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Viernes.

Hoy las clases se acabaron más rápido de lo que los chicos esperaban, hoy iba a ser el finde de la "fiesta" en casa de Jungkook y no podían estar más emocionados. Jimin entró en su casa con una gran sonrisa dibujada, yendo directamente a su habitación para cambiarse de ropa y ponerse un chándal para ir cómodo hasta la hora de la "fiesta".

–Menudas confianzas. –Dijo Yoongi apoyado en el marco de la puerta de la habitación con una sonrisa.

Jimin automáticamente se sonrojó.

–¡No me espíes!

–Perdón por venir a avisar de que la comida está lista. –Rió elevando sus manos al aire.

Ambos bajaron nuevamente para sentarse en el sofá uno al lado del otro, comenzando a comer tranquilamente.

–Yoongi. –Llamó Jimin mirando de reojo.

–Yoongi hyung. –Corrigió de lo más superior.

–Nunca. –Dijo a regañadientes con una sonrisa. –Hoy por la noche me iré y no volveré hasta mañana por la mañana o por la tarde, tengo una fiesta.

Yoongi abrió sus ojos con sorpresa dejando de comer.

–Qué rápido crecen.. –Trató de actuar "limpiando" una lágrima de su ojo.

–Qui rípidi cricin.. –Murmuró haciéndole burla.





...

Llamaron a la puerta y en menos de cinco segundos Jungkook ya les había abierto. Entraron en la casa saludando al aire, porque no recibieron ninguna contestación por parte de Jin.

–Está encerrado en su cuarto.. –Susurró Jungkook.

Jimin hizo una pequeña mueca, ¿Por qué Jin no trataba de hacer nada?

Se dirigieron a la cocina, donde cogieron el teléfono y llamaron a una pizzería, pidiendo reservas para toda la noche.

–¿Cómo fue que conociste a tu churri? –Preguntó Jungkook a Tae, al haber estado desaparecido se había perdido demasiadas cosas.

–Seguí al chico de Jimin y estaba hablando con otro chico y me descubrieron y en lugar de venir a darme la paliza de mi vida pues vino, me dió la mano y me invitó a ir a dar una vuelta con ellos.

–¿Y aceptaste irte con desconocidos? –Preguntó ahora Jimin con los ojos abiertos como platos.

–Es posible..

–Más tonto y no sabría ni por dónde nacer. –Se burló Jungkook haciendo reír a los tres.

–Hola.. –Una voz ronca y desgastada llamó la atención de los tres, haciendo detener sus carcajadas y girarse hacia la puerta.

Jin estaba en sus peores, con ojeras de color morado tirando a negro muy marcadas, ojos rojos e hinchados, pelo despeinado y hasta sucio parecía, pero lo peor sin duda era su intento de sonrisa al entrar a la cocina y sentarse con ellos en la mesa. –¿Oí pizza?

Taehyung asintió.

–¿Estás..? –Comenzó a decir Tae, siendo golpeado por debajo de la mesa por Jungkook.

–Perfecto. –Dijo volviendo al intento de diva, porque eso es lo que parecía ahora, un intento.

–¿Se te acabó la batería del móvil? –Preguntó ahora Jungkook viendo como su hermano asentía lentamente. Era obvio que se había pasado el día viendo vídeos y fotos con Nam.

Todos quedaron en un silencio muy incómodo. Jin agachó su cabeza para mirar al suelo, notando como sus mejillas comenzaban a arder de nuevo en todo el día, los chicos solo le miraban pero no decían nada, sólo observaban a Jin con su llanto y esperando hasta que se calmara.

–Jin.. –Comenzó a decir Jimin en un tono muy sutil. –¿Qué hiciste?

Jin trató de ahogar el llanto pero no pudo, levantó su mano para tapar su boca y salió corriendo de la cocina, seguramente de nuevo a encerrarse en su habitación, ahora Jimin esperaba una bronca de parte de Jungkook, pero nada pasaba.

Pasaron un par de minutos más hasta que el timbre sonó y Jungkook tardó un poco en reaccionar y levantarse a abrir la puerta recibiendo las pizzas y volviendo a la cocina.

–Jimin. –Llamó Jungkook la atención del chico que jugaba con sus manos bajo la mesa. –Ve a llamar a Jin.

No fue ninguna orden, es más, se podría considerar que fue una súplica.
Jimin asintió sin rechistar y subió escaleras arriba hasta el cuarto de Jin, a quien se le oía llorar devastado desde el otro lado de la puerta. Tragó saliva y con algo de inseguridad abrió la puerta, Jin estaba tendido en su cama boca abajo, tapando su cara con su almohada, la cual tenía impresa una foto de la pareja. Jimin se sintió incómodo, sobre todo en una situación así, decidió cerrar la puerta y con cuidado acercarse a su lado, acariciando su pelo suavemente.

–Jin.. si necesitas desahogarte puedes contarlo.. –Dijo sabiendo que la respuesta sería una llorera superior. Pero no fue así. Jin se sentó en su cama abrazando al cojín y asintiendo con su cabeza levemente.

–Y-yo.. soy un estúpido..

Florecer (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora