minsung // minho y jisung skz

Han.

Minho lo siguió con una sonrisa, vio como se adentraba en la cocina y esperó a que se sentara.

-¿Lo mismo que ayer?

Preguntó el mayor cogiendo sus dos tazas.

El rubio asintió, aún sonriente, y se lo quedó mirando mientras servía.

Una vez terminado, se sentó junto al más pequeño y dejó su taza en frente.

-¿Eran estas galletas?

Preguntó el castaño acercándole un paquete.

El menor asintió, sin dejar ir su sonrisa y comenzó a comer, disfrutando de la compañía del otro.

-¿Podrás coger mi bici? Está atada en una farola, delante de tu trabajo.

Habló Jisung, terminando de comer.

-Claro.

Sonrió Minho, ya levantándose.

-¿Tienes que darme unas llaves o...?

Preguntó el mayor, dejando su taza en el lavavajillas.

-Ay, claro.

El más pequeño sonrió y salió de la cocina en busca de las llaves.

Entrando en la habitación, oyó sonar la alarma de un móvil, y sabía de sobra que no era el suyo.

-¡Minho!

Gritó el rubio, y cogió sus llaves y el móvil del contrario.

-¿Tienes que irte ya?

Habló de nuevo el menor, entregándole el móvil al otro.

-Eso parece...

Terminó diciendo el castaño, quitando la alarma.

-Hostia, tengo que cambiarme.

El mayor se dió cuenta de que seguía en pijama y fue corriendo a su habitación, a cambiarse de ropa.

Salió a los pocos minutos, y de seguida estuvo delante del portal, preparado para salir.

-¡Espera! Las llaves.

Jisung se acercó de seguida, extendiéndoselas.

-Cógeme algo de ropa y dúchate si quieres ¿vale? como si fuese tu casa, en serio.

El menor se quedó parado ante aquellas palabras y sintió los labios contrarios presionar sobre los suyos.

-Vale...

Susurró el rubio, en cuanto Minho se separó.

-Nos vemos en el patio.

Se despidió el mayor, con una sonrisa.

-Adiós...

Volvió a susurrar el más pequeño, viendo como se alejaba, caminando por la calle.

Y cuando volvió a la realidad, reaccionó, parpadeando varias veces y cerrando la puerta, volvió a entrar.

Se quedó en silencio, disfrutando de la calma que se sentía en aquella casa, y la paz que notaba en cada una de las habitaciones.

Fue de vuelta a la habitación, para buscar ropa y ducharse.

Puso "Coup d'Etat" y se metió en la ducha.

Le costó regular la temperatura, al principio, estaba quemándose tanto que terminó por ducharse con agua fría, que en verdad le sentó genial para la espalda.

Cogió un champú cualquiera, para el pelo, y no se demoró mucho más, saliendo de allí.

Habiendo escuchado poco más de tres canciones, comenzó a vestirse, sin salir del baño.