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Martes. Jimin no había pegado ojo, su aspecto físico era peor que el de ayer o el de cualquier otro momento de su vida, sus padres, volverían hoy a casa debido a que el vuelo se había atrasado e iban a verle en ese estado, ¿Qué pensarían de él? Sus padres son típicos padres que quieren al hijo perfecto, con vida perfecta, novia perfecta e hijos perfectos. Todo perfecto. Jimin, aunque trataba de dárselo, no estaba en sus mejores condiciones y a la semana siguiente, también martes, le habían puesto un examen, de filosofía, esa asignatura que a él tan bien se le daba, pero que ahora ni fuerzas para no dormirse en clase tenía, sus profesores comenzaban a preocuparse de que el "alumno diez", como así le decían, se estuviese durmiendo, ¿Habría algún problema en su lujosa casa? Jimin pidió que no hablasen con sus padres, que simplemente se quedaba hasta tarde estudiando y por eso su situación, y decidieron no ponerle más importancia.

–Amigo mío, ven hoy a mi casa, tus padres te matarán si te ven así. –Concluyó Taehyung mientras caminaban rumbo a casa.

–Tiene razón, pareces un zombie, y aún queda para Halloween, no darás el pego.

Jimin asintió ligeramente casi chocando con una farola si sus amigos no le hubiesen detenido, ese muchacho necesitaba dormir.

Una vez llegaron a casa de Tae, sus padres avisaron a los de Jimin, y Tae les resumió un poco la situación, "Jimin no duerme bien por los exámenes y como sus padres son tal y cual es mejor que descanse aquí hoy", sus padres estuvieron de acuerdo y se dirigieron a la habitación.

–Tengo tarea.. –Musitó Jimin estirando su mano hacia la mesa de estudio donde Tae hacía sus deberes.

–Por un día no morirás.

–Si no los hago un día el que va a morir vas a ser tú. –Dijo con su último aliento antes de caer dormido.






...

–Oh dios.. –Musitó Tae. –Jimin, Jimin despierta.. –Dijo moviendo a su amigo tratando de que despertase. –Jimin tienes que ver esto, deprisa. –Comenzó a tirar de él hasta tirarlo de la cama, donde ya se despertó y sobó su cabeza. –¡El floristero está ahí! –Chilló en un susurro para no despertar a sus padres.

Jimin abrió sus ojos de par en par y torpemente se puso de pie casi cayendo y chocando contra el vidrio de la ventana. Observó detenidamente la escanea. De su casa, salía una luz, la puerta estaba abierta y una de las sirvientas estaba hablando con el chico de la flor, con ropa rota y manga corta a pesar del frío que debía de hacer. Fue una charla rápida. La chica cerró la puerta y él se quedó ahí, mirando la flor. Jimin sintió cómo su estómago se encogía. El chico tiró la rosa contra el suelo y metió sus manos en los bolsillos del pantalón, y se fue.

Florecer (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora