Después de tanto tiempo, Catalina vuelve a encontrarse con su primer amor, mismo que resultaba imposible debido a la gran diferencia de edad.
Por azares del destino,un día conoce a Noah y sus sentimientos se desorganizan por completo, ya que él la t...
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Capítulo 34| Lo quiero tanto que daría mi vida por salvar la suya.
Catalina Russell.
Abro los ojos por segunda vez y una sonrisa melosa se dibuja en mis labios y me toma unos segundos controlar las mariposas que revoloteaban en mi estómago inmensamente feliz. Siento unos brazos rodearme la cintura y le sigue un beso justo en la parte de atrás de mi cuello.
No me muevo, no quiero hacerlo para seguir disfrutando de aquel abrazo. Pero no aguanto más y me doy la vuelta quedando frente a mi novio.
— Buenos días.— Dice con voz perezosa, presionando sus labios contra los míos.
— Buenos días.— Volví a besarlo.— ¿Dormiste bien?— Pregunté.
Una sonrisa de enamorado se le dibujo en los labios.
— Nunca había dormido tan bien en mi vida.— Sonreí.— Debo tomarme los medicamentos, no tardo.
Luke se levanta de la cama y suelto un suspiro. Decido no seguirlo con la mirada, porque no quiero demostrarle cuanto me afecta tenerlo cerca de mí y sobre todo semi-desnudo, pero vamos, era imposible no evitarlo.
Me doy la vuelta otra vez, pasan unos minutos y siento como la cama se hunde a mi lado. Su cuerpo no tarda en pegarse al mío y sus brazos vuelven a rodearme.
— Me gusta muchísimo poder tenerte así.— Susurra contra mi pelo, en un tono más profundo.
Sonreí.
— A mi también me gusta.— Digo, acercándome más a él.
Vuelvo a girarme hacia a él encontrándome con esos ojazos azules que me tienen enloquecida. Él me sonríe y deja un beso en mi frente.
— Con todo lo que hicimos anoche, sí, dormí excelente.— Alargué mis dedos para poder acariciar su rostro.
Los días habían transcurrido con mucha calma. Mis amigos habían arreglado sus diferencias y hasta el momento Joshua le ha brindado una nueva oportunidad a Lisa, y con todo lo que me enteré no he tenido la oportunidad de encontrarme con Noah y hablar con él.
Primero porque Alex, Noah y su padre aun regresan de Carolina del Norte y yo no he querido preguntarle nada a mi novio de eso. Así que lo he dejado pasar hasta que Noah regrese.
Luke cierra los ojos con una sonrisa mientras disfruta de mis caricias, mientras que yo los mantengo abiertos admirando su hermoso rostro.
— Luke.
— ¿Hmm?
— ¿No deberíamos ya levantarnos? Tu madre y tus hermanos podrían llegar en cualquier momento.— Murmuró, pero él no contesto.
