De camino a la guardería donde Victoria pasaba el mayor tiempo del día, estaba pensando en el cambio que Leonardo había pegado conmigo. Sólo conmigo por que a la niña la seguía tratando igual que el primer día, de hecho ella comenzó a llamarlo papá.
-Hija – contesté al móvil – estás bien? – mi padre estaba realmente preocupado.
-Si, que sucede?
-Estás con Leonardo? – le dije que no – Bueno hija, pues ven a casa, es importante.
-Voy a recoger a Victoria de la guardería.
-Nada hija, ya mandé yo a por ella. Ven a casa. Ahora
Hice la rotonda más cercana que encontré y tomé la salida que me llevaría a casa de mi padre, llegando sin ningún problema. Una vez que los hombres me reconocieron y me abrieron las puertas, entré, aparcando el coche sin miramiento alguno.
Pasé a casa de mi padre y en el despacho estaba él con Victoria jugando en el suelo.
-Papá, que sucede? Por que tanto jaleo?
-Siéntate – él se sentó en su silla del despacho – Leonardo.
-Qué pasa con él? Dilo ya papá.
-Leonardo nos ha engañado todo este tiempo. La verdad es que me sonaba su apellido, pero no lo creí hasta que no lo investigué. Leonardo Messina Conte.
-Qué pasa con él?
-Hace cinco años, en una guerra de mafias mis hombres mataron a su hermano mayor. Más tarde su padre y yo llegamos a un acuerdo de paz entre las mafias pero ninguno de los dos las quería unir, su padre todavía no había olvidado lo que habíamos hecho.
-Y que sucede ahora?
-Hija, su padre no fue en vuestra boda no? – yo negué, no fue ningún familiar suyo – pues eso me da que pensar, quizás Leonardo se quiera vengar.
-Papá, no digas tonterías – me reí – Leonardo me quiere, bueno, nos quiere – miré a la pequeña.
-Yo que tú no estaría tan confiada hija. De todas maneras no debes hablar con él de esto por nada del mundo, quizás solo sean sospechas mías.
-Papá, no sucederá nada y si pasa cualquier cosa yo te llamaré.
Después de despedirme de mi padre volví con Victoria a casa y Leonardo estaba en nuestro vestidor guardando ropa en la maleta.
-Nos vamos, prepara todo lo de la pequeña.
-Dónde? Qué pasa?
-Haz lo que te he dicho – me gritó, la verdad es que era la primera vez que lo hacía en el tiempo que llevábamos juntos.
Fui con la niña a su habitación y metí toda su ropa dentro de la maleta que tenía encima de la cama abierta. Media hora después Leonardo se asomó y nos ordenó bajar, si, nos lo ordenó.
Subimos a la parte trasera de un todo terreno con los cristales tintados y media hora después llegábamos al aeropuerto. No vi el destino, mi hija no paraba de llorar y yo intentaba calmarla. Cuando subimos al avión de Leonardo me metí con ella en la habitación y nos dormimos.
-Venga, vamos que hemos llegado.
Con ella en brazos bajé del avión y me ví rodeada de agua.
-Donde estamos?
-Venga, deja de hablar y camina – me cogió del brazo y apretando tiró de mí.
Solo me dio tiempo ver que estábamos en una playa, delante de una casa blanca.
ESTÁS LEYENDO
Hija abandonada por la mafia.
RomanceVictoria, la niña que Ada y Massimo adoptaron. Victoria, la mujer que hoy recordaba su infancia con una sonrisa en la cara. Victoria, la mujer que comete un error. Un error que se llevará a su madre a tres metros bajo tierra. Un error que la aparta...