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Al retirar las dos prendas inferiores de la joven, notó la entrada de la joven, comenzó a repartir besos en toda el área.

—¿Que ... Que haces?

—Blinky dijo que yo no podría hacerlo contigo, pero no dijo nada de poder darte a ti placer...

Continuó dando besos en aquella zona, cuando repentinamente comenzó a utilizar su lengua. La chica se sobresalto y comenzó a gemir.

—Aah, Jim... E... Espera...— Cerró sus ojos.

El chico se detuvo, miró a la chica, sonrió y se acostó a lado de ella.

—¿Qué sucede?— El chico la miró.

—...— Estaba bastante sonrojada.

—¿Continuo?

La joven asintió con la cabeza. El joven puso un brazo entre el cuerpo de ella y la cama, sujetando su hombro y su otra mano la colocó en la entrada de la joven, comenzó a mover las llenas de sus dedos en su clítoris.
La joven soltó leves jadeos, al notar que ya estaba lubricada aquella zona, metió un dedo haciendo que la joven soltara un gemido.
Comenzó con pequeñas embestidas, la chica movía su cadera conforme a los movimientos.

—¿Te esta gustando eh?— Dijo el chico entre jadeos.

—Si...— Dijo con dificultad.

El chico ahora metió otro dedo, haciendo que la chica arqueara la espalda y cerrara los ojos con fuerza.

—¡Aaah!— Marinette abrazó a Jim haciendo que este se exitara aun mas, aunque trataba de controlarse.

El chico iba controlando lo que en ese momento sentía, sólo quería que su amada lo disfrutara, aunque le daba curiosidad si ella quisiera intentar algo.

—Oye, ¿Recuerdas que una vez cuando íbamos a terminar sin querer me transformé en un troll?

—¿Lo vas a recordar en estos momentos?— Dijo entre gemidos.

—Quería saber si, bueno. ¿Te gustaría hacerlo de nuevo?

—¿Que? Pero... ¿Dolerá?

—Ya lo probamos... ¿Dolió?

—Bueno, la verdad si me sorprendió que de repente se sintiera algo mas, ya sabes... Grande. Pero no dolió.

—¿Quieres intentarlo?

—... De acuerdo... Pero, tengo miedo... ¿No tenias guardado dos preservativos?... Ah, es verdad... Los dejaste en tu casa.

—Emm, de hecho...— Sacó de su bolsa del pantalón uno.

—¿Porque tenías un condón?

—Nunca se sabe, como ahorita.

—Pervertido.— Dijo con una sonrisa.

—Pero sirvió ¿No?

—Es verdad.

El chico se quitó su ropa y terminó de quitársela a la joven, se transformó y después se puso el preservativo, una vez colocado se acostó encima de ella, el aumento de tamaño corporal, el color y aquellos cuernos que sobresalían de la cabeza de aquel chico hizo que la joven se sintiera intimidada. La chica dio un pequeño vistazo al miembro del chico, este era de mayor tamaño la chica se sonrojo al tener en mente que eso en unos segundos estaría dentro de ella.
El chico al notar que ella estaba temblando sonrió y le plantó un beso dulce.

—Tranquila, cualquier cosa que no lo soportes me avisas ¿Si?

—Va... Vale...— Sonrió.

El chico tomó la pierna de la joven y comenzó a penetrarla. La chica soltó un gemido ahogado.

—¿Estas bien?

—Si... Sólo espera ¿Si? ...

—De acuerdo.

El chico se esperó un poco, después de que la chica se preparara, le dijo que continuara, el joven troll continuó con las embestidas, la chica arqueaba la espalda, la ojiazul
Comenzó a rasguñar la espalda de el troll, aunque este no le pasaba nada debido a que sen encontraba en su modo troll y su piel era mas dura.
Siguieron con lo suyo, jadeos, gemidos y frases románticas inundaban la habitación. Estaban tan distraídos que no escucharon que el tipo de hace rato abrió la puerta y los miro con una sonrisa de oreja a oreja, cerró con cuidado la puerta, se desabrochó su pantalón y comenzó a tocarse.
Ellos no se habían dado cuenta de lo que pasaba, cuando por fin, las ultimas embestidas del troll hicieron que ambos llegaran al orgasmo. El chico salió de ella y se acostó a su lado, la abrazó y le dió un beso en la mejilla.

—Te amo.

—Y yo a ti.— Sonrió.

—¿Eso es todo? Vamos chico, continúa.

Ambos se espantaron y se sentaron.

—Vaya chica que te andas comiendo, que envidia.— Sonrió.

Marinette se asusto al ver lo que ese tipo estaba haciendo.
Jim de inmediato tomó sus prendas y tapó a la joven y a él.

—¿Que estás haciendo imbécil?

—Vamos chicos, si no quieren que me una a ustedes aunque sea dejen ver.— Sonrió.

—¡Que asco!— La chica se asustó aun mas.

—Tapate tu cosa.— Jim le tapó los ojos a la chica.

—Que tímidos son, vamos.

—Dejanos en paz...— La chica abrazó a Jim.

El chico comenzó a acercarse, sujetando su miembro, su mirada era perturbadora.

—¡No des un paso mas, depravado!— El chico abrazaba con fuerza a Marinette.

La joven estaba llorando.
De la nada salió Stive y sujetó al tipo del cuello con ayuda de su brazo.

—Jim, ¿Les hizo algo?

—No...

Stive lo sacó de la habitación y lo tiró. Jim aprovechó el momento para vestir a la chica, luego él se transformó, por suerte no hubo problemas en eso, se vistió, después se salieron del cuarto y se quedaron parados viendo al chico sometiendo al sujeto extraño.

—¿Como abrió la puerta si cerré con seguro?— Dijo Jim.

—Este chico es amigo del que hizo la fiesta, así que tiene las llaves de las habitaciones.— Aclaró Stive.

—¿Lo conoces?

—Eramos amigos, hasta que comenzó a ingerir drogas y alcohol. Desde ahí se retorció.

—¿No te quieres unir a nosotros Stive?— Sonrió desde el suelo.

—¡Callate! De verdad lo siento mucho Jim, no quería que se amargara tu momento.— Stive lo miró.

—No te preocupes, ya nos vamos. Muchas gracias por todo.

Jim tomó a Marinette del brazo y bajaron las escaleras.

💮NUESTRA UNIÓN💮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora