Capitulo 33: Para siempre

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Era un atardecer hermoso en la cuidad de París, los  colores anaranjados  y violetas del cielo se mezclaban con la velocidad en la que avanzaba en el vehículo, dando unos matices que  pocas veces se podían apreciar, esa tarde era especial, diferente, se podía sentir en el aire, una tarde llena de recuerdos, de imagines, de nostalgia ¿y por qué no decirlo?,  tristeza.

Juugo lucia por las avenidas de la gran ciudad su nuevo Audi del año, un hermoso auto de  color gris, era su regalo de cumpleaños por parte de sus padres, que había llegado un poco atrasado. En el iba por supuesto que manejando su flamante dueño, yo iba en el asiento trasero y en el del copiloto iba su novia, asi es Juugo por fin encontró a una mujer que lo valorara, su nombre es Odette, es Francesa, estudiante de primer año de la carrera de medicina, la conocimos este año cuando  hicimos la bienvenida a los nuevos estudiantes en la universidad, es muy tierna, tiene apenas  18 años, cumplidos hace muy poco tiempo, de hecho Juugo espero al cumpleaños de ella para pedirle una relación formal, no quería  hacerlo antes para que no lo vieran como un pedófilo, después de todo eran casi cinco años de diferencia que los separaban. En cuanto a Suigetsu, está feliz también, hace tres semanas está saliendo con una mujer que estudia diseño en la misma universidad, se conocieron en la cafetería, un encuentro algo sorpresivo, pero bastante  romántico, de película, me encanta verlos asi. Mientras  que Karin, cuando llegue hace un año ya no estaba, se había ido de intercambio a Inglaterra, al parecer le gusto mucho mas allá y se quedo a vivir, esta junto a unos  tíos que tiene en ese país.

-          Hinata… te estoy hablando  - era Juugo quien me sacaba de mis pensamientos

-          Perdón, ¿Qué me decías?

-          ¿en qué pensabas Hinata?- pregunto esta vez Odette, creo que aun no se acostumbra a mis reiterativos ataques de “encerrarme en mi mundo”

-          Nada, estaba  pensando – le sonreí

-          ¿Hinata estás segura que quieres que te deje en el centro?, no me cuesta nada ir a dejarte al departamento- preguntaba ahora Juugo

-          No, está bien, tengo que  pasar a comprar algunas cosas, a demás ustedes tienen que ir a esa cena a la casa de Odette – sonreí picarona, hoy mi amigo iría a conocer a sus suegros

-          Bien, te dejare en el boulevard

-          Gracias

Llegamos rápido al lugar señalado, me despedí de los chicos  y  me quede sola, como siempre; en realidad no tenía nada  que comprar, solo quería pasear. Entre  a algunas tiendas, revise ropa, pero nada que me llamara la atención, no me di cuenta cuando el atardecer se volvió anochecer y las millones de luces de París comenzaban a encenderse, no quería llegar  a casa, además mañana era sábado y  podía dormir hasta tarde, no tenía ninguna obligación, asi que decidí irme caminando  hasta el departamento, me  demoré unos cuarenta y cinco minutos, camine a un paso extremadamente lento, pero me sirvió, estaba  despejada, un  poco más animada, aunque, en todo minuto, no deje de pensar en él. Me detuve  un segundo para mirar al cielo y ver esa estrella, una lagrima derramo mi  ojo izquierdo  que limpie  rápidamente, no me gustaba que mi pequeña  Akemi me viera llorar, no cuando la observaba  brillar en ese cielo nocturno. Retome mi camino y  cuando estaba a una cuadra de llegar al edificio  mi celular sonó, sonreí al ver la pantalla, ya me estaba extrañando que no me hubiese llamado en todo el día.

-          ¡Sauke-kun!

-          ¡Hinata!, ¿Cómo te encuentras princesa?

-          Enfadada- el silencio de Sasuke me preguntaba el porqué – no me  habías llamado en todo el día, ¿Qué clase de mejor  amigo eres?

L'Effroyable imposture - "La gran Mentira"?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora