💮NUESTRA UNIÓN💮

23

Pasaron algunos meses, a la chica se le notaba un poco mas el embarazo, era obvio, ya que llevaba siete meses, Jim iba ahorrando para empezar a comprar lo principal para el bebé, era tiempo de ir a ver si era niño o niña.

—¿Qué quisieras que fuera?— Preguntó Marinette con curiosidad.

—La verdad, no importa mucho eso, quiero que crezca sano o sana, este todo en orden y que tu estés bien.

La joven sonrió. Fueron al hospital y ahí iban a ver si era niña o niño. Esperaron su turno, cuando por fin llegó ambos estaban emocionados, la joven se acostó y el doctor comenzó a revisar en el monitor.

—Felicidades, es un varoncito bastante sano.

Ambos chicos estaban tan felices, la chica se le salieron unas lágrimas, él estaba mirando el monitor con un gran brillo en los ojos.

—Todavia no puedo creerlo, que esa criaturita tan linda, sea mi hijo...— Dijo el chico.

—Dentro de otros dos o tres meses estén listos para recibir al bebé.— Dijo el doctor.

—Muchas gracias.— Sonrió la joven.

A pesar de todo, aun seguían asistiendo a la escuela. Los compañeros de su salón apoyaban a los chicos.
Excepto Sabrina, Chloe y Adrien, él quería ayudarla, aunque su novia no le permitía tal cosa, sólo los miraba de lejos, sonreía y volvía a lo suyo.
Un día llegó Luka, el hermano de Juleka, quien a pesar de todo lo que había visto, todavía seguía amando a Marinette. Un día se acercó a ella.

—Vaya, veo que ya estás formando una familia.

—Si, estoy bastante feliz, aunque algo asustada.— Sonrió nerviosamente.

—Lo se, debe ser complicado venir a la escuela y cargar con ese bebé, si quieres que te ayude en algo solo dímelo ¿Si? Es que me preocupo por mi amiga...

El chico la miró angustiado.

—Es verdad, es cansado. Pero bueno, tu no te preocupes por mi ¿Si? Jim me cuida bastante bien.

—Bueno, aunque la verdad ese chico no me agrada.

—¿Por?

—No lo se, es algo posesivo ¿No lo crees?

—No, para nada. Todo lo contrario.

—Pero ¿No has visto cómo se pone cuando yo me acerco a ti?

—No, sólo debe ser otra cosa.

—Mari, me preocupa eso... No quiero que en un ataque de celos te quiera agredir.— Tomó el hombro de la joven.

—Yo lo conozco, y no sería capaz de tal cosa, el me ama y yo a él.

—Esta bien, pero cualquier cosa me avisas... Te quiero.

Se despidió de ella y después se fue. La joven se quedó guardando algunas cosas en su casillero, Jim se acercó a ella.

—¿Qué quería?— Dijo seriamente.

—Nada, sólo me deseo suerte.

—Vale, pero... Ten cuidado, ese tipo no me agrada.

La chica recordó que Luka le había dicho algo similar.

—Que curioso, él dice lo mismo pero de ti, aunque obviamente confió en ti.

—...

—Tu sólo guarda la calma, solamente le hablo por lo de su vestuario, una vez hecho posiblemente me deje de hablar.

—Eso espero, ¿No dijo cosas malas de mi cierto?

—No, bueno... Dijo que según tenia miedo de que te agarre un ataque de celos y me golpees, pero se que eso no pasará.

—¿Esta loco? Nunca te pondría una mano encima, para nada. Que él se preocupe de que yo le pegue a él.

—Vamos a casa Jim, No le hagas caso.— Sonrió.

—De acuerdo.

Se tomaron de las manos y salieron de la escuela, llegaron a la casa y Jim cocinó, despues de unos minutos sirvió la comida.

—Un rico platillo para mi hermosa novia, y también para mi lindo niño.

—Jim, eres muy amable. Aunque sólo comeré un poco, no tengo mucha hambre.

—Ya veo, pues vale.

La chica comenzó a comer, el chico también la acompañaba en la comida, sólo que este la miraba y se quedó perdido en su belleza.

—... ¿Que sucede?— Preguntó la joven.

—Es que veo tu hermoso rostro, y mi corazón comienza a palpitar... Te amo, Marinette.

—Y yo a ti, mi caballero.— Le dió un beso en la mejilla y continuó comiendo.