Un jugador de dodgeball homosexual que en secreto escribe una bitácora de sexo en Wattpad donde detalla sus fascinantes y calientes encuentros y experiencias sexuales con otros deportistas y fanáticos, los pormenores de su vida promiscua, y da conse...
Eran exactamente la una y media de la madrugada cuando desperté. Miré a mi lado y allí estaba él, diez años después seguimos juntos. Me perdí por unos minutos en la imagen de mi hombre hermoso y perfecto como siempre. Eros, un hombre que recién entra a sus cuarenta y a quien los años y las pocas canas que han crecido a los costados de su cabeza lo hacen más y más atractivo, más interesante, más sabio, mejor amante cada día y más enamorado de mí; es definitivamente el único, absoluto y eterno amor de mi vida. Aún mi philia, siempre mi ágape, infinitamente mi storgé y eternamente mi Eros.
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Siempre me ha gustado verlo dormir; la forma en que lo hace ha cambiado con los años e incluso se modifica de temporada en temporada con los cambios de temperatura, pero siempre se ve precioso al dormir, como un ángel reposando sobre nuestras sabanas azul marino. En estos tiempos mi hombre argentino duerme como lo hacía a sus treinta y cuatro años. Al lado derecho de nuestra cama con su musculoso y definido brazo derecho extendido hasta sostener su cabeza con la mano, y el izquierdo reposando sobre su cada día más fuerte abdomen peludo que parece esculpido por los Dioses del Olimpo. Nunca ronca, nunca despierta con la alarma del despertador de su celular y desde que cumplió años nunca se quita su nuevo reloj inteligente que le regalé en la fiesta que le organicé para celebrarlo. Debo confesar que suele abrir la boca mientras duerme, pero siempre que estoy despierto y me doy cuenta se la cierro con un beso en los labios y sin despertar él responde a mi beso y sonríe.
Abandoné la bitácora hace ya unos ocho años, luego escribí una columna de estilo de vida para el New York Times y también terminé abandonándola. Abandoné el dodgeball como jugador profesional también, y aunque nunca abandoné mi rutina de ejercicios y mis buenos hábitos alimenticios, mi rutina ya es muy distinta a lo que era hace diez años. Algo que es parte fundamental en la misma es que ya no me duermo, ni me despierto tan temprano como antes. De hecho, me acuesto un poco pasada la media noche con Eros, despierto una hora después y escribo en mi blog por un par de horas para volver a acostarme con mi hombre y volver a disfrutar del privilegio de amanecer con él. "Conversaciones con la Luna", el blog de mi pagina web personal "rey james del rey punto com" se ha convertido en mi modo de expresión definitivo, el único lugar en donde he podido escribir y gritar lo que he querido de forma libre, sin tener que esconderme como lo hacía en mi bitácora homosexual y sin tener que escribir amarrado por una línea editorial como cuando escribía en Nueva York. En mi blog escribo sin un seudónimo y escribo lo que me da la gana, y haciéndolo de esa forma, mi forma, logré sentirme pleno en mi lado creativo. En mi lado profesional logré crear la escuela de deportes en Argentina en la que Eros ahora da clases de tenis y patinaje artístico, yo doy clases dodgeball y otro par de instructores que hemos contratado dan clases de baloncesto, fútbol y béisbol; y nuestra primera liga local multideportiva concluyó hace un mes con un éxito mayor al que nunca pudimos imaginar. Por el lado del amor, me desvivo por Eros, lo amo y lo amo cada vez más; mi hombre me llena de energía y a mis cuarenta años me hace sentir como de veinte. Me hace feliz, me siento pleno, completo y gracias a él logré ver y reconocer el rumbo de mi vida como propio.
