32

89 12 3
                                    

Miércoles.

Jimin hoy sí que fue a clase, Yoongi estaba muchísimo mejor y la teoría por lo de ayer sería un "efecto traumático" sobre lo vivido con su padre el otro día.

-¿Qué noticias traes hoy? -Preguntó Taehyung a un Jungkook acorralado contra la pared, sujeto por ambos brazos.

-¡No diré nada! -Chilló, aunque por poco tiempo, Jimin había tapado su boca con una cinta.

-Habla o muere.

Jungkook tragó saliva. Pero negó.

-Jimin, tráelo. -Ordenó Taehyung junto a una risa de villano de película. Los ojos de Jungkook de abrieron como platos y comenzó a moverse tratando de liberarse.

Jimin asintió también riendo y salió corriendo del cuarto del conserje.

A penas pasados tres minutos, Jimin volvió con algo en sus manos, cubierto por una servilleta.

-Abre la boquitaaaa.

Una vez destaparon a Jungkook, éste comenzó a gritar como un loco, hasta que Jimin destapó con lo que le iban a torturar.

-Si no nos das la información te comerás la bazofia de los miércoles de la cafetería.

Resulta que los miércoles a las cocineras se les cruzaba un cable y creaban algo llamado "comida" que lamentablemente tenía que ser tirado a la basura o hecho comer por los abusones a los primerizos de la universidad. Era algo viscoso, pero con suerte te podía tocar líquido, su color podía variar entre verde o marrón pero algo que no cambiaba era su olor, típico olor a arenero de gato recién salido de hacer sus cosas. Ese olor.

Lentamente, a modo de tortura, lo acercaron a su boca y Jungkook comenzaba a gritar con su boca cerrada, pidiendo ayuda.

-Te doy tres segundos o te mancharé el pecho con ésto.

Jungkook comenzó a asentir muy deprisa y ambos torturadores se miraron con una sonrisa liberando al prisionero.

-Pero no digáis nada.. -Murmuró con la mirada gacha. Todos asintieron. -Jin engañó a Nam..








...

Jimin entró en la casa, saludó a sus empleados y subió casi corriendo a su habitación.

-¡Yoongi! -Gritó Jimin nada más abrir la puerta asustando al que estaba jugando con su móvil en la cama. -¡Te necesito! -Gritó de nuevo cerrando la puerta trás sí y corriendo hasta tirarse a la cama.

Yoongi giró su cabeza como un perrito, esperando una respuesta.

-¿Qué harías si yo fuese tu novio y te pusiese los cuernos?

Yoongi se quedó en shock, ¿Qué acababa de decirle?

-Cálmate y ve despacio..

-Es simple, ¿Qué harías?

-Odiarte.

-¿Y para arreglarlo..?

-Jimin. -Llamó Yoongi acariciando la mejilla del otro. -¿Qué has hecho?

-¡Yo nada! -Gritó apartando la mano de Yoongi. Esta vez, se sentó sobre sus piernas, quedando frente a frente y Yoongi aprovechaba para colocar sus brazos alrededor de la cintura de Jimin. -Pero unos amigos sí y hay que ayudarles, por fi..

-Déjame dormir un rato y luego te contesto, ¿Sí?

Jimin negó.

-Pareces un abuelo durmiendo tanto, es más, ¡Esa frase es de abuelos! -Voceó cogiendo a Yoongi de los hombros y agitándole.

-Está bieeen.. -Bufó quitando sus brazos de su cintura para alejar las manos de Jimin de sus hombros, uniendo así las manos de ambos. -¿Qué quieres saber exactamente?

-¿Tú cómo perdonarías una infidelidad?

Yoongi comenzó a ponerse pensativo, la verdad, muchas veces se había preguntado qué haría él en una situación así y la verdad era que las soluciones no eran muy agradables.

-Jimin.. sinceramente creo que esas cosas no son perdonables..

Jimin hizo una mueca con sus labios. No le gustaba esa respuesta.
Intentó acomodarse mejor encima de Yoongi para acercarse aún más a él.

-¿Por nada del mundo..?

-Por nada.

Ahora trató de agrandar más su puchero, añadiendo unos ojitos de cachorrito hambriento.

-Seguro que lo perdonarías por algo.. -Murmuró separando una de sus manos de las de Yoongi y acariciando el pecho del nombrado con un dedo, haciendo una especie de figuras inventadas.

-Que no.

-Yoongi.. -Se quejó pasando sus brazos por el cuello de él apegándose a su cuerpo. -Sabes que sí, todos tendríamos un límite.. -Murmuró apoyando su cabeza en el hombro de Yoongi y dejando algún que otro beso por su cuello.

-Jimin.. -Dijo a modo regañina volviendo a abrazarle por la cintura. -Cuando pierdes esa confianza especial en la persona que tanto quieres, no se recupera.. -Dijo apretando más su agarre.

Jimin sabía por dónde iban los tiros de Yoongi, y no le restaba razón, pero necesitaba esa respuesta y sabía que no conocían a nadie más listo que él.

-¿Y si se intenta recuperar..?

Jimin comenzó a subir del cuello hasta la mandíbula, comenzando a dejar pequeñas marcas por donde pasaba y sintiendo la fuerza de Yoongi al apretar ambos cuerpos, sabía que le estaba gustando.

-Sería muy complicado.. -Musitó cerrando lentamente sus ojos, disfrutando de las caricias de Jimin.

-¿Entonces cómo? -Jimin sonreía por dentro, sabía que estaba consiguiendo llevarle a su terreno en cuanto comenzó a dejar besos húmedos de nuevo por su cuello. La respiración de Yoongi se notaba entre cortada y con su agarré consiguió unir ambos cuerpos, pudiendo así notar su respiración con su propio pecho. Jimin metió sus dedos por el pelo de Yoongi, dando suaves caricias notando lo mucho que le estaba gustando ese pequeño juego. -Vamos.. dímelo.. -Pidió con un ligero susurro en su oído, volviendo a las mordiditas en el cuello hasta subir a los labios, comenzado a dejar besos castos sobre y alrededor de ellos.

-Jimin.. -Murmuró Yoongi bajando sus manos a la espalda baja. -Tal vez haciendo cosas que sabes que para esa persona fue muy importante.. pudiendo hacerle recordar todo lo bueno..

Yoongi calló durante unos segundos para continuar el beso que Jimin le estaba dando.

-Muuchas gracias. -Dijo Jimin con una sonrisa en su rostro, comenzando a reír cuando Yoongi comenzó a abrir sus ojos algo desorientado, entonces se quitó rápido de encima y corrió fuera de la habitación, no sin antes despedirse con un pequeño "gracias".

Florecer (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora