Stefan Salvatore/ The Vampire Diaries.

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Elena había dejado a Stefan por Damon y era mi momento.

Ser la hija de Alaric Saltzman y Isabelle era raro porque era como la media hermana de Elena (pero soy adoptada). Y Damon era como mi tío sexy, pero el cual nunca estaría con él.

Y nos encontramos en el momento menos preciso y incomodo.

—Hola Damon— entró a la casa—¿Que tienes de  desayunar para mi?.

—Buenos días para ti también Crystal — me saluda—Lo de siempre.

Él cocina la mejor comida del mundo.

—Papá cree que desayuno en casa— digo antes de probar el waffle—Que no se entere que hago esto ¿promesa?.

Estiro mi meñique, el  estira e suyo y los unimos.

—¿Y Elena?— Pregunto con la boca media llena.

—En la universidad— dice Damon —¿Y Alaric?.

—Trabajando, creo — me encojo de hombros—Estos últimos días a llegado muy tarde a casa.

—Alaric en pasos sospechosos — dice Damon tomando asiento frente a mi.

—¿Y Stefan?— Pregunto.

—Salió a dar una vuelta, necesitaba despejarse — habla Damon.

—Tengo que irme — me pongo de pie—Estaba delicioso, volveré mañana. Si sabes en que pasos está metido Alaric Saltzman avísame.

—Claro que si— dice Damon, salgo de casa y voy camino a la escuela.

Al llegar a la plaza del pueblo veo a papá con una mujer de cabello negro, la está besando. Me acerco rápidamente.

—Gracias por ser sincero papá — digo para frente a él— Pensé que no nos ocultábamos nada.

Salgo rápidamente de ahí y corro hacia otro lugar, llego a la entrada del cementerio.

—No puede ser— me quejo y golpeó la reja con mi pie.

—¿Crystal?— es Stefan—¿Que haces aquí?.

—Hola — tomo asiento en el suelo—¿Porque  la gente siempre miente?.

—Veo que no estás bien — dice tomando asiento junto a mi—¿Que ocurrió?.

—Mi padre...— lo miro—Me mintió, juro que después de lo de mamá no me mentiría, pero lo vi con otra mujer. Que esté con otra mujer no me molesta tanto, me molesta que me mintió.

—La vida es así — dice—A veces la gente que más quieres te miente.

De repente una idea viene a mi cabeza, le sonrió a Stefan.

—¿Que Pasa?— pregunta debido a mi sonrisa—Se te a ocurrido algo.

—Vámonos de aquí por un tiempo — me pongo de pie—Vamos a un festival de música, por favor. Nadie no extrañará aunque suene doloroso, pero es la verdad.

Stefan lo piensa un poco.

—Está bien, pero volveremos — dice mirándome, sonrió y le doy un abrazo.

—Vamos guapetón, el tiempo es oro— le doy un golpe en el hombro para enseguida comenzar a caminar.

—¿Y no le dirás a tu padre?— pregunta mientras caminamos.

—No, ya es hora que crezca — le sonrió.

               (...)

—Vamos a un festival de música en Chicago— digo mirándolo, él no responde —Se que tus mejores años no fueron ahí, pero yo haré que cambien.

—Esa es una buena propuesta —me sonríe Stefan.

Stefan saca su teléfono del bolsillo ya que lo están llamando, él contesta.

—¿Si Damon?— pregunta —Si, está junto a mi.

Le arrebato el teléfono de las manos y lo pongo en altavoz.

—¿Que quieres Damon?— Pregunto.

—Oh vamos Crystal, no es la hora que te hagas la ruda — dice Damon a través del teléfono—Tu padre te busca desesperadamente ¿solo por una pequeña mentira dejarás de lado a tu padre?.

—Prometió que no nos mentiríamos y lo primero que veo es a él y una mujer comiéndose a besos —hablo un poco furiosa.

—Por favor Crystal, Alaric ya es un hombre grande que tiene el derecha de hacer su vida— dice Damon, ruedo los ojos.

—Mientras... tú y el se pueden ir al carajo— enseguida corto la llamada.

—No tienes que ser tan dura — dice Stefan mirándome.

—Calla Stefan, hoy vinimos a divertirnos— aprieto el acelerador.

Luego de una hora llegamos al festival, estacionamos el auto y nos bajamos.

—Así no entraremos a un festival— digo mirándolo con una mano en mi barbilla.

Me acerco a él y desordeno su cabello, la chaqueta de mezclilla que trae de la saco y hago que se la amarre en la cintura y le coloco sus gafas de sol.

—Ahora si puedes pasar desapercibido — sonrió—Me toca a mi ahora.

Saco la tijera de mi bolso y corto mis pantalones, trenzó mi cabello en dos trenzas y con mi maquillaje me hago formas en la cara.

—¿Como me veo?— pregunto sonriendo.

—Te ves hermosa— dice, nunca había escuchado decir eso a Stefan.

—Vamos — tomo su mano y la jalo.

Caminamos entre todas las personas que están vestidas de forma rara, es grandioso.

Luego de estar varias horas decidimos buscar un lugar para descansar.

Llegamos finalmente a un cuarto de hotel, el único que queda.

Al entrar dejo mi bolso en el piso y voy al baño a refrescarme, al salir esta Stefan. Es hora.

Me acerco rápidamente a él y lo beso, él no se niega y me toma de la cintura. Nos recostamos en la cama y comienzo a besar su cuello.

—Dios— gimo al sentir sus besos en mi cuello.

Me quito la polera y hago que el se la quite, mis besos van bajando hacia su abdomen y estoy a punto de llegar a su pantalón, pero de repente el teléfono suena.

Nos separamos, el me mira avergonzado y yo igual.

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