Después de tanto tiempo, Catalina vuelve a encontrarse con su primer amor, mismo que resultaba imposible debido a la gran diferencia de edad.
Por azares del destino,un día conoce a Noah y sus sentimientos se desorganizan por completo, ya que él la t...
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Capítulo 9| Estoy molesta contigo.
Catalina Russell.
Ha pasado una semana desde lo sucedido el día de mi fiesta de cumpleaños. He estado muy cortante con todo el mundo bueno hay excepciones como mis dos amigos, mi padre, Sam y Nina. No quería descargar todo mi mal humor a ninguno de ellos pero con el resto sí lo estaba, ni siquiera me volteaba a ver a Noah cuando lo único que ha hecho ha intentado coincidir conmigo para poder hablar, pero lo he mandado a la mierda.
Ya es domingo por la noche y por fin acabe con mis trabajos y con mi única clase online (que es un total asco) pero he acabado. Todo el fin de semana me la pase encerrada en mi habitación, haciendo trabajos adelantados y así no estar tan cargada durante la semana.
Miro la hora en mi celular y ya son un poco pasadas las once de la noche. Me tiro a mi cama boca arriba descansando mis manos sobre mi vientre perdiéndome en mis pensamientos.
Pero salgo de mis pensamientos al oír que alguien tocó la puerta más de tres veces. Me siento bruscamente en la cama y la puerta se abre dejándome ver a Kevin prado bajo el marco de la puerta.
<< Al parecer alguien no puede dormir...>>
— ¿Podemos hablar?— Me preguntó.
Desde nuestra última conversación "algo intensa" he decidido ignorarlo también pero al parecer él no ha captado el mensaje de que no quiero siquiera escucharlo abrir la boca.
— No quiero hablar contigo.— Contesté.
Él entro a mi habitación de todas maneras sin siquiera habérselo autorizado. Se paró frente a los pies de la cama, evite mirarlo a los ojos.
— Quiero hablarte sobre lo que paso con Alissa.— Esta vez decido mirarlo a la cara. Kevin se colocó de cuclillas frente a mí.— Sé que debes estar preguntándote que es lo que le paso.
— Kevin, ese es un tema delicado para ti y no quiero presionarte...
— Quiero contártelo.
Al ver sus ojos noté como si estuviera rogándome a que lo hiciera, a que lo escuchara. Sentí algo dentro de mi pecho al ver esa tristeza en su mirada así que termine accediendo y él se sentó a mi lado.
— ¿Qué...paso?
Kevin tardó un minuto antes de hablar.
— Nuestro matrimonio ya no era el mismo desde que Sam cumplió sus cuatro años, yo estaba apenas comenzando abrir cadenas de restaurantes en otras ciudades y el mayor del tiempo yo no estaba en casa.— Murmuró, luciendo triste.— Alissa y yo comenzamos a discutir con frecuencia, iba hacerme escándalos a mi oficina delante de algunos socios dejándome mal con ellos. Y en casa era peor, me amenazaba con llevarse a Sam.— Estábamos a oscura en mi habitación, lo único que apenas alumbraba era la lamparita pequeña que se encontraba en mi escritorio.— Intentaba arreglar las cosas y salvar nuestro matrimonio pero era imposible porque cada vez que intentaba solucionarlos ella me echaba en cara lo de Rebeca y...— Se detuvo un momento, entonces me hice la pregunta del millón ¿Quién es Rebeca?— El punto es que, ella y yo llevamos a Sam al dentista y cuando volvíamos a casa. Le dije que quería el divorcio se puso como loca y comenzamos a discutir en el interior del auto mientras mi hijo lloraba en su sillita en los asientos de atrás.
