Sing with me | Ragoney

12. Libertad

AGONEY

Mierda. ¿En qué momento se ha torcido la entrevista? Lo tenía todo controlado y estaba saliendo según lo planeado. Pero entonces ha venido la preguntita. "¿Has conocido a alguien especial?". Sólo tenía que responder que no y decir algo en la línea de lo que llevo diciendo todos estos años. "No, lo siento. Yo es que estoy enamorado de la música. Simplemente me gusta pasármelo bien". Sí, esa respuesta habría sido perfecta. Pero no. En cuando me ha hecho la pregunta, un chico con tupé rubio parecido a un pollito ha ocupado mi mente y no me ha dejado tiempo para pensar.

Su voz, su risa, la manera en la que se preocupa por mí, sus ojos... todo ha ocupado mi mente. Y esque todo él es muy especial, y él no se da ni cuenta. Y exactamente por eso no he podido evitar soltarlo.

Pero joder, tendría que haberme controlado. He caído en el típico truco barato de los periodistas para sacarme información.

Supongo que una parte de mí estaba deseando gritarlo. Gritar que esos ojos son especiales.

Espero de verdad que Manu no me pregunte, porque si lo hace, voy a mentir. Y no quiero.

Y luego está Raoul... Me dijo que iba a estar viendo el programa. ¿Cómo se supone que voy a poder mirarle a la cara después de decir eso por la tele?
Bueno... y después de mi desliz en el baño está mañana.

Eso ha estado mal, no debería haberlo hecho. No después de tantos años renunciando a ello, solo me pone más difícil vivir mi vida actual. Porque, aunque por un momento haya olvidado todo, la realidad es que en la entrevista me han preguntado por si he conocido a una chica especial, no chico. Y nunca van a preguntar eso. Y debería estar contento de que por lo menos de momento se contenten con que les dé repuestas vagas como la de los ojos. Pero yo sé cómo va la prensa, y sé que, como siempre, va a llegar el momento en el que eso no sea suficiente y tenga que aparecer delante de los medios con una chica bajo el brazo.

Y ahí está el problema, durante estos años lo he hecho casi sin plantearme otra opción, pero, ¿seré capaz de besarme con una chica bajo la atenta mirada de la primera persona por la que estoy empezando a sentir cosas por primera vez en mi vida?, ¿podré forzarme a abrazarle delante de las cámaras cuando he conocido la sensación de volver a casa en otros brazos? Y lo peor, ¿podré volver a vender mi cuerpo a alguien, cuando otra persona me ha hecho descubrir el verdadero placer sin siquiera tocarme? Creo que por primera vez la respuesta no es un claro "sí". No sé si podré hacerlo. Y eso, sin duda, es un problema.

RAOUL

Desde que ha acabado la entrevista de Agoney, el programa ha decaído totalmente. Ahora están hablando de deportes, cosa que, aparte de por mi hermano que es futbolista, no me importa lo más mínimo. Pero desde que se ha acabado la sección de Agoney, no puedo despegar los ojos de la tele.

Por fin he podido ocultar la sonrisa de tonto que tenía instalada en la cara desde que Ago ha hablado de mis ojos, pero por dentro, en mi cabeza, la fiesta continúa. Quiero que llegue Agoney ya. Quiero verle. Quiero abrazarle. Pero el tiempo parece que no pasa.

Hemos decidido esperarle todos para felicitarle por la entrevista, porque aunque sabemos que ha habido bastante poca verdad en lo que ha dicho, intuimos que ha ido genial porque todo el mundo se ha quedado encantado. Incluso en las redes, la gente está eufórica pensando en quién puede ser la chica de los "ojos especiales". Y yo estoy de tan buen humor, que ni me molesta.

Media hora más tarde oímos ruido en el vestíbulo. Se me acelera el corazón.

Todos nos levantamos rápido del sofá y corremos hacia las voces.
Nos encontramos a Manu, Agoney y otro hombre que debe de ser el chófer del coche, esperando al ascensor. Cuando nos oyen llegar se dan la vuelta, y prometo que jamás voy a olvidar la sonrisa que aparece en la cara de Agoney al vernos ahí.