1.- Soledad

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Cuando sientes que todo se apaga, que ya nada es lo mismo, cuando te engañas a ti misma y sientes que no puedes más.  Siempre llega esa persona que consigue salvarte, aunque no lo sepa. 
Los sentimientos confunden a las personas y cambian el carácter, a lo mejor nunca la hemos deseado, o nunca nos hemos dado cuenta de que existe. Pero cuando lo hacemos, nos damos cuenta de que siempre nos ha hecho falta. 



Buscando una salida a su tristeza estaba ella tumbada en una cama, solo se oían pasos pero nadie entraba ni siquiera a contarle que había pasado. 

Al fin consiguió levantarse de la cama aunque estaba débil. Después de la muerte de Dumbledore, Harry, Ron y ella habían sido llevados a Grimmauld Place. Allí Harry fue con algunos de la orden a buscar las almas de Voldemort, y ahora también se habían llevado a Ron. No sabía nada de nadie y estaba sola, llevaba varios días sin comer y durmiendo pocas horas. Se dirigió a la puerta y escuchó algunas voces que le resultaban conocidas, pero no podía adivinar a quien pertenecían. 

Aquella noche había ido casi toda la Orden a algún lugar, se oyó gran ajetreo, pero aún así a ella no le decían nada. Se dirigió a su cama y se sentó dejando caer alguna lágrima, se sentía sola y triste, no sabía nada de sus amigos y no le dejaban apenas salir de su habitación, aunque al separarla de sus amigos no quería saber nada de lo que pasaba. Solo le avisaron cuando la muerte de sus padres, murieron por ser sus padres y eso era lo que más rabia le daba, iban a por ella, y ellos pagaron el precio, ahora estaba completamente sola.

Alguien tocó a la puerta, se quitó las lágrimas rápidamente aunque claramente se veía que había llorado. 

- Hermione cariño, baja un momento al salón. – dijo la señora Weasley con esa voz maternal que derretía a cualquiera. 
- Ya voy. 

Se levantó lentamente y antes de bajar besó una foto en la que salía ella con Harry, Ron y Ginny, la pequeña de los Weasley fue enviada con su hermano mayor a Rumanía puesto que allí no había tanto peligro. Bajó las escaleras lentamente y al llegar al comedor pudo distinguir a sus dos amigos... si, habían vuelto. Se abrazó sin poder controlar las lágrimas, estuvo así durante minutos, nunca se había sentido tan feliz. Harry y Ron solo la abrazaban y acariciaban, estaban muy preocupados por ella. Le dieron besos para que se relajara, le pidieron perdón mil veces y le decían que lo sentían otras mil veces. 

Al final Hermione cayó al sofá medio fulminada y con sumo cuidado la llevaron a su cuarto, allí la tumbaron en la cama y ellos fueron a ducharse y a comer algo. 

PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora