Minho tenía que despertar mucho más pronto de lo que lo hacía cuando iba a clase.
Eran las seis de la mañana y ya se encontraba en aquel local, con su uniforme puesto y listo para empezar con lo que le mandasen.
El día anterior empezó por el mediodía, estuvieron toda la tarde explicándole que clase de trabajos haría durante los seis meses; camarero, cocinero, también podría limpiar el local, los platos o ordenar el almacén, definitivamente no iba a estar sin hacer nada en ningún momento.
A las siete se abrieron las puertas del sitio y el restaurante, ciertamente cutre, pero bastante conocido, comenzó a llenarse de clientela.
Al principio venían grupos de chicos y chicas y aunque eran bastante numerosos no se le juntaron muchos de golpe y era relativamente fácil sobrellevar aquel primer día de trabajo.
Pero a medida que pasaban las horas, se iba complicando y cada vez había más gente y tenía que hacer él los pedidos y también cocinar algunas cosas y hasta tuvo que limpiar más de una vez las bebidas que se les caían a algunos de los clientes.
Normal que lo cogieran de seguida, allí se necesitaban con urgencia muchísimos más trabajadores de los que había.
Y por fin le dejaron descansar, después de no parar de trabajar durante cuatro horas seguidas.
De pie, yendo de un lado a otro, tenía los pies destrozados por culpa de aquellos zapatos nuevos, los cuales ni siquiera eran su número y no le dejaban caminar con normalidad.
Sus manos le dolían, tenía los dedos llenos de quemaduras y los brazos llenos de salpicaduras del aceite, se preguntaba cómo podía estar tan mal si solo llevaba allí cuatro miserables horas.
Se cambió los zapatos de seguida y se desabrochó los primeros tres botones de la camisa, saliendo del local, se puso una chaqueta larga y sacó un paquete de cigarros del bolsillo.
Iba fumando en dirección al colegio, aprovechando que salía cuando ellos tenían patio.
Pensaba que iba a ver a Jisung y que podría intentar solucionar las cosas.
Después de lo que pasó, se quedó pensando en que todo había sido por su culpa y que el menor no merecía la manera en la que lo había tratado.
-¿Minho? ¡Lee Minho!
Changbin comenzó a gritar con una sonrisa enorme cuando vio, a lo lejos, su amigo acercándose.
Se levantó de seguida del banco, dándole el cigarro que fumaba a Felix, y fue corriendo a donde el mayor.
En cuanto estuvo delante suya lo abrazó después de días sin saber de él, que ni lo había visto ni hablado con él.
-Ey, Binnie.
Sonrió el mayor en cuanto el pelinegro lo dejó ir.
-Joder, Minho, pero... Qué... ¿Qué llevas?
Changbin frunció el ceño abriendo el abrigo del contrario, viendo el logo que lucía en su camisa.
-Ya... Eh...
El castaño dirigió su mirada al suelo y apoyó una de sus manos sobre el hombro del otro.
-Vamos allí...
Volvió a hablar el mayor, comenzando a caminar hacia el banco.
Nada más llegar a donde los chicos, buscó con su mirada al de cabellos rubios, pero no estaba entre ellos.
-Bueno pues... Que... Que he dejado los estudios y estoy... Pues que trabajo aquí en
Minho se giró para señalar a una calle cercana al colegio pero el de voz grave lo interrumpió de seguida.
-¿Qué? ¿Pero qué dices? ¿Es en serio?
Preguntaba con los ojos súper abiertos y levantándose del banco para acercarse al mayor.
-Sí, Lix...
Sonó triste Minho casi sin poder mirarlo a los ojos.
-Joder, qué fuerte... ¿Es definitivo?
Preguntó Chan siendo el más tranquilo, sin dejar de fumar.
-Eso creo... Tengo un contrato de seis meses.
Contestó con un hilo de voz.
Hyunjin estaba a punto de dar su aportación pero el timbre del colegio sonó e interrumpió cualquier palabra que quisiese decir.
-Joder... Pues... ¿Qué coño y cuándo nos veremos?
Preguntó el pelinegro, el cual no había dejado de mirarlo desde que había llegado.
-No lo sé. Oye, ¿Dónde esta Jisung?
Preguntó rápido antes de que se fueran sus amigos.
-No se le ve muy bien a ese chico, aunque... Mañana hay examen, debería venir... Al menos por la mañana.
Contestó el pecoso lo antes que pudo, mientras sonreía, despediéndose, dejando al mayor parado en el parque.
Y viendo como sus amigos se alejaban, Minho sacó un segundo cigarro y se lo fumó de vuelta al trabajo.
Después de dos horas, volvió a tener un descanso, para comer, que fueron unas hamburguesas que se cocinó él mismo en la cocina del restaurante.
Y después de aquello, no paró hasta las siete.
Se fue a quejar a quien era su superior, para decirle que pusiera otro descanso sobre las cinco o así.
Y aunque el hombre no parecía importarle mucho nada de lo que le dijesen sus trabajadores, realmente le hizo caso, pues no le interesaba perder a un chico tan trabajador como era el castaño.
Accedió después de pensarlo unos minutos y se despidió del chico tras cerrar las puertas.
Y la madre de Minho volvió a aparecer con su coche caro, para recogerlo, llevándolo de vuelta a casa.
Miró su móvil, después de días sin prestarle ni la más mínima atención, y de repente recordó el por qué de aquello, pues solo quería hablar con alguien, del cual desconocía su numero.
Y aunque sabía que hablarle tras una pantalla tampoco era lo mejor, tampoco sabía la ubicación de su casa, para ir a verlo, así que esperaba tener más suerte en el día de mañana y que Jisung se presentara al examen, para así poder verlo y hablar con él.
No iba a subir nada pero weno oye una cosa estoy super contenta que empecé con esta fanfic por los loles y la está leyendo mazo de gente no sé que gracias que solo me comenta mi gente y le dan a fav unas pocas pero que nada quería mostrar un poco de afecto au idò

ESTÁS LEYENDO
minsung // minho y jisung skz
Fiksi RemajaJisung es nuevo en Seúl y por tanto también en el instituto. Ahí conoce a un grupo de chicos con el que tiene bastantes cosas en común, y hay uno de ellos en específico que le llama más la atención.