Syndrome Stockholm; Shu Sakamaki

Capitulo 21

La castaña abrió los ojos al sentir poco espacio en la cama, al observar a Shu aún lado de ella no evitó sonreír.

—¿Que te imaginas chica obscena?

—Shu... yo...

—Ahhh... —suspiro. —Que molestia.

Él se levantó y la observó dándole una sonrisa.

—Tengo mucha sed.

—¿Estas diciendo que yo tengo que darte de mi sangre?

—¿Tengo de otra? —sonrió.

Él sin decir más mordió su mano para que sangre corriera a la boca de Christian.

Ella comenzó a tomarla sin dificultades alguna, su piel se había vuelto más pálida y su cabello se había vuelto un poco más claro.

Se preguntarán, ¿qué sucedió? ¿Después de que Reiji la intentará asesinar?

—¡Por favor aguanta!—grito Shu.

Tomó en brazos a la inconsciente chica intentando correr, pero alguien se lo impidió.

—¿A donde irás Shu? El juego aún no ha terminado.

—Molesto.

Ambos se observaron serios.

—No tengo tiempo para jugar contigo Reiji. Con un niño que aún no logra captar que nuestra madre a muerto, que ya no somos unos niños, el inmaduro eres tú.

—¿Que dices? —intentó apuñalarlo.

—Quítate de mi camino Reiji, tengo mejores cosas que hacer

Diciendo eso pasó aún lado de Reiji con velocidad pero después se detuvo.

—Reiji, yo te amo, te amo tanto hermano.

Reiji con asombro en sus ojos observó cómo su hermano mayor desapareció, ¿él lo amaba? Con debilidad se tiro al suelo y comenzó a derramar lágrimas.

—Te odio Shu... te odio bastante

•••

Shu por otro lado la recostó en su cama y con todos sus nervios suspiro.

—No tengo de otra tengo que llamarlo, tengo que ir con el con mi padre

Y desapareció.

—Vaya Shu, pero mira que cena tan deliciosa me traes

—Necesito que... que tú hagas algo —susurro.

—¿como que?

—Por favor..

KarlHeinz con una sonrisa se acercó a Shu y sin dudarlo comenzó a beber de donde salía la sangre de ella. Con enojo y mas intento contenerse pero no importaba nada si ella podría estar bien."

—¿En que tanto piensas?

—En nada ruidosa.

Ella sonrió acariciando el rostro de Shu.

—Estoy muy feliz de que estés conmigo Shu.

—¿Que dices?

—Vamos, dime que estás muy feliz de estar conmigo como antes lo hacías —susurro cercas de sus labios.

—Pareces una pervertida de esta forma.

—Me has convertido en una pervertida, Shu-San.

—Te amo, Christian.

Ambos comenzaron a besarse habían pasado años desde que ella se había convertido en un vampiro ambos juraban amarse y lo harían para toda la vida, ambos querían tener un hermoso matrimonio y muchos hijos.

—Ah.. ah..

—Se siente tan bien.

—No me veas mucho, es vergonzoso.

—¿Es mi culpa que seas tan hermosa?

—Cierra la boca vago... ¡Ah Shu!

—N-No entierres tus uñas tan fuerte —susurro.

—No lo metas tan fuerte, aún me duele.

—Cállate y solo piensa en el placer que te puede hacer sentir ese dolor.

El dio otra embestida haciendo que ella soltara otro gemido de dolor.

Al terminar, se recostaron agotados.

—Christian..

—¿Si?

—Están grandes.

—¿Que cosa?—se levantó exaltada.

Él se acercó juntando sus narices.

—Tú trasero y tus pecho.

—¡Callate!

—Vamos ¿porque te avergüenza tanto?

—Cállate —susurro cubriendo su rostro.

Shu volvió a sonreír y medio un beso en su cabeza para poder dormir.

•••

—¡NO PUEDO CREERLO! ¡NO PUEDO!

El grito de la chica hizo que Shu abriera los ojos un tanto asustado.

—¿Que pasa?

—¡VAMOS HACER PAPÁS!

—¿Que?

—¡SEREMOS PAPÁS! ¡ESTOY TAN FELIZ! ¡TENDREMOS UN HUJO SHU!

Ella no paraba de brincar de alegría y entusiasmo, Shu la miraba sacado de lugar.

—¿Seremos papás?

—¡Vamos a tener un hijo! ¡Gracias Shu! ¡Gracias por darme un hijo!

Corrió a sus brazos y lo abrazó con lágrimas en sus ojos, él no podía captar aún la situación.

—Seré papá... tendré un hijo..

—Gracias.... gracias...

Él sin dudarlo abrazo aún más fuerte a el cuerpo de su novia.

••••

—Tiene tus ojos Shu, y el cabello castaño, se ve tan lindo es hermoso.

—Callate ruidosa, quiero dormir.

—¡Amo a mi pequeño hijo! Tanto espere para que naciera.

Shu al escuchar eso abrió los ojos y se acercó a ver a su hijo.

—Se parece a mi.

—Vaya, con que no haya sacado lo vago que eres todo esta bien.

Shu observó serio a su novia y sonrió, él la amaba a pesar de que todo fue un secuestró término haciendo la vida que siempre deseó la que siempre quiso y la ha cumplido, ahora tienen un bebé y eso los unió aún más.

—Te amo. Te amo —dijo Shu dándole un beso a Christian.

—Callate, yo también te amo vago.

Ella abrazo a Shu, ella lo amara siempre,
recordando la enfermedad que tuvo al enamorarse de su secuestrador. El Syndrome de Stockholm.

F I N.