Abrazado a su cuerpo, notando su respiración tan tranquila, sus latidos tan cerca y suaves. No entendía por qué él no podía hacer lo mismo.
No sabía qué hora era ni cuánto tiempo llevaba despierto, quería que sonase ya la alarma, quería levantarse y dejar otra mala noche.
Perdió en la noción del tiempo, viajó por todos los rincones de su mente, pensó en todo lo que no quería pensar y recordó cosas que quería olvidar.
No le parecía que el tiempo pasase, no soportaba pasar más rato así.
Abandonó, con pena, aquella dulce posición, haciendo que el contrario gruñera, casi de manera automática, al sentir como el otro se alejaba.
Jisung solo siguió separándose, despacio, hasta terminar saliendo de la cama.
En cuanto estuvo de pie se quedó unos segundos mirándolo desde arriba. Se le veía tan metido en sus sueños, con el pelo cayéndole ligero sobre los ojos y las mejillas algo hinchadas.
Dejó la habitación y decidió ir a ducharse. Se había acostumbrado a ello cuando no podía dormir, conseguía relajarse un poco y calmar aquella tensión que sentía constantemente.
Ni se molestó en secarse el pelo, cogió, rápidamente, algo que ponerse y volvió al baño para cambiarse con tranquilidad, aún pensando en sus cosas.
Fue al salón y cogió los auriculares que encontró de camino, se sentó en el sofá y sacó el móvil para escuchar algo y distraerse un poco.
Llevaba más de una hora tanteando por diferentes redes sociales, escuchando diferentes albums de música y esperando a que pasase el tiempo.
Ni se dió cuenta que ya era la verdadera hora para levantarse, simplemente notó un toque sobre el hombro y dió un salto en el sitio, quitándose los auriculares del susto.
-¡Hostia, Minho!
Habló casi en un grito, sobresaltado.
El mayor se limitó a reir y dió la vuelta al sofá, sentándose a su lado.
-Buenos días a ti también, Jisung. ¿Cuánto llevas despierto?
Preguntó el mayor, aún con los ojos medio cerrados.
-¿Me has cogido la sudadera?
El rubio esquivó su pregunta, fijándose en lo que llevaba puesto el contrario.
-No me parecía muy apropiado ir a clase medio desnudo.
Siguió sonriendo el castaño, mientras se pasaba los dedos entre el pelo, intentado peinarse.
Jisung rió y dejó el móvil, ya bloqueado, sobre la mesa.
-Dame la ropa que llevabas ayer y te la lavo.
Habló el más pequeño, levantándose.
-No. Qué va... La... La puedo lavar en el trabajo.
Minho contestó lo más rápido que pudo, no quería ser una molestia.
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minsung // minho y jisung skz
Novela JuvenilJisung es nuevo en Seúl y por tanto también en el instituto. Ahí conoce a un grupo de chicos con el que tiene bastantes cosas en común, y hay uno de ellos en específico que le llama más la atención.