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Martes. El día transcurrió como siempre, Jimin hizo sus deberes y esperó a que día pasase, tenía muchas ganas de ver al chico misterioso pero a la vez, algo dentro de él le quitaba la ilusión, al menos ahora sabía que no era un secuestrador del bosque, sino el mejor amigo del novio de su mejor amigo, todo muy extraño.

Toc toc.

Era el momento.
Jimin corrió escaleras abajo para abrir la puerta lo más rápido posible.

–¡Hola chico misterioso! –Saludó casi gritando al pobre chico que estiró su mano con la flor hacia él. –Ven, pasa, ¿Quieres un poco de agua?

Negó.

–Oh vamos, no me hagas un feo, siéntete como en tu casa.

Negó de nuevo.

–Está bien.

Jimin salió de casa colocándose tras el chico empujándolo dentro de la casa, y extrañamente, no opuso resistencia. Una vez cerró la puerta se dirigió a la cocina a por un vaso de agua para entregárselo a su "nuevo amigo".

–Bonita chaqueta. –Alagó nuestro querido amigo al chico que la miraba al ahora haberla mencionado. Obviamente era la chaqueta que éste le había regalado. –Ten. –Le ofreció el vaso de agua y bebió. –¿Cómo te llamas? Yo ya te dije mi nombre, no me parece justo que solo tú sepas algo de mí, ¡Ni siquiera oí tu voz! Seguro que tienes una voz hermosa, ¿O eres mudo? ¿Lo eres? Lo siento mucho..

El chico ahogó una risa.

–Es la segunda vez que te veo sonreír, ¿Es eso un avance?

Asintió.

–¿Y tu nombre es..?

Negó.

El chico miró alrededor, como si buscase algo. Miró a Jimin y le hizo una pequeña seña de escribir. Jimin corriendo fue a buscar una hoja con un bolígrafo y se la entregó, el chico se apoyó en la pared y escribió algo detalladamente tardando su tiempo mientras sujetaba la flor con su boca, para luego doblar la hoja y entregársela. Jimin fue a abrirla pero le frenó, negando con su cabeza y señalando a la puerta, dando a entender a que no lo abriese hasta que se fuese.

–Mañana pediré pizza, como aquel día, ¿Te apetecería?

Elevó los hombros y se acercó a Jimin, cogiendo la flor y colocándola entre los cabellos naranjas de Jimin, ambos se quedaron mirando un par de segundos, la distancia era relativamente corta y eso hizo sonrojar al pelinaranja, mientras, el chico sonreía observando las facciones del otro, sonrió una última vez y se fue de la casa.

Jimin no pudo aguantar más y abrió lo más rápido que pudo la hoja.

Yoongi.

Florecer (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora