— ¿Trajiste algún nuevo amigo para mí hoy? —me recibiste, como siempre, sentada junto a la radio y leyendo con tus dedos alguna historia que parecía divertida, porque sonreías ampliamente.
—No. Lo siento, esta vez sólo tengo una flor.
Te la entregué y me quedé observando tu forma de acariciar los pétalos, llevarla a tu nariz y aspirar su olor. De inmediato supiste de cuál se trataba:
— ¡Es un girasol!
—Así es.
—Es amarillo. —susurraste mientras acariciabas un pétalo.
—Veo que estuviste haciendo tu tarea. —te reíste y luego de volver a recorrer el tallo, con un leve sonrojo susurraste:
—Consigo hacerme a la idea de el piar de los pajaritos y la lluvia en el bosque cuando pienso en el tallo... pero no puedo pensar en el color de sus pétalos. ¿Podrías decirme cómo es?
—Veamos... —se me ocurrió una idea.Afuera hacía uno de esos días veraniegos: calurosos y soleados, en los que uno siente la piel tostarse y hasta el suelo implora por un poco de lluvia.
Te tomé de las manos para ayudarte a ponerte en pie.
— ¿A dónde vamos?
—Hace falta más que palabras para conocer un color.Bajo el sol, tu pelo arrancaba destellos dorados de los fuertes rayos y tus ojos eran tan azules que podría jurar que me encontraba naufragando en alta mar.
No parpadeabas; te quedaste quieta bajo los rayos del sol y de pronto, encajaste la idea:
—¡El amarillo es como el calor de un día soleado!
—Eso es. Aunque puedes pensar aún en más que eso: es como una sonrisa de alegría verdadera, o como cuando eres tan feliz que anhelas que nunca acabe el día.
—¿Te gusta mucho?
—Es mi favorito, porque me parece un color muy feliz.
—Entonces, en este momento, yo soy un girasol.
—¿Qué significa? —extendiste tu mano hasta encontrarme y luego te ayudé a tomar la mía.
—Que no quisiera que este momento acabe nunca. —me dijiste. Casi parecía que podías verme—. Porque justo ahora estoy muy feliz. En mi corazón suena una nota amarilla, del color de un día soleado y no quisiera que termine.
—Yo también, Nirelle. —te devolví el girasol que olfateaste una vez más.Ángela nos vio desde la ventana de tu habitación, pero no dijo nada.
Quitarte esa sonrisa nos pareció a ambos el pecado más perverso del mundo.
***
Feliz día del amor y la amistad, a quienes lo celebran.
Hay pocas personas a quien puedo dedicar algo en un día como este, pero me haré con la prerrogativa que me otorgan estas líneas para dedicar este capitulo a mi amada musa: dragner05 y recordarle que ha sido mi Selene cuando he pensado en perder la luz de mi numen.
Te amo, Nee-sama.

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A primera vista
Storie d'amoreEs fácil emorarse cuando se han visto sonrisas y compartido estrellas en el cielo... ¿Y qué pasa cuando debes amar a ciegas? . . . 💛Ganadora del 3er lugar en la categoría ROMANCE de GID Editorial, 2021.🌻 . . . La reproducción parcial o total de es...