiseta básica negra con unas vans negras también y una sudadera azul de cremallera, de esas que tienen lo calentito por dentro.
Sí, lo calentito por dentro.
Al bajar a la cocina lo primero que veo son galletas de chocolate pero en lugar de caer en la tentación, cojo una manzana, que luego nos quejamos del peso.
Son casi las siete y cuarto, recogo mi bolso y salgo en dirección al trabajo.Esto de no tener coche es genial, me encanta. -aplaude mi subconsciente a modo de ironía-
Diviso a lo lejos el nombre del local: "Funky Buddha" sí señor. Soy camarera. Este trabajo no me disgusta para nada, cada día es como una fiesta.
Pero si es un club, lo raro sería que no hubiera fiestas.
Tonta.
Calla.
-¡Lauren! -dice una voz femenina a mis espaldas- Ayúdame a cargar con esas cajas de ahí por favor -señaló cuatro cajas con botellas grandes-
-Buenos días a ti también Alex -saludo a mi mejor amiga-
-¿Eso es que me ayudarás con las cajas verdad? -contestó-
Sonrío a modo de respuesta.
-Eso es que sí, ¿verdad? Por cierto, ¿has leído la nota? Se va a celebrar una gran fiesta de cumpleaños esta noche. De una de estas niñas de papá consentidas, ya sabes "un poco puta" -leí en sus labios- Asique tiene que quedar todo perfecto y nos han encargado a nosotras de la organización, te he dejado la lista en la barra.
-¿A nosotras? ¿A nadie más? Es mucho para un trabajo de dos..
-Sí -afirmó- Bueno, trabajo de tres, ya sabes.
-Lo ha decidido él verdad. Quiere pasar más tiempo cerca mío, ¿no?
-Claro que sí. ¿Quién si no? Necesito que te pongas con la lista cuanto antes. -asentí- Aquí tienes -me dió la lista-
Demasiadas cosas..
Me senté en la barra a leer la lista con atención cuando de repente sentí una respiración en mi nuca y unas manos en mi cintura.
-Hola guapa. Hmm, ¿sabes? Te huele muy bien el pelo. -susurró en mi odio-
Sentí sus brazos alrededor de mi cintura. Mi jefe.
Jim.
Es mi primera fic y sé que este capítulo es raro y sobretodo corto pero iré mejorando poco a poco. Agradecería que me diérais una portunidad.
Gracias por leer y espero que continuéis la historia. Votad por favor ♥♥
