Capitulo 21: Te Amo

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Iban muy callados en el auto, pero las sonrisas coquetas no faltaban, Naruto miraba a Hinata con cierta ternura y picardía, a lo que ella respondía con refrescante risa inocente y divertida que le encantaba al ojiazul.

Estaciono su vehículo en el estacionamiento del edificio para luego subir hasta  la recepción, para buena suerte de la ojiperla no había nadie, así que no podría haber comentarios “extraños” por parte del hombre que recordaba de la vez anterior. Naruto la  tomo de la mano y  la guio  hasta el  ascensor  para luego presionando el numero 7.

Ya en el piso, lentamente el rubio abrió la puerta del departamento, dejando ver  la sala iluminada  por nada más que el brillo de la luna. Hinata entro algo tímida, era un  poco  volver unos meses atrás, donde había  pasado una  situación nada  agradable para ella, Naruto también  podía sentir  esa tensión, los nervios  era mil veces peor de los que había sentido la primera vez que trajo a la pelinegra a su departamento.

El  rubio señalo a la ojiperla que ella  podía sentarse y  ponerse cómoda, mientras que él  iba a  la cocina. La  ojiperla se encontraba nerviosa, no sabía que hacia  ahí, además ya se sentía  mejor, quizás lo más indicado irse a su casa y evitar  problemas.
El Uzumaki volvió con dos tazas, seguramente de café, la  pelinegra lo miro extrañado, ¿acaso  se veía tan mal que le ofrecían café?

-          Gracias Naruto-kun- tomo la  taza- pero  ya estoy mejor, es más, creo que mejor me iré a mi casa- se levanto para dirigirse a la puerta  pero el rubio la detuvo

-          No Hinata, por favor quédate aquí, se que  tienes  algo de miedo  por la vez anterior, pero te juro que aquí no pasara nada de lo que tú no quieras que pase

-          Naruto-kun, lo siento  pero- volvió a sentarse- no puedo evitar… recordar ese día- dijo con una profunda tristeza

-          Lo sé… y merezco tu desconfianza, pero… dame una oportunidad por favor.

-          Está bien- accedió muy poco convencida

Se quedaron ambos ahí en la sala bebiendo su café, luego Naruto tomo a Hinata de la mano y la llevo su habitación

-          Dormirás aquí… yo lo hare en la habitación de huéspedes

-          ¿y por qué yo no puedo dormir en la habitación de huéspedes?

-          Porque el colchón de esa cama esta horrible, y no dejare que tu duermas ahí

-          Pero…

-          Dije no…

-          Arigato Naruto-kun

-          Buenas noches – beso tiernamente sus labios

-          Buenas noches

La pelinegra quedo sola en esa habitación, observando como el  chico se marchaba de ese lugar, se sentó en la cama  y comenzó a contemplar la luna, se sentía extraña estando de  noche en ese departamento, aunque ahora  todo parecía ser tan distinto. De un momento a otro, sintió la misma nostalgia que sentía  a veces cuando estaba en Francia, al igual como lo hacia allá, se levanto de donde estaba y camino hacia la sala del departamento haciendo muy  poco ruido; se acerco a la ventana que estaba en la sala y comenzó a ver el paisaje, cerca se observaba el centro de Tokio algo iluminado a pesar  de la hora que era, era hermoso, aunque extrañaba  pararse en esa ventana y  mirar la hermosa Torre Eiffel, cada vez, la pelinegra se convencía que su vida estaba en  allá en Francia, pero… como iba a dejar al ojiazul aquí, ella sabía que la amaba y se sentía muy feliz  por ello, pero también sabía que amaba a Sakura y si era así no podía compartirlo, y  por derecho, el corazón de Naruto le pertenecía a la pelirrosa nadie más. Debido a esos  pensamiento  una lagrima solitaria rodo por la mejilla de la pelinegra, a pesar de  todo no podía dejar  en ello  que de alguna  forma la martirizaba.

L'Effroyable imposture - "La gran Mentira"?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora