Le pedí que me penetrara la cara y él no dudó en hacerlo. Tomó mi cabeza de forma brusca, metió su erección salvaje en mi boca y con el movimiento rudo de sus manos y su pelvis me penetró la cara haciéndome tener arcadas aún más violentas. Yo, aún de rodillas, comencé a masturbarme también hasta que sentí que él estaba apunto de correrse y salió de mi garganta. Me puso de pié y me volteó colocándome contra la pared del baño, lo sentí alejarse de mí un momento y abrir una bolsa con artículos de uso personal que tenía cerca. Carter estaba preparado. Volvió a acercarse y escuché como rasgó el paquete del condón que luego vi caer al suelo. Me metió sus dedos en mi boca y yo los llené de saliva. En seguida se movió a mi ano y comenzó a estimularlo. Lo hacía de forma suave, pero no tanto porque se notaba que estaba desesperado por entrar y yo estaba desesperado por que él entrara en mí. Sin muchos rodeos introdujo el primer dedo y a los treinta segundos ya tenía dos metidos completos. Rápido me penetró con su falo y no mentiré, al tener tan poca estimulación previa y al ser un pene tan grande fue muy doloroso, pero yo estaba tan excitado que lo caliente que estaba casi servía como anestesia y ni siquiera me quejé, lo dejé joderme como nos jodemos los hombres, con hambre y sin delicadezas.
Entró y salió cuantas veces quiso y gemimos juntos. Me recosté de espaldas contra su cuerpo sintiendo los pelos de su pecho acariciando mi espalda y comencé a mover mis nalgas con su pene adentro, haciendo a Carter temblar y convulsionar de placer. Tomé su mano y la llevé a mi pene, y él continuó masturbándome mientras a la vez me penetraba.
Minutos después salió de mí y sentí que se iba a quitar el condón. Estaba por correrse y lo haría en el piso de las regaderas. Yo lo detuve y lo halé hacia mi cuerpo nuevamente. Las cosas entre él y yo estaban cambiando, la relación era más personal y yo quería tener todo de él en mí.
—Córrete adentro —le pedí.
Él me miró extrañado, pero al ver que estaba hablando en serio entró en mí nuevamente, ahora sin condón, y entre gritos y gemidos de ambos, Carter se corrió dentro de mi ano y me llenó de todo lo que yo necesitaba en ese momento. Ese mulato me llenó de él y de su hombría. Instantes después cuando aún estaba dentro de mí, Carter continuó masturbándome hasta que yo también me corrí derramando mi esperma en el piso del baño y dejándola ir por la coladera bajo nosotros.
Salió de mí y terminamos de bañarnos en regaderas distintas.
Cuando estábamos vistiéndonos en el área de casilleros no podíamos parar de reírnos por lo que habíamos hecho.
—Entonces, ¿vamos por los tacos? —le pregunté. La expresión de Carter en seguida cambió de complicidad a confusión. Me miró como sin entender las cosas y yo con una sonrisa decidí ser claro—. Carter, yo soy un hombre homosexual y tú también. Ambos somos adultos. Con lo que acaba de pasar es claro que nos gustamos, ¿Porqué es tan raro que quiera invitarte a una cita?
—¿Es en serio? —me preguntó muy descolocado. Yo asentí ya sintiéndome un poco ofendido. Él se llevó las manos a la cabeza y evidentemente avergonzado continuó hablando—. Rey yo pensé que esto solo era sexo, yo tengo pareja —me dijo, yo cerré los ojos y me tapé la cara— Discúlpame, yo pensé que sabías que tengo pareja, de hecho vamos a casarnos en tres meses.
¿Casarse?¿Otro más?¿En qué momento el matrimonio se hizo epidemia?¿Puede por favor alguien contagiarme del virus?
—No, no sabía.
—Lo siento, ¿Estás bien? —me preguntó.
—Sí, no te preocupes —respondí—. Fue un malentendido y no es tu culpa —él asintió, tomó sus cosas, me dio una palmada en la espalda y se marchó.
¿Qué sería lo peor que podía pasar si lo invitaba a salir, que me dijera que no? Podía soportarlo. Lo que no podía soportar era darme cuenta de que mi número de acostones había aumentado y mi número de relaciones seguía en cero.
Antes de salir del gimnasio me di cuenta de que tenía un mensaje privado en Wattpad. Lo abrí, lo leí y suspiré. ¿Cómo era posible que las cosas pudieran ponerse aún peor?
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La Bitácora Homosexual de Rey James Del Rey
RomanceUn jugador de dodgeball homosexual que en secreto escribe una bitácora de sexo en Wattpad donde detalla sus fascinantes y calientes encuentros y experiencias sexuales con otros deportistas y fanáticos, los pormenores de su vida promiscua, y da conse...