La Bitácora Homosexual de Rey James Del Rey

[Capítulo Cinco]🎵"Call Your Girlfriend", Robyn

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CONVERSACIONES

@SportySpikes

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Hola Queridos,

Hoy les haré una confesión: mi ropa interior favorita son los calzoncillos que ya solo usan los ancianos o los bebés para sostener los pañales. Cuando salgo de mi apartamento uso bóxers pegados que muestren mis nalgas duras en caso de que se las quiera mostrar a algún chico. Pero cuando estoy solo en la privacidad de mi habitación: ¡tighty whities!

Y el hombre que esté conmigo tendrá que aceptar que nunca dejaré de usarlos aunque no le parezcan sexy.

Xx.

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Respuestas:

@Ethan_Espinoza:

Yo acepto tus calzoncillos de anciano siempre y cuando pueda comerme lo que tienen adentro.

@SportySpikes respuesta a @Ethan_Espinoza:

o.O

@Ethan_Espinoza respuesta a @SportySpikes:

Lo siento, creo que me pasé.

@SportySpikes respuesta a @Ethan_Espinoza:

No ha pasado nada, jeje.

@Ginno_Dotts respuesta a @Ethan_Espinoza:

Sí te pasaste #drama

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En la mañana rompí con la rutina y luego de actualizar la bitácora trate de salir lo más temprano y en silencio posible. Quería evitar a toda costa encontrarme con Brooklyn y que otra escena incómoda referente a mis calzoncillos blancos se diera entre nosotros. Esta vez lo logré. Desayuné lo más saludable que encontré en la calle y llegué temprano al gimnasio para el entrenamiento. Ese no era el lugar más indicado para estar ya que quiero evitar a toda costa encontrarme a solas con Carter porque no sería capaz de soportar que me volviera a pedir disculpas. Pero si algo yo tengo claro son las horas en que cada uno de mis compañeros de equipo entra y sale del gimnasio y yo sé que de la misma forma en que Carter es casi siempre el último en salir, es también casi siempre el último en llegar, así que pude pasar la mañana tranquilo en el gimnasio viendo algunas de las tantas series de televisión que siempre tengo atrasadas.

Con el pasar de las horas y luego de preguntarme un centenar de veces quién es más cool entre Lena Dunham y Hannah Horvath comenzó el entrenamiento y tuve éxito en ignorar a Carter. Por el rabillo del ojo pude verlo observarme varias veces, pero logré entrenar haciendo como si no existiera y como si nada hubiese sucedido la noche anterior. Lo interesante fue que durante el entrenamiento él no fue el único que me estaba mirando hasta incomodarme. Mientras nuestro entrenador nos daba indicaciones desde la orilla de la cancha de trampolines había un hombre con él que por alguna razón desconocida para mí en ese momento, no dejaba de mirarme y señalarme mientras hablaban. Se trataba de un hombre alto de más o menos mi edad, de cabello negro tupido y barba muy cuidada. Vestía un traje gris, zapatos negros, camisa celeste y corbata azul a rayas. Con ese atuendo y su cabello peinado como chico bueno podría dar la impresión de aburrido o poco sexy. Pero en realidad a lo lejos se podía notar que la tela del traje gritaba calidad y era obvio que dicho traje fue entallado para su cuerpo y el gran bulto de su pene. Es decir, era obvio para mí ya en ese momento de que se trataba de un tipo sexy que cuida su imagen y que tiene el dinero para hacerlo.