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Esto sucede en la misma tarde que Luke y Catalina se encuentran

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Esto sucede en la misma tarde que Luke y Catalina se encuentran.

Capítulo 23| No quiero parecerme a ti, ni ser como tú.

Luke Lowell.

A lo largo de mi vida he escuchado muchas cosas sobre el amor, y que una de esas cosas era que el amor es ciego. Y en cierta forma es verdad, nos cegamos al estar enamorados y yo lo estaba en estos momentos por ella.

Todos los días me muero por verla otra vez. De tomar su mano y mirarnos a los ojos, me encanta la manera en como ella mira y se sonroja al ver mis hoyuelos al momento de sonreír. Catalina Russell me trasmite esa tranquilidad que todo mi sistema necesita. Al estar con ella me siento seguro, me muero de ganas de besarla cada vez que nos encontramos. Me entra el deseo de enseñarle todo el universo que habita en mi mente, ella es todo lo que necesito, lo que he buscado y que por fin he encontrado.

Y la verdad es que me muero de ganas de compartir mi vida con ella, despertar juntos entre risas, entre besos y abrazos porque he me dado cuenta que le encanta que hablen con amor y quiero hablarle así todos los malditos días de lo que me resta de vida.

Me enamoré. Me enamoré de ella, de su pelo, de sus ojos; de su sonrisa, de sus labios, de su forma de caminar y de su manera de hablar. ¿Tan mal estaba como para enamorarme de esa mujer que es arte ante mis ojos? Definitivamente estaba ciego, más estaba volviéndome loco por esa atractiva mujer a quien he besado con deseo y amor.

Sonrío como un idiota una vez más.

Me paro frente a la puerta y busco las llaves en el bolsillo trasero de mis pantalones. Al abrir y cerrar la puerta de madera detrás de mi a las dos primeras personas a quienes veo son a mis hermanos pequeños.

— ¡Mamá, Luke ya está en casa!— Gritó mi hermanita.— ¿Dónde estabas?— Me pongo de cuclillas y sacudí su lindo cabello rubio.— ¡No hagas eso!— Exclamó a lo que o reí.

— Noah está molesto.— Habló mi hermanito, parándose junto a su melliza.— Discutió con mamá y al parecer es por ti.— Murmuró.

Suspiré.

— ¿Y dónde está mamá...?

— ¡Luke!― Mi madre salió de su habitación.― Martín, Clara vayan a terminar sus deberes ahora.― Les exigió, mis hermanitos me dieron una mirada rápida antes de irse y obedecer a mamá.

Al quedarnos solos, mi progenitora se acercó a mi tomándome por los hombros mirándome de pies a cabeza a lo que solté un suspiro. Y con gentileza aparte sus manos de mis hombros.

― Estoy bien, madre.

― Sabes que no me gusta mucho que salgas y menos solo.― Dijo, dando un paso hacia atrás.

Me pasé la mano por el cabello.

― ¿Y qué quieres, madre? ¿Qué me la pase encerrado en las cuatro paredes de mi habitación hasta que me muera?― Dije, con la mirada fija en sus ojos azules a lo que me arrepiento al solar lo último al notar que le afecto.― Lo siento, no quise decir eso.― Cogí sus manos.― Estaba con Catalina.

Stay With Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora