- Buenos días- susurró Draco al oído de su mujer mientras ella dormía plácidamente, pasó su mano por la cintura de ella lentamente y poco a poco ella iba abriendo los ojos.
- Buenos días cariño. – Hermione besó a su esposo y sonrió. – me gustaría dormir un poco más, te importa? – preguntó dulcemente.
- Para nada. – Draco con una sonrisa se levantó y fue al comedor donde sus hijos le esperaban.
Jessica le miraba altiva, pero con una leve sonrisa en su cara, los gemelos estaban susurrándose algo, y según los conocía nada bueno podía pasarles por la cabeza, mientras su pequeña hija Cissa leía un libro tranquilamente junto a su hermana mayor.
- Bien chicos, estáis preparados?- todo asintieron con la cabeza.
- A mamá no le va a gustar… - dijo Cissa con su voz dulce.
- Ya lo sé, pero no hay nada mejor que empezar mal el día y acabarlo bien, es su frase preferida, así que la llevaremos a cabo.
- Es un poco exagerado, pero me gusta- Draco sonrió, era la primera vez que su hija mayor estaba de acuerdo con él.
- Nosotros nos ocupamos de todo papá, no te preocupes que estás hablando con profesionales… - dijo uno de sus gemelos.
- Si, profesionales de bromas muggles, por que si no os acordáis la única que puede hacer magia soy yo. – Dijo Jessica con una sonrisa arrogante.
- Jessica! No vaciles de esa manera- le dijo su hermana pequeña. Draco rió y Jessica le miró enfadada.
- No se de que te ríes cuando esta mocosa me a reñido como si fuera mi madre.
- Es que Cissa, es igual que tu madre.- recordó Draco. Jessica solo bufó, eso si, sin perder en ningún momento la compostura. Draco se puso en pie y sonrió maliciosamente. – bueno, cada uno ya sabe lo que tiene que hacer. – sus hijos asintieron y los gemelos subieron corriendo a la habitación de su madre.
Jessica cogió la varita y con cuidado subió al pasillo para prender algo con fuego, luego todos se fueron a sus habitaciones y se metieron en la cama, los gemelos corrieron hasta la habitación de su madre dieron la luz asustándola y empezaron a gritar fuego! Fuego! Hermione se levantó de un salto y salió al pasillo, viendo como al lado de las cortinas había un enchufe muggle que lanzaba chispas y prendía fuego a sus cortinas. Sacó la varita conjuró tres hechizos y todo quedó arreglado. Hermione se desperezó, y caminó hasta el baño de su habitación, los gemelos salían del cuarto con una sonrisa en la boca y le dedicaron a su madre un “buenos días” muy dulce. Hermione sonrió y entró al baño, al meterse en la ducha abrió el grifo del agua y empezó a salir barro, ella sonrió y se salió del baño que parecía estar roto al de la planta de abajo, al llegar se metió en la ducha pero el agua caía helada, bufó empezando a desesperarse y se metió dándose una ducha de agua fría muy rápida. Draco hizo el desayuno, lo quemó todo y el zumo no lo coló, por lo tanto los grumos se quedaron flotando, cosa que Hermione odiaba. Empezó a desayunar y leyó el profeta, al poco tiempo Hermione apareció con una sonrisa, esperaba un feliz cumpleaños por parte de su marido, pero no llegó nunca, así que su cara cambió poniendo un gesto de decepción, al mirar a la mesa casi se le encoge el corazón.
- Se me pasó un poco cielo.. pero si quieres te hago otra cosa. – Hermione sonrió levemente.
- No te preocupes, está bien así. - Jessica entró desperezándose en camisón negro de seda, bastante corto para el gusto de su padre.
- Hola papá, hola mamá.- Hermione esperó otra vez que la felicitaran pero no pasó. – mamá – Hermione sonrió esperanzada.- anoche al salir con Rupert cogí tu coche, por que al de papá no le va el elevador- Hermione miró a su marido.
- No me habías dicho que tu coche no volaba, que le pasó?- preguntó sorprendida.
- No lo se, tengo que llevarlo para que lo arreglen. – Draco siguió leyendo el periódico riéndose detrás de él.
- El caso, como te iba diciendo cogí el tuyo y cuando sobrevolábamos la ciudad un árbol se puso en medio y… - Hermione se atragantó con el zumo que tomaba.
- Draco, no has colado el zumo?
- No, se me olvidó, pero si quieres te lo cuelo ahora- Draco no se podía aguantar más la risa.
- No, no hace falta… - Hermione sonrió hasta que su cara se transformó en la de un zombi. – mi coche.. – susurró.
- Mamá te prometo que no fue mi intención pero… - Jessica le guiñó un ojo a su padre.
- No, no pasa nada hija.. no te preocupes. – los dos la miraron con los ojos bien abiertos, ¿ después de todo lo que habían hecho no se había enfadado? Vaya, si que tiene aguante.
- Bueno, yo me voy a trabajar que…. – Hermione levantó una ceja.
- Desde cuando trabajas los sábados?- preguntó
- Desde que tengo mi despacho hasta arriba de trabajo, no llegaré a comer y supongo que a cenar tampoco, no me esperes despierta. – Hermione se puso roja de la ira, su marido le dio un beso y le guiñó un ojo a su hija, la cual le sonrió disimuladamente.
- Bueno, pues yo me voy al centro con Lily, Cissa, Mayte y Evelin. – Besó a su madre y subió a arreglarse, cuando subió los gemelos junto con Cissa bajaron a la cocina.
- Buenos días mamá. – dijo Cissa abrazando a su madre.
- Buenos días princesa.- dijo Hermione abrazándola.
Los chicos cogieron una tostada y se fueron de la cocina a su habitación, mientras que Cissa se quedó con su madre sin mirarla, ya que no le gustaba esconderle nada a Hermione, ella era leal, no podía esconderle que sabía que era su cumpleaños, y menos cuando su madre estaba llevando un día realmente malo. Jessica apareció por la puerta.
- Mamá, te llaman. – Hermione se levantó y cogió el teléfono, mientras Cissa y Jessica salieron por la puerta.
Al colgar el teléfono Hermione cogió un cojín en la cara y empezó a chillar, mientras los gemelos la miraban y le daban la señal a su padre, una perdida a un móvil muggle. Hermione subió a su habitación, los elfos ya habían arreglado todo, abrió el armario y cogió su uniforme del ministerio, se lo puso y salió pitando de allí.
Mientras Draco entraba en su casa con una sonrisa triunfante, ahora la que iba a tener mucho papeleo iba a ser ella, y todo gracias a un conjuro que había destruido el informe del día anterior y tendría que entregar el lunes a primera hora.
- Lucius, George! – llamó su padre.
- Sí papá.
- Venga, que hay mucho que hacer.
Los chicos se pusieron manos a la obra, mientras Draco adornaba la casa los gemelos pintaban una pancarta gigante con un “ felicidades Hermione” Las chicas llegaron a la hora de la comida con los regalos y los fueron escondiendo por la casa con sus tarjetas correspondientes, mientras en el salón de fiestas los elfos preparaban una cena para casi unas 40 personas. Por la tarde estaba todo preparado, las visitas empezaron a llegar.
- Hola preciosa!- dijo Rupert cuando Jessica abrió la puerta, los chicos se dieron un beso y Ron y Draco carraspearon a la vez. Draco le estrechó la mano a Ron y les pidió por favor que pasaran. Ron y Luna pasaron, Ron iba con un bastón, por que se había quedado cojo, detrás de ellos iba Evelin, una muchacha de 20 años con los ojos brillantes y saludó a Draco con un beso, después de ella Claire, Marie , Estefan y Susie entraban parloteando, las más mayores tenían el físico de su madre mientras las más pequeñas tenían los genes físicos de los Wesley. Las chicas se llevaban un año y medio cada una, y se juntaron con los gemelos, ya que eran los más cercanos a su edad.
Luna, Ron y Draco se sentaron en un sillón hasta que llamaron a la puerta, al abrir Draco se encontró con una pelirroja, alta y preciosa que le dedicó una sonrisa espléndida.
- Hola tío Draco!- la chica le abrazó y le besó las mejillas, Draco sonrió.
- Cómo está mi ahijada?- dijo él con orgullo.
- Genial! Está Jessica por ahí?- preguntó.
- Si, está allí, por que lo dices?- ella se sonrojó y le contestó.
- Cosas de chicas.- le guiñó un ojo a su tío y entró en busca de su amiga.
- Hola Malfoy- dijo Harry al poco arrastrando a su hijo James hasta la puerta James era el mellizo de Lily solo que él era moreno con los ojos marrones.
- Potter- dijo él simplemente.- James, que te pasa, te veo cohibido- preguntó maliciosamente.
- Nada, no me pasa nada… - miró dentro y vio a Jessica hablando con su hermana y se sonrojó.
- Vaya, yo creo que si te acercas un poco no te va a comer. – James le dedicó una sonrisa sarcástica a Draco y dándole una palmada en la espalda entró en busca de Jessica. – es igual que tú Potter, solo que más guapo.
- Normal, a salido a su madre, que esperabas! – Ginny entró con su hija Mayte y le plantó un beso a Draco.
- Vaya, te veo mejorada. – le dijo como cumplido.
- Lo sé, no voy al gimnasio mágico para nada, no crees?- ambos rieron.
- Hola Mayte, dentro están los gemelos.
- Gracias.- una niña morena de unos 15 años entró bajando sus ojos verdes.
- Como está Hermione, Draco?- preguntó Ginny.
- Bien, solo que la pobre va a llegar muerta del cansancio, espero que valga la pena.
- Ya verás como sí. – Draco le sonrió y entraron pero antes de cerrar la puerta una voz ronca le susurró.
- Es de mala educación cerrar la puerta en las narices Draco.- El chico sonrió y lanzó a abrazar a su mejor amigo.
- Hola Blaise, hola Pansy!- Pansy sonrió y se giró a sus hijos.
- Dadle las chaquetas a los elfos y que no se arruguen que valen un pastón!- sus hijos asintieron y entraron dentro.
- Vaya, en dos meses que no he visto a Sofía y a Tomas han crecido mucho.
- Si, no hacen otra cosa más que crecer y crecer… y más Tomas, que solo tiene once años y le falta pegar el estirón.- los tres rieron.
- Cómo está Sofía?- preguntó un poco más serio.
- Lo lleva medio bien y medio mal.. – Draco sintió.
- Solo tiene 16 años, tiene que saber que la vida sigue.
- Si, pero si se lo dices a una chica enamorada la destrozas, desde que su novio murió en aquel accidente no ha levantado cabeza, es ver a un muggle y se le ponen los pelos de punta.. – Pansy sonrió amarga tras decir Blaise aquello.
- Es normal llevaban un año juntos y no creo que siga adelante tan fácilmente.- Pansy asintió.
- Tienes razón, además que como el accidente fue hace poco aún lo tiene reciente, pero no pasa nada, se le pasará en cuanto se enamore otra vez, a estas edades ya se sabe…
Los tres pasaron al salón, cuando por la chimenea empezaron a aparecer pelirrojos.
- Fred, George! Que alegría veros! – dijeron los gemelos de Draco a la vez.
- Ey! Lucius, George, que bien se os ve.. tenemos algo para vosotros, pero más tarde os lo daremos. – los cuatro sonrieron maliciosamente, por la chimenea salieron Angelina y Patty, mujeres de los gemelos y con sus hijos, de Fred y Angelina Aaron y Alex, ambos chicos muy guapos con el físico de su madre pero con el pelo pelirrojo, las chicas se les quedaron mirando atontadas, y los hijos de George y Patty salieron después Alan y Efrén junto a Irene que era la pequeña y tenía 17 años, se juntó con Jessica y Evelin que le sonrieron nada más verla.
- Quien falta?- preguntó Draco.
- Molly vendrá ahora con Neville, vienen del colegio aquí. – Draco asintió y llamaron a la puerta, Dean junto a Lavender y Seamus junto a Parvati llegaron con sus hijos, los niños se empezaron a juntar, cuando de la chimenea aparecieron Neville con sus dos hijos Ros y Miriam y con la madre de los Wesley que estaba en silla de ruedas por su edad avanzada, su mujer había fallecido años atrás dejándole con sus dos hijos iguales a ella, cosa por la que daba gracias cada día.
- Bien, ahora todos a la sala de fiesta, está insonorizada, así que no se escuchará nada, yo voy a por Hermione, cuando yo avise solo tenéis que gritar feliz cumpleaños. – Todos asintieron y entraron en la sala, sin hambre aún, ya que aún era por la tarde y hasta la noche no iban a cenar.
Draco se fue hasta el ministerio en su coche y subió hasta la oficina de su mujer, había acabado el informe y estaba de pie cogiendo su bolso, estaba muy triste ya que nadie se acordaba de aquel día, unas manos se posaron en su cara tapándole los ojos y sonrió, aquellas manos eran inconfundibles.
- Hola princesa, he venido a secuestrarte para ir a nuestro castillo y luego se me ocurren varias cosas que podíamos hacer- le susurró en el oído, Hermione se estremeció.
- Si, pero tenemos que hacerle la cena a los niños, por que hoy tienen libre la noche los… - Draco la calló con un dedo y la besó.
- En un día tan especial como hoy, crees que no me he tomado las molestias de hacer una cena tranquila para ti y para mí, no he mandado a los niños a casa de tito Harry- dijo con tono de burla- y en fin.. los elfos se llevarán una paga extra… - Hermione lo abrazó muy fuerte y le besó.
- Te has acordado!- gritó.
- Si, como piensas que no?, lo único que hoy estábamos un poco estresados entre unas cosas y otras, pero tus hijos te han dejado en casa sus regalos… - Hermione sonrió y cogió su bolso que había dejado en la mesa, se giró y cogió el brazo de su marido, cuando llegaron allí pasó al comedor con ella y le dio una tarjeta.- Hermione, léelo tranquila y cuando hagas lo que pone, cenaremos. – la besó dulcemente y se fue a la sala de fiestas con todos, allí dentro todo el mundo hablaba, sin embargo fuera no se oía nada.
Hermione suspiró y leyó la tarjeta.
“Princesa, aquí empieza un juego que sabemos que te gusta muchísimo, así que si quieres tu regalos, vas a tener que buscarlos, lo primero que quiero que recuerdes es la razón por la cual nos conocimos de verdad, por la cual me enamoré de ti, aquella razón que pudo con nosotros, que nos metió en un juego de pasión del cual aún no hemos salido”
Rió ante aquello y empezó a recordar, entonces se levantó y corrió hacia su cuarto, al llegar allí cogió un cuadro donde había una foto con movimiento de ella y su marido bailando un tango. Al cogerlo cayó un sobre con algo dentro lo abrió y sacó de él una pulsera de oro mágico con destellos rojos preciosos. Hermione sonrió, colocó el cuadro y leyó la carta.
“ Mamá! Espero que te guste la sorpresa, no sabíamos como hacer este día especial y creo que no hay mejor forma que la que hemos preparado, espero que disfrutes de tu velada y que pase lo que pase estemos juntas siempre, eres mi apoyo sobretodo contra el inquisidor de mi padre y te necesito día a día para que me digas donde están las cosas, o que me pongo para ir a una fiesta, como maquillarme, peinarme.. en fin… ahora, quiero que cierres los ojos y pienses que era aquello que nos gustaba tanto hacer juntas, te quiero.
PD: los 40 te sientan genial! Jess”
A Hermione se le escapó una lágrima y corrió al cuarto de su hija Jessica, sacó una caja donde había varias máscaras venecianas a medio acabar. Y dentro encontró una caja con una nota. Abrió la caja y vio unos pendientes a juego con la pulsera.
“ Mamá, Lucius y George te felicitan en este día tan especial, vaya, 40 años… estás vieja, y ya nos dirás el truco para no tener arrugas ni canas a tu edad… - Hermione rió ante aquello- queremos que sepas que aun que a veces… bueno, siempre nos quejamos de ti y papá, en verdad no lo pensamos mucho, es solo por que somos los hijos traviesos y tenemos que llevar a cabo nuestras funciones, tu ya entiendes… - Hermione rió de nuevo- ahora recuerda, que es lo que más nos gusta hacer para hacerle rabiar a Jessica?”
Hermione corrió hasta el cuarto de sus hijos y vio una caja donde había un diario en el que ponía “Jess” se apuntó mentalmente que tenía que reñirles por invadir la intimidad de su hermana, se fijó que había una nota que decía, apunta y hazlo grande, Hermione sacó la varita y engrandeció la nota que empezó a coger volumen y al abrirlo vio que había un libro: sonrió, sin duda ese regalo era de su hija menor, Cissa.
“Mamá!, espero que te guste el libro, ya que me costó muchos meses escribirlo, se llama “ la historia de Hermione Granger” y espero que un día me lo leas tranquilamente junto con todos, para mi eres un ejemplo a seguir y te has convertido en mi futuro, además creo que lo estoy consiguiendo! – Hermione rió.- bueno, ahora, aun que pienses que ya están todos tus regalos no es así. Supongo que conociéndome sabrás donde buscar el siguiente regalo no?.
Te quiere, Narcissa Malfoy Granger”
Hermione fue directa a la biblioteca, al entrar vio una tele muggle hechizada y se sentó en un sofá, había un mando con una tarjeta en la que ponía “ dale al play” y Hermione lo hizo, sonrió cuando vio a Harry y Ginny junto con sus tres hijos en la pantalla.
“ Hola Hermione, hemos tenido en cuenta tus raíces muggles y hemos decidido hacerte este vídeo. – estaban sentados en un sofá y Harry era el que hablaba.- bueno, decirte que hemos preparado todo esto por que eres una persona muy importante para todos, hemos estado en lo bueno y en lo malo lo mismo que tú. Ahora, una vez he madurado ( su mujer se reía en el video) he comprendido que o hay una persona que te pegue más que Draco, se que al principio no tuviste todo el apoyo que querías, pero entiéndelo , es Malfoy. ( los hijos rieron esta vez cuando Ginny le dio una colleja, ahora hablaba ella) no le hagas caso, es un idiota, pero en verdad algo de razón tiene. Espero que disfrutes de este día y gracias por todo lo que has hecho por nosotros. ( Lily fue la siguiente en hablar) Tía Hermy, tu ya lo sabes todo, y no hace falta que diga nada verdad? ( Hermione asintió cuando dijo aquello, había ayudado a Lily cuando un chico le hizo mucho daño, James carraspeó y empezó a hablar) No se que tenéis en contra de mi padrino todos, es un gran hombre y además creo al igual que mi padre que no hay persona que sea mejor para ti tía, lo mismo que tú para él y solo quiero decirte que sigas así, que no te importe lo de fuera y mires lo de dentro, por que tú eres así y eso es un valor que aprendí de ti, por cierto… ( James se puso rojo) podrías decirle a Jess que Rupert es un cabrón y solo quiere aprovecharse de ella y que yo soy una buena persona? ( Hermione rió mucho ante aquello y Ginny le había pegado a su hijo otra colleja mientras Harry reía) en fin, vaya familia, Hermione, feliz cumpleaños ( la pequeña de los Potter se había levantado y había apagado la cámara, ahora aparecían unas letras)
“ la tele es tuya, es tu regalo de cumpleaños y créenos que sabemos que es un regalo valioso para ti, así que si quieres otro más, solo podemos decirte que tus raíces son las que marcan tu personalidad”
Hermione estaba feliz, todos se habían acordado y sonrió, ya tenía una tele, le hacía mucha ilusión. Corrió hasta la entrada y se dirigió a un escudo de Gryffindor, bajo él una tarjeta y un paquete, al abrir el paquete vio que se hacía enorme y lo dejó en el suelo, cuando dejó de crecer vio que en el suelo en oro se encontraban los retratos de sus hijos, su marido y el de ella misma. Se le cayeron las lágrimas, aquello era demasiado, al abrir la tarjeta distinguió un grupo de gente pelirroja y rubia, y en la tarjeta empezó a hablar Ron.
“ bueno, esto es poco para lo que te mereces, y se que cuando me veas me matarás, pero si algo os debo a ti y a Malfoy es la vida, aquí todos estamos muy felices de que hayas llegado a los 40 años con esa sonrisa, que día a día estés preparada para cualquier problema que tengamos, y gracias por ayudarnos aquella época con Evelin, no sabríamos que hacer sin ti, a Fred y George también les ayudaste con su tienda trabajando gratis para ellos, y es lo mínimo que podíamos pagar por todo aquello que has hecho por cada uno de nosotros.” En la tarjeta todos sonreían, era una familia numerosa, todo mujeres excepto Ron y Rupert, y Hermione recordó que era al contrario que en la familia de Ron, además Molly estaba en una silla de ruedas, al lado de la menor de los Wesley con una sonrisa débil, después de la muerte de Arthur y de su hijo Charlie la mujer no levantaba cabeza Fred y George junto con sus mujeres e hijos también estaban en la fotos, realmente una familia muy numerosa, Hermione sonrió y entonces la voz de Luna le llegó a los oídos, “ Hermy, no tienes que moverte mucho para encontrar el siguiente regalo, por que es aquello que siempre odiaste y ahora amas.”
Se dirigió al otro escudo que estaba en la pared, el escudo de Slytherin, un sobre cayó y pudo ver que dentro había dos billetes de avión. Abrió la tarjeta y leyó.
“ este es un regalo para ti y otro acompañante de parte de la familia Zabini Parkinson, esperamos que disfrutes de él. Felicidades Hermione y gracias por confiar en nosotros y apoyarnos, muchas gracias. Ahora piensa en verde!”
Hermione rió y no sabía si ir a su cama de matrimonio o al jardín, así que pensó en verde literalmente y salió al jardín. Fuera hacía una brisa agradable y suspiró aliviada, encontró una fuente en medio que antes no estaba y al asomarse vio como la cara de Neville y sus dos hijas le sonreían, la cara de Neville habló.
“ es la fuente de los deseos, de aquello que quieres ver y no tienes, esperamos que te sirva para ver a tus padres, o algo así. Hermione, son 40 años y desde que te conozco no has dejado de ayudarme, primero con las clases, luego con mi ánimo, me ayudaste a prepararme la carrera de herbología y luego con mi moral tras el fallecimiento de mi mujer, espero que sigas así siempre, y que disfrutes de tus 40 añazos, por cierto, ya queda poco así que dirígete a la sala de fiestas pero no abras la puerta.
Corrió hacia allí y un colgante de un león con una serpiente le cayó del cielo, unas letras en azul se dibujaron delante de la puerta: La familia de Dean y Seamus te desean un feliz cumpleaños también, no creerías que nosotros nos olvidamos de nuestros amigos tan fácilmente no?, ahora solo tienes que entrar ahí y pasar un cumpleaños inolvidable.
Hermione abrió la puerta y se encontró con las luces apagadas, se oyó un ¡YA! Y las luces se encendieron mientras todos gritaban ¡Feliz cumpleaños! Hermione lloró como nunca antes y se abrazó a su marido susurrándole una y otra vez gracias. A Draco se le escapó alguna lágrima también, pero no dejaba de abrazarla, era lo mínimo que podía hacer por ella, después de hacerle sentir la pasión, salvarle la vida, aceptarle, creerle, casarse con él y darle la familia que tenían. Después poco a poco fueron felicitándola y se iban sentado en la mesa, antes de sentarse todos ella se quedó de pie y miró a los Wesley.
- Familia Wesley en general – Todos rieron- muchas gracias por vuestro costoso regalo, pero me parece que falta alguien ahí. – Todos la miraron intrigados sin entender lo que quería decir. – lo que quiero decir es que… estoy embarazada.
Silencio, eso hubo.
- Así que vas a tener el de los 40 no?. Vaya!- Todos rieron antes el comentario de Fred y un enhorabuena salió de la boca de todos. Draco se acercó a ella y le acarició la tripa a la vez que le susurró.
- Espero que este sea Slytherin. – Hermione rió y disfrutó de su cumpleaños.
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Pasión
FanfictionDespués de la derrota de Voldemort, de ganar la batalla, la vida de nuestros protagonistas cambia. Un simple baile, hará que se remuevan sentimientos que parecían inexistentes.