una kirishima // bakugo x lectora

Cap:15

—sero...

Despertaste por el ruido de algo que se removía. Te pasaste unos segundos callada, intentando conciliar el sueño nuevamente pero aquella respiración irregular y esa forma de moverse no te lo permitía. Fue en el momento en el que escuchaste la voz de tu mejor amiga, sonando más aguda de lo normal decir "Hanta" en el que abriste los ojos como platos y te alarmaste.

—m-mh...

—bakugo...— susurraste lo más flojo posible acariciando la mano que estaba rodeando tu cintura— oye bakugo.

—hm...— murmuró el cenizo apegandote más a él.

—bakugo me estan traumando— le dijiste intentando darte la vuelta para quedar cara a cara.

—¿... que dices ahora...?— susurró tallándose los ojos. Un jadeo profundo inundó la sala y bakugo abrió los ojos de golpe—¿pero que...?

—sero~

Bakugo se sentó y lanzó una almohada hacia donde se encontraba tu pelirrosa amiga, despertando inmediatamente tanto a ashido como a sero—¡si quieren follar agarran y se van al piso de arriba!— les gritó bastante cabreado.

—¿pero bakugo que dices?— le preguntó Hanta desconcertado— no estábamos haciendo nada.

—¡yo escuché a la perra rosa gemir tu nombre así que no me jodas!— recriminó volviéndose a recostar. Sero se dio la vuelta y para mirar a mina.

—¿mina?—preguntó inseguro.

—hem... Yo...— empezó a decir con nerviosismo. Una segunda almohada aterrizó contra ellos.

—¡declararte ya basura! ¡Me estas poniendo nervioso!— volvió a gritar katsuki.

—mina... ¿Yo te gusto?— le preguntó sero una vez bakugo se hubo callado.

—pues en realidad...— desvío la mirada un tanto nerviosa— s-si.

—eso es genial— respondió enseguida el azabache cogiendo las manos de mina entre las suyas.

—¿a-ah si?— mina volvió su mirada hacia sero con una débil sonrisa.

—si, tu también me gustas a mi— contestó sonriendo de la misma forma que lo hacía ella.

—si, si, amor y basura ¡cállense o los mato!— amenazó katsuki.

—felicidades— murmuraste antes de que bakugo te tapara la boca como ya te esperabas. Esperaste un buen rato a que todo el silencio volviera, y que mina y sero quedaran dormidos, así que en el momento en que pensaste que ya nadie te podría escuchar susurraste— oye bakugo.

—tsk ¿que quieres ahora?— te preguntó dándote la espalda. Tu te sentaste y apoyaste las manos en su costado intentando girarlo hacia ti.

—quiero hablar contigo de algo— le pediste sin lograr que se girara.

—mira que pesada que eres... ¿Que idiotez te pasa ahora?— finalmente se dio la vuelta mirándote con sueño.

—es sobre lo de ayer— agradeciste que aún fuera de noche y la oscuridad tapara tu sonrojo.

—¿el que de ayer?— lo viste sonreír, el muy hijo de perra disfrutaba de tu situación.

— tu ya sabes...— apartaste la mirada con vergüenza y te volviste a tumbar— si vas a ser así para eso ya ni te hablo— te cruzaste de brazos y le dista la espalda fingiendo enfado.

—vale— soltó dándose la vuelta también.

—¿que? ¡No! ¡Se supone que debes ponerte empalagoso y decirme que si quieres hablar!— le rechistaste volviendo a sentarte. Katsuki soltó una leve carcajada y giró para verte.