Cap: 23

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Estaba despierto, pero sus ojos no se abrían, quería hacer el ademán de levantarse, pero su cuerpo no se movía, quería abrir la boca, gritar, maldecir, llamar a alguien, pero no podía hacerlo, no podía hacer absolutamente nada, y eso lo estaba desesperando.

"ayuda, necesito ayuda" se decía mentalmente. "que alguien venga y me ayude"

Escuchó una puerta abrirse de forma muy delicada y unos pasos lentos acercarse a él.

—bakugo...— murmuró una voz fina y luego sintió una pequeña presión suave en el dorso de su mano— bakugo lo siento, yo no quería hacer eso... No debí haberte gritado ni mucho menos golpearte, lo siento muchísimo...

Aquella voz se quebró y pronto se empezaron a oír sollozos mientras algo le acariciaba su mano— perdón, lo siento tanto... Se que no es una excusa decir esto, se que no arregla nada, pero es que no puedo decir nada más, lo siento... Lo siento mucho.

"no __________, no llores" dijo mentalmente con preocupación "no te disculpes, todo fue mi culpa, debería pedirte perdón yo"

—¿es usted la señorita kirishima?

—s-si, soy yo.

— el profesor aizawa me dijo que viniste a visitar a katsuki bakugo ¿deseas saber sobre su informe?

"no, por favor no le diga"

—¿que le pasa a mi bakugo?

Sintió sus mejillas húmedas, sintió lágrimas bajar por ellas, quería secarlas, hacerlas desaparecer, pero no podía hacerlo, por que sus manos se quedaban estáticas.

"por la mierda ¿por que haces esto basura? ¡Fui yo quien te dañó!"

—yo solo pido quedarme a su lado hasta que despierte...

Su corazón se estrechó, se sentía débil, incapaz de hacer cualquier cosa y lo que más quería era abrazar a aquella chica de la cual solo estaba oyendo la voz. Quería estrecharla entre sus brazos para confirmar que no solo había oscuridad, que no estaba solo, que _________ estaba con él.

—hola bakugo. Ayer entró un ratón a nuestro dormitorio. Mina empezó a gritar muy fuerte y kami se asustó— escuchó una risita corta—cierto, traje tu sudadera, me la estuve poniendo, espero que no te importe. Midoriya-kun me dijo de venir a traértela pero yo le dije que te molestaría.

"llámalo, llama a ese bastardo. Seguro que él se da cuenta de lo que pasa por favor"

—mira, te hice una pulsera. Me costó hacerla. Y mira, tiene rojo, que tu solo conoces el negro y el verde militar—soltó otra risita—debes aprender que hay más colores, está el rosa, el morado, el azúl... Mi favorito es el rojo, como el de mi hermano. Yo lo ayudo a teñir su cabello, me gusta como huele el tinte, es dulce, como hueles tú, más o menos, se parece algo, pero creo que prefiero tu olor, si, definitivamente lo prefiero.

Sintió su suave mano  acariciar sus dedos y luego soltó un suspiro.

"por favor..."rogó sintiendo sus mejillas aún más húmedas "no hagas esto..."

—¿cuando vas a despertar...?

Sus ojos se abrieron. Seguía a oscuras, pero la luz de la luna le permitía ver con nitidez. Cuando se incorporó notó que sus mejillas estaban húmedas y llevó sus manos a su cara para secarlas.

—baku...— susurró alguien a su lado— ¿estas bien?

—________.

Bakugo se lanzó a abrazarte y ocultó su rostro en tu cuello. No entendías lo que pasaba, solo pudiste acariciar su espalda a modo de consuelo.

una kirishima //  bakugo x lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora