Promesa

-III-

El profesor veía caras no tan conocidas, un hombre de apariencia joven y de años de experiencia que llamaba la atención por su forma desprolija de impartir sus clases.

Sus años le dejaban saber que la sobre identidades, su buena memoria y capacidad de diferenciar los años en los rostros de las personas fácilmente le ayudaban a identificar a quienes se le acercaban.

Percibía las intenciones y no tardo en presentarse ante los estudiantes presentes…

-Hola jóvenes… veo que se llevan mejor que ayer.

-Profesor Leroy, yo me marcho. Con permiso.

-Su padre mando a avisarle que le quería presente en la reunión en del concejo de profesores, hay asuntos que resolver.

-Perfecto, adiós.

-Hasta pronto príncipe. Joven Kuronuma, bienvenido.

-Buenos días, profesor Leroy.

-Gusto en verte después de tanto tiempo. ¿4 años, no es así?

-Es solo tiempo. Usted aún tiene conversaciones pendientes con mi hermano, así que espera su visita.

Osamente captaron la conversación de ambas personas dentro del recinto. ~ ¿Se conocen? ~ pensó.

-¿Qué clase repasaremos?

-Artemis, ya has visto todo lo que se imparte en este lugar, incluso practicas aprobadas por los maestros más reconocidos de Tailandia. Me causa  curiosidad saber, ¿qué haces aquí?

-El rey me pidió ingresar a esta escuela de preparación, según su visión de águila, aún me falta conocimiento y experiencia.

-Estas más preparado que el mismísimo rey, solo que el es astuto y sabe que al tenerte aquí, te mantendrá bajo su control, recuperar su nacionalidad es parte del trabajo.
~ Que sorpresa, nacido aquí ¿eh? ~pensaba el platinado.

-Acepte venir por razones muy personales, mi deseo es restaurar la paz.

-Artemis, no cambias, desde que te conozco aun mantienes ese deseo. Al igual que esa mascara.

-Jean, hay cosas que no pueden ser cambiadas. Mi mascara es solo refinamiento medico…

-Sí, sí, ya lo sé, pero eres hermoso, no veo la necesidad de ocultarte de esa manera.

-¿Cómo puedes saberlo?

-Pues también se cosas –sonreía pícaramente –Bueno, mentira solo se cómo es tu rostro, y eso porque lo te espié una vez en el río.

-¿Por qué?

-N fue intencional, aquel día iba a encontrarme con mi actual esposa, solo te vi, pura casualidad.

Viktor, permanecía detrás de la puerta ~ ¿hermoso?, ¡jah! ~ rio,  ~ ¿Restaurar la paz?, me recuerda a… sumergido en sus recuerdos de la niñez, recordó al pequeño Omega del lago, aquel con quien hizo la  promesa… Yuuri, ¿estás con vida?, ¿si lo estás, dónde te escondes?

-Jean, admito que eres malo mintiendo, ¿Isabella, es tu esposa?

-Sí, esa preciosura es mía.

-Así que ella es la razón de tu retiro de la Elite. Excelente razón.

El platinado, saliendo de sus recuerdos en un melancólico suspiro, se marcha a la sala de reunión.

-¿Permaneciste en el grupo Elite?

-Mi hermano puede informarte acerca de eso.

-¿Y tu hermano?

-Está al servicio del rey. Hoy está en la corte debe estar al día con todos los cambios.

-Entonces lo he de ver uno de estos días por acá.