💮NUESTRA UNIÓN💮

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Marinette se incorporó a la clase, cerró la puerta con lentitud y se sentó al lado de Jim.

—¿La alarma no sonó? — Dijo Jim mientras apuntaba lo que el profesor escribía en el pizarron.

—Algo así hehe...

—Te perdiste de algunas integrales, te explicaré en el receso ¿Si?

—Vale, muchas gracias.— Sonrió.

—No hay de que, para eso están los amigos.— Le devolvió el gesto.

(Ignoren el casco, solamente pongo las imágenes como para que se den una idea de los gestos y acciones)

Pasaron las horas, Marinette se apresuraba en escribir las cosas. Por fin sonó la campana, todos salieron al descanso.

—Bueno, vamos a comer y como tenemos cuatro horas libres me podrás decir de lo que me perdí ¿Vale?— Sonrió.

Jim la miraba seriamente.

—¿Qué sucede, Jim?— La chica de inmediato dejo de sonreír.

—No te hagas la que no se acuerda.

—No entiendo.

—¿Donde estuviste ayer? Me tuviste todo el día preocupado, como aun no tengo tu número no pude marcarte y no supe si estabas bien...

—Ooh, de verdad lo siento. Fui corriendo hacia mi casa... Pero no te preocupes ¿Si? Se cuidarme sola.

—Pero no vuelvas a hacer eso niña...

—Vale, ya no lo haré hehe.— Sonrió nerviosamente.

—Mas te vale, si no, no te pasaré los apuntes.

—Eee... Está bien, no te pongas pesado.

Ambos rieron, después de aquella platica se sentaron y antes que nada intercambiaron numeros de teléfono, luego comenzaron con las explicaciones de los problemas que le profesor había explicado cuando Marinette no se encontraba presente.

—Bueno, eso es todo, no es muy complicado siempre y cuando sepas factorizar.— Dijo Jim.

—Vale, wow... Contigo las matemáticas son mas fáciles, de ahora en adelante te invitare a mi casa para que me enseñes algunas cosas.— Sonrió.

—Vale, no tengo ningún problema, también si quieres ir a mi casa para que pueda cocinarte algunos platillos.

—¿Sabes cocinar?

—Claro, hoy te invito ¿Si?

—Vale, pero... No causaré molestia?

—Claro que no, este día estaré solo. Mi mamá se quedara algo tarde en el hospital.

—Vale hehe, me encantaría probar tu comida... Mientras no tenga Toloache* con gusto la comeré. — Rió.

—Como eres, eh niña... Claro que no.— También soltó una risa.

Pasaron otros minutos hablando y después tomaron sus cosas y salieron de la escuela y se dirigieron hacia la casa de Jim.

*Toloache: en México se conoce como una hierva que se le echa a la comida para que el que la haya comido se enamore del que se la dio.