¿Qué pasó?

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Jisung se despertó de golpe casi sin poder respirar, dando un pequeño salto al notar como se caía de un precipicio. Otra pesadilla.

-¿Qué pasó?

Habló ronco el mayor apretándolo entre sus brazos.

-Nada... Una pesadilla...

Comenzó a decir el rubio revoloteando su propio pelo.

-Jo... ¿estás bien?

Preguntó Minho alejándose para mirarlo a los ojos con los suyos soñolientos.

-Sí, sí... Siempre me ha costado mucho dormir, tranquilo...

Dijo el menor con una pequeña sonrisa adormecida.

El castaño sonrió siendo él quien pasaba su mano por entre los mechones rubios del otro, moviéndose un poco para alcanzar sus labios.

-Te voy a resfriar.

Lo paró Jisung antes de que el mayor le besara.

Pero no pareció tener ningún tipo de interés en aquello y atrapó los labios del rubio igualmente, sin dejar de acariciar su pelo.

-¿Tienes frío?

Preguntó bajito Minho al dejar ir aquel dulce contacto.

-Estaba bien cuando me abrazabas.

Habló el rubio con aquella sonrisa dormida.

Entonces el mayor volvió a apoyarse sobre su pecho para agarrarlo de la cintura y darle calor al contrario, como si se fuese a dormir otra vez, pues aún era muy pronto.

Pero en unos minutos de silencio comenzó a sonar el móvil del único de los chicos que lo tenía encendido, quien suspiró perezoso reconociendo su tono de llamada y se alejó del cuerpo de Jisung al levantarse.

Se dirigió rápido a dónde sonaba su móvil y cogió la llamada de seguida, saliendo de la habitación.

En aquellos largos minutos en los que Minho desapareció tras la llamada, el rubio se quedó pensativo aún tumbado en aquella cama ajena.

Pensaba en que día era y en cuando debía volver a su casa, en si su padre se habría dado cuenta de que había desaparecido todo el fin de semana o le iba a hacer notar su ausencia.

De repente muchos malos recuerdos comenzaron a venirle a la cabeza y a despertarlo por completo, sabiendo que de ninguna manera iba a volver a dormirse o a descansar más en ese día.

Se incorporó para sentarse y se puso la capucha de la sudadera del mayor para mantener sus orejas calientes.

Y empezó a pensar en donde había dejado el móvil. Solo usaba aquel aparato cuando quería escribir alguna de sus canciones, pues nunca agregaba ningún contacto nuevo, ni mucho menos hablaba con alguien.

Mientras intentaba recordar dónde fue que apagó su móvil y lo dejó olvidado, volvió Minho, suspirando alto y dejó el móvil, casi tirándolo, sobre una mesa, para después meterse de nuevo en la cama, junto al menor.

-¿Qué pasó?

Preguntó de seguida Jisung viendo la cara triste del otro.

-Nada...

Habló bajo el castaño mirando a las sábanas.

-¿Quieres desayunar?

Volvió a hablar el mayor dirigiendo ya su mirada al contrario.

El rubio hizo una pequeña sonrisa y asintió levemente.

Ambos se levantaron de la cama y se dirigieron a donde la cocina para tomar algo.

minsung // minho y jisung skzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora