En la mañana el despertador había sonado sin descanso, a ninguno de los dos se nos pasó por la cabeza desactivarlo pues no teníamos que trabajar o en el caso de Leo simplemente madrugar, lo cual era maravilloso. Después de quejarnos y desactivar todas las posibles alarmas, nos acurrucamos de nuevo hasta que la verdadera alarma sonó sacándonos de la comodidad de nuestra cama.
Leo me ayudó a bañarme, cambiarme y alistar mis papeles para la cita médica, en menos de 10 minutos ya había tomado mi café y nos encontrábamos dentro del auto directo al consultorio. Unos 25 minutos después nos hallamos aquí en la sala de espera, obviamente, esperando a que me llamaran.
-Amor, estoy bien, de verdad - le regalé una sonrisa tranquila - esto solo hará que me despidan por ausencia injustificada ¿qué haré mientras mi lindo prometido trabaja? ¿Solo me ocuparé de nuestra casa? - dramaticé.
-Amor, eres una exagerada - soltó una carcajada.
-Melisa Sheffield - escuché llamar a la enfermera y con ayuda de Leo me puse de pie caminando lentamente hacia el consultorio.
Allí se encontraba un hombre alto, barba escasa y perlada sonrisa, la bata blanca hasta sus muslos y una placa plateada enganchada en su pecho que llevaba escrito Wayne, el cual supuse era su apellido.
-Buenos días Melisa, toma asiento por favor - me pidió mientras escribía en el computador.
-Buenos días - saludé de vuelta haciendo lo que me pidió, estirando mi pie para no ponerle presión, mis dedos tamborileando en mi piernas mientras mi mirada se paseaba por el consultorio.
-Bien, cuéntame cómo es que sucedió - me pidió entrelazando sus dedos sobre el escritorio.
-Pasó durante la jornada laboral, el ascensor estaba en arreglo así que tuve que utilizar las escaleras, como llevaba un poco de afán iba un deprisa, supongo que pisé mal, mi tacón se rompió haciendo que mi pie se doblase y allí empezó el dolor - expliqué el vergonzoso suceso.
-Okey ¿del uno al diez como puedes calificar el dolor inicial? - preguntó, nuevamente escribiendo en el computador.
-Un... ¿cuatro, cinco? no era muy fuerte, podía apoyar el pie y la molestia no era demasiado, sin embargo al tratar de mover el pie dolía mas.
-¿Y al dolor actual cómo lo calificas? - preguntó nuevamente, su mirada sobre mí.
-Ocho o nueve, es más doloroso cuando trato de caminar, el dolor fue aumentado al pasar el tiempo a pesar de haber caminado poco el día de ayer, hoy mi prometido ha tenido que practicante cargarme, puedo caminar pero no distancias muy largas, el dolor no llega a ser resistible - expliqué.
-Entiendo, ve a sentarte en la camilla y retira el zapato del pie lastimado vamos a revisar que tan mal está - me pidió mientras terminaba de escribir.
Ya sentada, llegó después sentándose en un banquillo frente a mí, tomó mi pie masajeándolo en la parte superior y laterales, girándolo y preguntando qué movimiento dolía más que los otros y haciéndome caminar un poco por el consultorio. Terminado el examen estábamos de nuevo sentados.
-Bueno Melisa, presentas un esguince tipo 2, en los siguientes 2 o 3 días es normal que te aparezcan hematomas en la zona ya que es un desgarro de ligamentos, es normal si la zona se inflama así que no hay que entrar en pánico sobre ello, necesitas colocarte hielo en el tobillo los primeros 3 días, 4 si el dolor es muy persistente, tomas 3 bolitas de árnica al día fuera de las comidas, necesitas descansar el tobillo, sí, pero no puedes inmovilizarlo, trata de caminar, lo que puedas y el dolor te permita ¿vale? Ya que pasó en el trabajo, es necesario que te de una justificación por accidente laboral, lo pondré como máximo de 10 días en caso de que la recuperación sea lenta pero no lo creo - asiento ante sus indicaciones después de que termina de escribir en una hoja que me entrega - Bien, pide una cita para el martes de la siguiente semana para ver como progresas, es todo.
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¡¡No me gustan las mujeres!!
Teen FictionMelisa, una joven con una vida común y corriente llega a trabajar en una empresa bastante conocida, en donde busca desempeñar adecuadamente sus estudios, su empresa soñada. Su vida siendo rutinaria pero definitivamente no aburrida gracias a su prome...