Jisung no se sorprendió al despertarse antes que Minho, ni si quiera había sonado la alarma del mayor y ya había acabado el sueño.
Pero sí que se sorprendió cuando se dió cuenta del cambio que habían hecho durante la noche, pues había terminado detrás del castaño, abrazándolo por la espalda.
Quitó sus brazos con sutileza y con cuidado dejó su habitación, yendo a la cocina.
Quería sorprender a Minho y prepararle el desayuno, pues él le había hecho la comida en numerosas ocasiones y, aunque no quería, no podía evitar pensar que le debía mucho.
Pero en cuanto abrió la nevera no encontró absolutamente nada, solo había unos pocos ingredientes que habían sobrado al preparar las dos comidas de ayer.
Estaba claro que al mayor se le olvidó el desayuno, cuando se fue a comprar algo de comida.
Pero entonces, Jisung recordó aquel paquete de galletas que le había cogido al otro, el día anterior.
Lo cogió pensando en que se lo iba a comer en el patio, pero no lo hizo gracias, o por culpa, de los cigarros de Changbin.
Así que, fue en busca de aquellas galletas y ya que estaba cogió también el móvil del castaño, para ser él quien le despertase y no la alarma.
Volvió a la cocina y dejó de la manera más bonita posible aquellas tristes galletas y una taza.
Y ya que estaba, se preparó también su desayuno, y más tarde, aprovechó para ducharse.
Completamente despistado, había olvidado coger algo de ropa para cambiarse tras la ducha.
Entonces, entró sigilosamente a su habitación y buscó, lo más rápido que pudo, algo que ponerse.
Pero sin poder evitarlo, se comenzó a oír una alarma a lo lejos, indicando el inicio del día de Minho.
El rubio se quedó bloqueado, con la toalla por la cintura, sin saber donde meterse, y oyendo al contrario empezando a moverse, detrás suyo, despertándose.
-Hmm...
Gruñó el mayor.
-Que bien tienes la espalda, Sungie.
Dijo con voz rasposa.
Jisung estaba todo rojo, aún mirando el armario, sin valor para girarse.
-¿S-sí?
Preguntó el más pequeño, poniéndose de perfil.
-Hmm... ¿Aún te duele?
Preguntó el castaño, asintiendo.
-Un p-poco...
Consiguió hablar el menor, cogiendo algo de ropa.
Y tapándose el pecho con lo que había cogido, salió nerviosísimo de allí, volviendo al baño.
Una vez fuera, se encontró a Minho, de pie, esperándolo.
-Ay...
Dijo el mayor, abriendo los brazos.
-Qué.
Preguntó el rubio, acercándose a él.
Se dejó abrazar por el contrario y se lo quedó mirando de cerca.
-¿Qué pasa?
Volvió a hablar el más pequeño, ante el silencio del otro.
-Nada... Que... Vaya buenos días me has dado.
Rió el castaño, besándolo después.
-Imbécil.
Dijo Jisung, riendo también.
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minsung // minho y jisung skz
Teen FictionJisung es nuevo en Seúl y por tanto también en el instituto. Ahí conoce a un grupo de chicos con el que tiene bastantes cosas en común, y hay uno de ellos en específico que le llama más la atención.