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Martes.

Jimin se encontraba en su casa, precisamente en su cocina, haciendo una sopa. Durante la noche, Yoongi no había dejado de tener pesadillas, aunque como si fuese normal dijo que no importaba, que le ignorase y ya, pero cuando despertó por el despertador en la mañana, Yoongi no dejaba de temblar, insistió en levantarse para hacerle compañía por la mañana pero a pesar de que sus pintas habían mejorado considerablemente, su cuerpo temblaba a cada pequeño paso, aunque no por el frío, ya que Jimin le cubrió le mantas. Finalmente, decidieron que se quedase en cama mientras le hacía algo para poder comer.

Una vez lista y en un bol, Jimin sonrió pudiendo llevar el plato a su habitación, donde Yoongi miraba por la ventana.

-No, no, no. A la cama. -Ordenó Jimin dejando el bol de sopa en su mesa de estudio y acompañándole a la cama de nuevo.

-Jimin. Estoy bien.

Jimin sonrió ligeramente, no se sentía seguro de sus palabras pero eran palabras, al fin.

-Igualmente voy a cuidarte. -Dijo agarrando de nuevo el bol y sentándose a su lado en la cama.

-Y yo no voy a oponerme. -Sonrió de oreja a oreja mostrando sus encías rosadas. -Pero creo que la sopa se toma con cuchara.. -Dijo comenzando a reír, siendo música para los oídos de Jimin.

-¡Perdón! -Gritó dejando la sopa en las manos de Yoongi y corriendo hacia la planta de abajo a por su cuchara.

Yoongi río negando con su cabeza observando su sopa. Jimin realmente se estaba esforzando mucho por él a pesar de él no haber hecho nada para merecerlo, se sentía mal, que estorbaba, pero Jimin se negaba a dejarle irse y si se iba, ¿A dónde?

Suspiró frustrado pero trató de disimular con una sonrisa cuando Jimin volvió a entrar por la puerta, aún con una sonrisa en su rostro y dando brincos alegre hasta volver a su lado en la cama.

-Listo. -Dijo metiendo la cuchara en la sopa y cogiendo un poco. -Come.

Yoongi río ligeramente abriendo su boca, siendo alimentado por Jimin.

-Me siento como un bebé.

-Es que eres mi bebé.

Yoongi comenzó a toser casi ahogándose con la comida.

Siguieron así hasta que se terminó el plato y después le mandó quedarse tumbado en la cama para descansar. Yoongi, una vez tumbado, agarró la mano de Jimin, llevándola a su pecho.

-¿Vives aquí solo? -Preguntó Yoongi mirando al techo. La verdad es que no sabía todo sobre Jimin, sólo su nombre, dónde vive, su flor favorita y que Tae es su amigo.

-Casi, mis padres viajan y vienen empleados, pero nunca se chivarían de nada. -Dijo a modo tranquilizador. -No tienes por qué preocuparte de nada.

Asintió no muy convencido.

-De verdad que pienso que soy un estorbo para ti.. encima has faltado a clase por mí, Jimin, no quiero arruinar tu vida.

Jimin abrió sus ojos sorprendido.

-Yoongi, sé que no harías eso, ¿Verdad?

Ambos se miraron fijamente, esperando el uno del otro una respuesta clara. Yoongi agarró con más fuerza la mano de Jimin.

-Verdad.

Jimin volvió a esbozar una sonrisa, sabía que su bebé diría eso.

Florecer (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora