34.- Volverte a ver

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- No puedes decirle nada Potter… no quiero que se entere, entiendes?. 
- Pero… ella- contestó Harry.
- Potter… no vuelvo a avisarte.- dijo mirándole desafiante. 

Salió de la habitación hecho un huracán y se fue de esa casa. Harry se quedó mirando la puerta y decidió subirle el desayuno a su amiga. 

Abrió la puerta lentamente, y Hermione ya estaba despierta sonrió al ver a su amigo con el desayuno, le debía una disculpa por la discusión de aquella noche, sin embargo un amirada fue suficiente para él. Se sentó en la cama de Hermione y puso la candeja en sus rodillas, la chica se incorporó y abrazó a su amigo.

- Estamos todos un poco tensos… - dijo Harry.
- Si, sobre todo yo… levo aquí 10 meses prácticamente sola.. – dijo Hermione.
- Te entiendo, pero esta misma noche las tendrás aquí.. te lo prometo. Desayuna, que nos tenemos que ir. 
- Esta bien Harry, ahora bajo. 

Hermione desayunó tranquilamente y bajó en pijama a prepararles bocadillos a los chicos. Evelin apareció en la cocina poco después frotándose los ojos. 

- Buenos días pequeña!- dijo Hermione dándole un beso. Destrás apareció Ron.
- Buenos días Hermy.. tienes ya los bocadillos?... – preguntó dándole un beso en la mejilla.
- Si, aquí los tienes… tener cuidado.. – Ron sonrió.
- No te preocupes, Evelin, preciosa, dale un beso a papá. – la pequeña con una sonrisa besó a su padre. 
- Hermione!... puedes venir un momento?.. 
- Si, Harry ahora mismo. – la chica salió de la cocina y se reunió con su amigo en el vestíbulo. – dime Harry. 
- Quiero que sepas, que esta tarde vendrá alguien aquí… tienes que preguntarle la contraseña antigua… te acuerdas?
- Si, me gustan los muggles… - Hermione rió.
- Exacto, por cierto, no hagas que huya por favor… 
- Por que dices eso?.. – dijo enfadada. 
- Digamos que, teneis vuestras diferencias. – Harry rió y fue a la cocina para despedirse de la pequeña. Hermione se quedó pensativa y acabó entrando en la cocina. 
- Evelin, pórtate bien con la tia Hermione… 
- Si papá.. quiero leche- dijo la pequeña. 
- Ahora mismo te la hago.. – Hermione se despidió de los chicos y le hizo la leche a la pequeña. 

Desayunaron tranquilamente, Hermione limpió mágicamente la casa, ya que siempre que tenían visita o era una personalidad mágica bastante importante o era Molly Wesley, la cual se ponía nerviosa de ver el polvo. 

No podían vivir con ellos, ya que en el mundo mágico seguía todo normalmente, Arthur ascendió a jefe de departamento, los gemelos seguían con su tienda, a la cual iba a trabajar Ron hasta que secuestraron a Luna y a Ginny. Las batallas se libraban en las afueras, sin pueblos de por medio, o eso evitaban los aurores. Ya que la batalla final estaba apunto de llevarse a cabo. 

Hermione estaba en el comedor, acababan de comer y había acostado a la pequeña para que durmiese un rato, y ella se dejó vencer por el sueño. Una media hora después alguien tocó a la puerta, Hermione fue hacia ella varita en mano y preguntó la contraseña, una voz varonil le respondió lo que Harry le dijo. Y le dejó pasar. Era un chico alto y delgado, llevaba una capa gris larga y con la capucha se tapaba prácticamente toda la cara. El chico entró en el comedor y se quitó la capa de espaldas a Hermione la cual seguía de cerca cada movimiento sospechoso del chico que acababa de llegar. Al quitarse la capa se dio cuenta de que conocía a esa persona, que la había visto antes y sobre todo que tenía ganas de verla. 

Draco malfoy se dio la vuelta y Hermione se quedó estática, el chico la penetró con su mirada, tal y como la recordaba, un amirada fría, calculadora, pero había un brillo en esos ojos que echaba de menos, ese brillo de felicidad que tanto tiempo esperó ver. Hermione reaccionó y se acercó lentamente a él, su mano inconscientemente se puso en la mejilla del chico y lo tocó suavemente cerrando los ojos, el chico también los cerró, llevaba tanto tiempo soñando con aquel gesto, que se le pasó el tiempo volando, ya que una niña con un pijama de brujitas rosas apareció frotándose los ojos llorosos y con su muñeca en la mano. 

Hermione al verla se preocupó, corrió hacia ella y la cogió en brazos, le hizo un gesto a Draco para que se sentara en uno de los sofás que había en la sala. El chico hizo caso mientras Hermione tranquilizaba a la pequeña. 

- Que pasa Evelin?... – preguntó dulcemente, ante este gesto a Draco le recorrió un escalofrío. 
- Van a venir hoy?... – preguntó la pequeña. 
- No lo se Evelin.. tu papá y Harry han ido a buscarlas, pero no se si habrán podido llegar.
- Pero están mucho tiempo de viaje!!!- gritó la pequeña.
- Lo se pequeña… no creo que tarden mucho en venir… - la niña sonrió y se abrazó a Hermione. Draco miró la escena y Hermione le miró en el otro lado del comedor sentada en un sofá en frente del suyo, solo los separaba una mesita de café. – Draco.. quieres algo para tomar?.. – preguntó educada.
- Haz chocolate!! Que te sale muy rico!... y… quien es ese señor?.. – preguntó curiosa la niña. Hermione rió.
- Te apetece chocolate?... 
- Está bien.- Hermione se quedó estática al oír su voz parecía, más ronca que de costumbre. 

Hermione hizo aparecer unas tazas de chocolate y una jarrita con leche, la cual añadió al chocolate de Evelin para que no estuviera tan fuerte. Draco cogió su taza y empezó a beberselo sin quitarle la vista de encima a Hermione. Evelin estaba enfadada por que no entendía que hacía un extraño en su casa, por que ella nació allí y no había conocido otra casa que no fuera esa. 

- Es tu hija?- preguntó Draco. Hermione se atragantó. 
- No, para nada, es la hija de Ron y Luna. – dijo ella mientras sonreía, la niña le miró enfadada.
- Tia, me dices quien es este señor?.. 
- Ah, si, perdona… Draco Malfoy, Evelin Wesley. – la niña se levantó y fue hasta Draco y le tendió la mano, Draco divertido tomó la mano de la niña, la cual le saludó con un “ mucho gusto”. La niña siguió tomándose el chocolate mientras Hermione y Draco solo se miraban, ninguno podía pronunciar palabra. 
- Eh.. esto.. donde has estado todo este tiempo?- preguntó Hermione.
- De aquí para allá.. de allá para aquí… ya sabes. – contestó él.
- Aam.. que interesante.
- Tu que has hecho?.. – preguntó él.
- Yo.. pues, acabé la carrera de economía y luego vine aquí… y llevo aquí casi un año. – Hermione le tocaba el pelo a Evelin, estaba nerviosa, no sabía como actuar ante él, quería verle desde hacía mucho tiempo, y ese roce la había dejado completamente vulnerable, él no tenía los pies en la tierra, no le guardabe rencor ni la odiaba, ni nada de nada, y después de lo que le hizo y contando con que él es Draco Malfoy, es un hecho muy extraño. Evelin miró a Hermione.
- Estás nerviosa?..- le preguntó la niña, ella se sonrojó, Hermione negó con la cabeza.- pues siempre que estás nerviosa me tocas el pelo. – Draco sonrió.
- Por que estás nerviosa?- preguntó con una ceja en alto. 
- No estoy nerviosa!- quitó la mano del pelo de la niña que reía junto a Draco por el gesto de enfado tan gracioso que tenía. – y tu que haces aquí?.. – preguntó a Draco.
- Pues, voy a ayudar a Harry y a Ron para la liberación de… - Hermione abrió los ojos descomunalmete y le hizo una señal con la cabeza hacia la niña que le miraba.- de… los aurores que han secuestrado.
- Pero si ellos han ido esta mañana.
- Han ido a mirar el terreno y a ver si la estrategia que hemos planeado podría servir. – Hermione miró a un punto fijo, la niña ya se había acabado el chocolate así pues se levantó a retirar las tazas, al pasar po el lado de Draco pudo recordar su aroma. Al volver se sentó junto a él. El chico se puso muy nervioso por tenrla tan cerca, le sudaban las manos y el labio le temblaba. 
- Te he echado de menos. – susurró la chica, se acercó lentamente a él, pero una pequeña rubia les interrumpió.
- Tia- Hermione se giró hacia la pequeña- de donde vienen los bebés?.- Draco rió.
- Venga, explícaselo… - dijo divertido. La castaña le fulminó con la mirada sin embargo tenía una sonrisa en su cara. 
- Pues, el papá tiene una semillita que la pone en la barriguita de la mamá.. entonces el bebé está nueve meses en la tripa y luego nace. – La niña sonrió de acuerdo con la explicación que su tia le había hecho. – por que preguntas eso?.. 
- Por que no lo se… - Hermione rió. 
- Quieres pintar?.. 
- Siii!!! Cuadernos muggles!! – la chica convocó unos cuadernos de dibujo sy unas pinturas, así la niña se entretuvo el resto de la tarde. 
- Trabajas en algo?.. – preguntó ella.
- Si, como ya te dije alguna vez, quería trabajar en el departamento de exteriores… en el internacional… y ahí estoy. 
- Es interesante, debo suponer que sabes hablar muchos idiomas. 
- Si.. domino a la perfección el inglés, francés, alemán y ruso, y ahora aprendo chino y árabe. – Hermione se impresionó por todos los idiomas que sabía hablar. Se hizo un silencio bastante tenso, ahora la situación cambiaba, ninguno de los dos se miraba, desviaban sus ojos hasta otro sitio. Hasta que un estruendo en el jardían les hizo ponerse en guardia. 

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