Después de tanto tiempo, Catalina vuelve a encontrarse con su primer amor, mismo que resultaba imposible debido a la gran diferencia de edad.
Por azares del destino,un día conoce a Noah y sus sentimientos se desorganizan por completo, ya que él la t...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo 31| Si tengo la fuerza para hacerte feliz, lo haré.
Catalina Russell.
Había llegado completamente destrozada a casa de mi mejor amigo, su madre fue quien me recibió me resulto difícil dejar de llorar apenas ella me envolvió en sus brazos intentando calmar ese pequeño dolor que me oprimía el pecho.
Joshua a los minutos se asomó detrás de su madre, con su cabello desordenado, sin camiseta y únicamente con el pantalón de su pijama. Presenciando la escena, entonces ambos me abrazaban consiguiendo que ese dolor disminuyera. Me entraron a la casa, Susana la madre de Joshua me presto de su ropa, me encerré en el baño y me cambie sintiéndome más cómoda. Al salir mi amigo me espera apoyado contra la pared mirándome de pies a cabeza y me extiende un abrigo de polar a lo que yo acepto.
Al colocármelo él vuelve abrir sus brazos para que yo vuelva abrazarlo y hago, escondiendo mi rostro entre su cuello.
— ¿Ya estas tranquila?— Preguntó, Susana.— e he traído agüita con azúcar.— Fuerzo una sonrisa y cogí el vaso.
— Gracias.
— Ven, vamos.
Joshua me abrió la puerta de su habitación, mi bolso estaba sobre la cama y ni siquiera tengo ganas de coger mi celular para avisarle a mi padre que no llegare a dormir.
— ¿Sucedió algo durante esa cena?— Preguntó, con cierta cautela.
Sin decir nada, me meto debajo de las cobijas cubriéndome hasta la mitad de mi torso y con la mirada perdida.
— Catalina, ¿Qué es que lo paso?
Joshua rodea la cama, se pone de cuclillas cogiéndome de las manos. Son suaves y cálidas. Quería que me abrazara con fuerza y llorar nuevamente en sus brazos.
Una parte de mi sabía que no iba a ser lo suficientemente fuerte para sumar otra perdida en mí vida, no quiero ver morir a Luke, no quiero perder a nadie más.
"Luke está enfermo..."
"Le queda menos de un año de vida..."
"Dejara de caminar, de hablar, hasta que su cuerpo no pueda más..."
"Tengo que asumirlo de una puta vez..."
Joshua se reincorpora y retrocede, por primera vez desde que llegue soy capaz de mirarlo a los ojos. Se mostró muy preocupado.
— Catalina... ¿dime que es lo pasa?
<<Vamos, dile...>>
— L-Luke está enfermo...— Tragué saliva con dificultad.— V-va...a...morir.
De tan solo decir aquellas palabras en voz alta no pude más y rompí en llanto. Había crecido perdiendo a muchas personas importantes en mi vida y ya no quería más, no quería más dolor en mi corazón.
