🌼Ship: Jimnette🌼
James Lake Jr. Un joven de 17 años que por motivos de trabajo de su mamá, tuvo que ir a París. Ahí es donde conoce a Marinette Dupain-Cheng, una chica de su misma edad. Su amor mutuo dio como resultado ser padres aun siendo menore...
A la mañana siguiente, Jim le dio de comer a Toby, Marinette también le estaba ayudando, luego ella se sentó para alimentar a Arthur, mientras que Toby le explicaba lo que comían los trolls.
—Mira, todo en esta casa pueden comer los trolls, lo que no es alimento para nosotros lo es para ellos.
—Ooh, ya vi. Tengo algunas cosas viejas en mi casa, podría traérselas, espero que les guste.
—Rico...— Dijo el troll de mayor tamaño.
—Mientras tanto... ¿No tienen VHS?— Dijo Toby.
—Son algo antiguos, veré si consigo.
—La comida está lista TB.— Sonrió Jim.
—¡Que no me digas así! Mi nana me dice así y se siente raro cuando todos me dicen así.
—¿TB?— Preguntó Marinette.
—Toby bombón. — Le explicó Jim.
—Ooh, suena lindo.
—Si... Aunque no me gusta.
—Por eso Clara y yo te decimos TB.
—Los odio.— Cruzó los brazos.
Los tres rieron. Jim volvió a la cocina y Marinette seguía alimentando al pequeño.
—A pesar de que ustedes sigan siendo jóvenes, se ve que la llegada de Arthur no se les ha complicado nada.— Dijo Blinky.
—Mas o menos, ahora nos turnamos para ir a la escuela, la maestra ya sabe nuestra situación así que nos deja faltar mientras el otro va a la escuela, y a veces vamos los dos porque mis padres lo cuidan.
—Que bella pareja, Maese Jim. Eres bastante afortunado de tener como esposa a esta bella dama.
—Muchas gracias por sus palabras.— Sonrió la joven.
—Bueno, ya está lista la comida.— Jim comenzó a servir.
—Vaya Jimbo, todavía no has perdido el toque.— Dijo Toby mientras probaba un bocado.
—Gracias, es que aun no he dejado de cocinar.
—Cocinas excelente amor.— La joven comenzó a comer.
Jim se sentó y también empezó a comer. Paso apenas un minuto cuando sonó el timbre.
—Yo abro.— La joven se levantó y atendió.
—¿Adrien?— Se sorprendió.
—Hola Marinette, perdón si no te avise que vendría, es que no sabia si podía esconderme de mi guarda espalda, y cuando lo logré fui corriendo a tu casa y al ver que no estabas ahí tus padres me dieron esta dirección.
