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- ¡Channie, Channie! Mírame, mírame.
En un sábado soleado como aquel, casi sin viento y con dos niños aburridos y acalorados, la mejor idea siempre era juntarse en la casa del menor para comer helado e ir a la plaza, el sol en su cúspide y el plástico caliente de los juegos no les impedía disfrutar de estos, aunque como siempre les dijeron, esperaron a que estos se enfríaran jugando a cualquier otra cosa. Jeongin con mucho esfuerzo había logrado escalar un árbol para llamar la atención de su amigo, pero de nada había funcionado ya que este al parecer prefería juguar con los bichitos de las hojas.
- ¡Chan, Chan! ¡Bang Chan! - continuaba gritando el más pequeño, pero el otro no lograba escucharlo.
El pelinegro resentido siguío escalando, subió unas cuantas ramas más y volvió a gritar, pero ya había empezado a enojarse con su amigo quién aún no lograba escucharlo: - ¡Hey, Bang Chan! Tonto, mírame.
El pequeño se balanceaba en las ramas, pero pronto logró darse cuenta de que esa estrategia no le serviría, con un suspiro empezó a bajar por las ramas, sin mirar abajo, como siempre había escuchado en las películas, si miraba abajo le iba a dar susto, muy mala idea. Y a pesar de que Chan no había logrado oir a Jeongin antes, el grito que pegó antes de impactar contra el suelo logró escucharlo con claridad.
- ¡Jeongin!
El menor lloraba estruendosamente en el suelo mientras sujetaba su rodilla con ambas manos y cerraba sus ojos con fuerza, los brazos de Chan no tardaron en abrazar sus hombros sin saber bien qué hacer, tenía al pequeño entre sus brazos llorando desconsoladamente además siendo incapaz de modular correctamente.
- Jeongin, Jeongin, ¿qué pasa? ¿dónde te pegaste?
Un ligero murmullo se escuchó entre sus sollozos: "rodilla", por el susto Chan no había notado la fea herida que se presentaba en la rodilla de este, seguramente se había golpeado con el árbol o rajado con el suelo. Sin esperar mucho más y con ninguna otra alternativa, el australiano se colocó frente a Jeongin elevándolo con cuidado en sus brazos para caminar lo más rápido que pudo hasta la casa del menor, el cuál se encontraba sollozando en su hombro.
- Fue tu culpa - escuchó al pelinegro entre sollozos.
- ¿Mía? ¿Por qué? - Le respondió Chan confundido.
- Y-yo te... Te estaba llamando, para que miraras y... y no miraste y, y, y me caí.
- Ya... Lo siento - El sabía que no era su culpa, pero no quería discutir ahora.
Las piernas del mayor se cansaban y tuvo que apoyar a Yang en el suelo, pero asustado porque el chico seguía llorando tuvo que sacar fuerzas y seguir corriendo, estuvo un largo rato gritando fuera de la casa de Jeongin esperando a que su madre saliera, en vez de eso salió la hermana del pequeño con sus audífonos aún puestos y preocupada por los fuertes gritos.
- ¿Por qué tantos gritos? ¿Qué pasa?
- ¡Wheein, Wheein! - Exclamó Chan alegre de ver que había alguien en casa - Ayúdame, Innie se cayó.
- Eso te pasa por andar de tonto - suspiró la mayor - déjame ver.
Abrío la puerta esperando a que estos entraran, cuando ya estaban dentro Chan dejó al pelinegro en el sofá mostrándole la herida a la peliblanca, quién la observó con mala cara y se lo llevó al baño para limpiarla, el más alto de los jóvenes tuvo que esperar afuera ya que el espacio era restringido, pero podía oír con claridad como Jeongin lo culpaba de su caída, eso lo hizo sentir triste y se empezaba a culpar a sí mismo, quizás era verdad, no le estaba prestando atención y se supone que debía cuidarlo, pero el no quería que se cayera, no estaba feliz de que se lastimara. Tiempo después Wheein salío del baño y se dirigió hasta el.
- Chan, ¿podemos hablar un poco? - este asintió con miedo y la cabeza gacha, insitándole a continuar - ¿es verdad que tú botaste a Jeongin?
- Si... - La mayor quedó realmente extrañada, el pequeño no era capaz de hacer algo así, primero porque era un niño bueno y educado, segundo porque quería mucho a su hermano.
- ¿Por qué? ¿él te hizo algo? - Wheein sabía que si lo había hecho, debía tener un buen motivo.
- No el... - Chan se sentía triste, por su culpa su amigo se había lástimado, ahora estaba recibiendo el castigo justo pero aún así no pudo evitar sollozar un poco - El se subió a un árbol para llamar mi atención y yo... no lo escuché, luego se cayó.
- Ya sabía yo... - suspiró Wheein - ¡Jeongin ven! - el pequeño apareció rápidamente - discúlpate con Chan.
- ¿Yo? ¿¡Por qué?!
- El no fue el culpable, estuvo preocupado por tí todo el rato y ahora tu le hechas la culpa, ¡Mira! Hiciste que llorara, discúlpate.
El menor no se había dado cuenta hasta ese momento de que había hecho llorar a su amigo, con la mirada gacha y muy apenado dijo: -Lo siento. Y Chan volvió a sonreír.
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(👅)Lo siento por demorar tanto, no tengo excusas, solo no sé, se me fue (? Estuve escribiendo otros oneshots y fics que espero poder publicar luego ^^ en todo caso, tengo muchos capítulos en borradores y varias ideas, espero poder verlos luego, buenas tardes coman toda la comida y haganle caso a la mami o al papi -3-.
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the fox and the kangaroo. [Cancelada]
Fanfiction≪this is the start of the law of the jungle.≫ ﹙☁﹚chanIn. ﹙☁﹚soft ﹙☁﹚capítulos cortos. ﹙☁﹚a cada rato cambio la estética de los capítulos.