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Sebastian "Bash"/ Reign (parte 2)

A Bash lo habían obligado su padre a casarse con una de las damas de Mary, Kenna y ahí fue cuando nuestro amor desapareció o en mi caso lo oculté porque ahora el tiene una vida y yo tendré que comenzar a hacer la mía.

E pasado días recostada en mi cuarto sin salir, Mary dice que ya estoy comenzando a asustarla.

Alguien toca la puerta, es Francis.

—¿Que haces aquí?— pregunto—No se ve bien que futuro rey de Francia entre a un cuarto el cual no sea de su prometida.

—Sabes que no me importa lo que digan los demás y Mary sabe que eres mi amiga — él se acerca y toma asiento.

—Lo que Mary debería saber es que estuviste con Lola — digo mirándolo—Si la amas mucho deberías contarle.

—Lo se, pero tengo tanto miedo de perderla — dice Francis.

—Ella te ama, lo entenderá de alguna manera— le sonrió.

—Veo que tú no estás en tu mejor momento — se refiere a mi aspecto—¿Que pasa?.

—Nada Francis, solo estoy enferma— digo mirándolo.

—Entonces llamaré a un doctor para que venga a verte — dice poniéndose de pie.

—No—lo detengo rápidamente, el vuelve.

—¿Me vas a decir entonces qué pasa?— pregunta.

—Es Bash, verlo casarse me rompe el corazón — confieso finalmente.

—Lo se, lo vi en tu rostro cuando lo supiste. Él también está destruido, aunque no lo creas — dice.

—¿Como lo sabes? ¿Como sabes que en verdad le gustaba Kenna?— pregunto.

—Porque al igual que tú lo vi destruido y me acerqué a hablar con él — me cuenta—Nunca antes vi a Bash así.

—Ya no podemos hacer nada, él tendrá que afrontar esa vida y yo comenzar a formar una. Tu padre lo caso para toda la vida — digo poniéndome de pie.

—Lena — me llama Francis—Te juro que cuando sea rey haré lo posible por anular ese matrimonio, ustedes no pueden vivir así.

—¿Y cuando ocurrirá eso?— pregunto con una sonrisa sarcástica — ¿5 años más, 10? No puedo esperar tanto.

—Por favor, sal de cuarto. Hoy hay algo organizado— dice Francis.

—Está bien— le doy una media sonrisa.

Francis sale del cuarto y me visto, luego de hacerlo salgo al jardín para poder tomar un poco de aire.

—Es bueno verte— dice apareciendo Catalina—Pensábamos que estabas enferma.

—Me sentía mal, pero ya pasó — le sonrió.

—Vamos, hay que ir a tomar asiento — caminamos juntas, pero cada una toma asiento distintos.

Junto a mi se encuentra Lola y cinco puestos más allá Bash junto a Kenna, mi mirada no puede evitar cruzarse con la de él.

—Hola Lena— me saluda Lola—Me dijeron que estabas enferma.

—Si, me sentía un poco mal — la miro—¿Y cómo estás tú...

—Bien, pienso decírselo a Mary porque no puedo seguir ocultándolo — veo tristeza en el rostro de Lola.

De repente dicen que el rey va a competir con un hombre, cuando van a competir el otro hombre golpea al rey muy fuerte.

Debe estar herido grave y puede que pronto muera.

Me pongo de pie y salgo de aquí, todo comienza a volverse más loco con lo qué pasó.

Al llegar a mi cuarto me llevo un susto tremendo.

—¿Que haces aquí?— pregunto mirándolo—¿Alguien te vio entrar?.

—No, necesitaba verte — él camina hacia mi—No sabes cuando deseo estar cerca de ti.

—Ya es muy tarde Bash —lo miro a los ojos —Estás casado y yo que tú estaría feliz, tienes una esposa grandiosa.

—No la quiero a ella, desde el momento que te vi supe que me enamoraría de ti — él se acerca a mi y posiciona su mano en mi mejilla—Te amo y lo haré.

—Tengo que comenzar a hacer mi vida—me separo aunque no lo quiera— Es hora de que lo olvidemos.

De repente la puerta se abre.

—Señorita Lena— dice un guardia—El señor Francis me pidió que le avisara que su padre acaba de fallecer.

Junto a Bash salemos rápidamente del cuarto y vamos hacia el gran salón donde se encuentra Francis.

—¿Estás bien?— pregunto.

—Si, esto significa que ahora seré rey — él me mira.

Bash y yo intercambiamos miradas.

                   (...)

Francis finalmente se convirtió en rey y cumplió su promesa, anuló el casamiento entre Bash y Kenna.

—¿Lista?— me pregunta Mary.

—Si —sonrió.

Junto a Mary, Lola y Greer caminamos hacia afuera.

Al entrar en el pasillo todos me quedan viendo, pero yo solo le sonrió a Bash.

Al llegar adelante el padre comienza a hablar.

—¿Aceptas a Lena como tú esposa?— le pregunta.

—Aceptó — dice Bash con una sonrisa.

—¿Aceptas  a Sebastián como tú esposo?— me pregunta.

—Aceptó—digo sonriendo.

—Los convierto en marido y mujer, puede besar a la novia — dice, Bash se acerca y me besa.

Salemos y vamos hacia el otro salón para la fiesta.

—Te amo — digo mirándolo.

—Y yo a ti Lena — acaricia mi rostro.