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Me quité los zapatos cuando entré en mi casa y cerré la puerta.

-Felicidades Victoria – gritó mi amiga Alba dándome un buen susto.

-Que cojones haces aquí?

-He entrado con tus llaves y sorpresaaa – volvió a gritar – feliz cumpleaños

Abrí la caja que me dio y me encontré con unas sandalias negras y un vestido corto gris.

-Esta noche nos vamos de fiesta – saltaba de alegría.

-No puedo, tengo cena en casa de mis padres.

-Pues vamos a cenar – señaló su móvil – tu madre ya me ha invitado.

-Dios, dejadme tranquila – susurré – mi pensamiento era quedarme hoy en el sofá de mi "pequeño" apartamento comiendo un montón de mierda y ver un montón de películas de mierda.

-Pues no todos los días se cumplen 26 años querida, asi que vamos, arréglate.

Me metí en la ducha y una hora después salíamos del apartamento para ir a casa de mis padres que vivían en las afueras de Roma.

Mi padre, Massimo de Luca era un mafioso pero se las había apañado tan bien que nadie le había pillado y es lo que mi hermano y yo estábamos aprendiendo. Nuestra pequeña hermana vivía en el mundo de yupi en Nueva York, terminando de estudiar el master que ella había decidido hacer.

-Tía, tus padres son la ostia, te ha regalado hace dos años este audi y hace un mes te han comprado el piso.

-No, han comprado el edificio entero.

-Ya, pero es tu seguridad y tu padre siempre dice que eso es lo primero para su familia.

Llegamos a casa de mis padres y mi madre estaba ya esperándome en la puerta.

-Cariño - tendió los brazos y yo me dejé abrazar y besar por ella – te estábamos esperando. Hola Alba – a ella también la besó

-Mamá, papá – saludé al hombre que venía hacia nosotras y me dejé también abrazar

-Felicidades niña – me besó la frente – como llevas lo de vivir sola?

-Bien, lo llevo bien.

Cenamos mi hermano, mis padres, Alba y yo para luego irme de fiesta con mi amiga.

-Me dan envidia tus padres – dijo al beber un trago de su copa – después de tantos años casados y siguen queriéndose.

-Si, la verdad es que pocos matrimonios se ven así.

-Sabes si mantienen relaciones todavía?

-Alba – la miré con asco – ni siquiera me interesa eso, joder que son mis padres.

-Tia, vosotros tuvisteis que salir de algún sitio y dudo de que os haya traído la cigüeña pero – volvió al mismo tema – no me extrañaría, tu padre la mira como si se la fuera a comer.

-Vale, cambiando de tema, has visto a los dos que hay en la otra barra?

-Joder, Victoria mirándo por un tio – fingió asombro.

-Que pasa? Pienso hacerme un regalo de cumpleaños.

-Te dejo elegir, cual te gusta?

-Ese alto, el que parece que tiene rayos x en los ojos.

Me desperté por la mañana y unos brazos me rodeaban la cintura, miré alrededor y reconocí mi habitación.Con suavidad quité su brazo y fui a asearme para luego irme a la cocina y preparar café. Realmente no sabía como reaccionar en estas situaciones y muchas veces renunciaba estar con un hombre por la situación tan incómoda del día siguiente.

-Buenos días – apareció aquel moreno alto por la puerta

-Quieres un café Diego – el asintió y yo le dí una taza

-Gracias – miró su móvil y yo también pude ver unas 23 llamadas de una tal Amelia – lo siento pero debo marcharme – asentí.

Era sábado, así que debía ir al supermercado y rellenar la nevera, aparte de comprar más cosas para mi casa. Alba anoche pilló la borrachera del siglo, y no me extraña que siga durmiendo la mona.

-Hija – contesté el teléfono – que tal ayer?

-Hola mamá, muy bien, gracias por la cena.

-De nada cariño. Oye, pensé en irnos el fin de semana siguiente a la playa unos días, solo nosotras.

-Mamá, estamos en Noviembre.

-Aii, es verdad, pues entonces irnos el sábado a un spa.

-Perfecto, pues quedamos el sábado para eso – colgué y cogí el bolso para irme a comprar.

A medio día cuando volví cargada de bolsas, Diego me estaba esperando en el portal.

-Sucede algo? – le pregunté al verlo apoyado en la puerta.

-Hola, no, solo que quería invitarte a comer, esta mañana – no le dejé terminar

-No hace falta, gracias – aún así me cogió las bolsas de las manos y yo le abrí la puerta.

Pasé el fin de semana en la cama con Diego, quedábamos para comer, cenar y para volver a meternos en la cama.

Lunes, entré en la bodega y subí al despacho donde me encontré un ramo de flores con una nota.

"Deseando volver a verte " – sonreí y la guardé en el bolso

Eran las tres de la tarde cuando estaba guardando todos los archivos y cerrando las carpetas del ordenador cuando mi padre entró en el despacho y de mala gana tiró una carpeta con fotos en mi mesa.

-Sabes quien es? – miré las fotos donde salíamos los dos

-Si, un amigo.

-Es un poli.

-Que?

-Que es un poli. Le has hablado de algo?

-Papá, no hablamos de trabajo.

-Victoria, ten mucho cuidado, no pienso perder todo lo que he conseguido durante toda mi vida por una estupidez tuya.

-Papá, que no sabía que era poli.

-Pues ya lo sabes y sabes lo que hay que hacer en estos casos no? – yo asentí

Debía alejarme de él. No se permitiría una relación con un hombre así, no antes de que mi propio padre me metiera una bala entre ceja y ceja.

Hija abandonada por la mafia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora