- IV -

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Viktor, llegó al área de coordinaciones de la escuela de preparación militar de Hatsetsu, entrando a la sala de concejo de profesores, se encuentra con su objetivo, el profesor Leroy, que le saludo desde la esquina con su confiada y típica sonrisa.

Terminada la reunión, estos salen del lugar a las áreas verdes para hablar con más tranquilidad...

-Que necesita, Príncipe.

-Sabes que odio el título, por favor llámame como siempre lo haces Jean, ayúdame a conseguir la información que necesito, sé que tienes acceso a los dictámenes del rey.

-¿Eso te podría servir?

-Todo lo que tengas de ello me es útil.

-Como jefe de archivos reales no estoy calificado para eso.

-Lo ordeno como príncipe heredero al trono, comandante Leroy.

-Hare una excepción, algunas de las cartas que se lograron recuperar están bajo mi poder, todo lo demás ha sido incinerado por órdenes del general Nikiforov.

-¿Mando a incinerarlas?

-Su argumento para ese entonces fue bastante obvio, más que para esa fecha las investigaciones no tenían salida, así que para hacer espacio y dar por cerrado el caso, todo lo referente a eso fue llevado a la hoguera.

-Hay muchas lagunas y vacíos con respecto a la investigación, yo estoy reabriendo el caso de forma secreta y por ende necesito la mayor cantidad de pruebas.

-Ayudaré hasta mi alcance, no te puedo dar a acceso a los archivos, pero si a las cartas. Traeré las carpetas guardadas y te los entregaré mañana a primera hora.

-Gracias comandante, hasta pronto.

Al caer la noche, la taberna donde acostumbran ir a distraerse, Viktor, llega a la mesa donde Chris o Otabek le esperaban, quienes estaban en muy buena compañía guardando un lugar junto a ellos.

-Chris, Ota, que han investigado del caso.

-Mi Vik, conseguí la llave del salón de archivos.

-Espero poder encontrar buena información -declaro el platinado.

-¿De qué tipo? -preguntó el moreno.

-Las fechas, las firmas autorizadas que estuvieron a cargo de los casos.

-No pierdes el toque querido, y hablando de astucia, aquí llega tu regalo de la noche -expresaba el rubio mientras una de las gueishas del lugar se acercaba a ellos.

-No pierdes el tiempo, veo que conoces mis gustos -suspira relajado -Hoy he recibido buenas noticias -sonreía mientras la dama de compañía le servía las copas y le sonreía.

-Después de un mucho trabajo, un gusto en necesario, no es así señores -sonreía con picardía.

La noche apenas iniciaba, largo ratos de conversaciones y atenciones, les quitaba el estrés de los rigores militares de encima. Horas más tarde Vikto, se da cuenta que su padre, se encontraba en el lugar.

La tasca estaba de Aniversario, Orquideas y Lirios, era el lugar predilecto para los hombres de clase, un lugar de clase y de mujeres hermosas, bailarinas exóticas y geishas al gusto del cliente. Las bebidas eran repartidas de forma gratuita luego de un generoso pago para entrar, así que esa noche tenían una nueva atracción.

Viktor, es llamado por su padre a la mesa donde este se encontraba acompañado por los cenadores y comandantes del reino, este acepta ir junto a sus compañeros, quienes al verse rodeados de la más hermosa compañía, no dudaron en ir hacia ellos.

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