Se quedó mirando el techo de su habitación unos segundos.
Pensando en si de verdad Minho quería que fuese o si era porque estaba emporrado o bebido o a saber el qué.
Pero de todas formas prefería ir a quedarse en su casa.
Ya era un experto en eso de escaparse por la ventana.
Le dolía no despedirse del perro pero no iba a arriesgarse a que su padre lo viese salir cuando ni siquiera lo había visto ni oído entrar.
Prefería no seguir existiendo para él.
Cogió una mochila pequeña y metió su móvil, las llaves y la cartera.
Dió un salto con confianza y terminó en el suelo de rodillas.
Se hizo unos pequeños rasguños en los puños de las manos, raspándose los nudillos y haciendo más grande el agujero que tenía en el pantalón a la altura de la rodilla, pues ese hábito de saltar por las ventanas ya lo llevaba arrastrando desde hacía años.
Comenzó a caminar y cogió la bici escondida tras un carrerrón, se subió a ella y con los auriculares se puso su música mientras miraba los alrededores.
Había intentado memorizar el mapa, pero no sé acordaba mucho, y las calles tan poco iluminadas no ayudaban.
Cuando ya llevaba media hora dando vueltas, decidió bajar de la bici y buscar de nuevo el mapa para llegar ya al sitio a pie.
Tampoco se había ido muy lejos, de hecho, lo había hecho bien, solo le faltaban dos calles hasta llegar a la casa de Hyunjin.
Siguió a pie, arrastrando la bici a uno de sus lados y mirando el móvil de vez en cuando para confirmar que seguía en la dirección correcta.
Se asustó al ver en la oscuridad a un chico que parecía dormir en un portal, ya acercándose a donde se suponía que estaba la casa.
Se acercó pensando en que ese era el portal y que seguramente el chico sería Minho.
No lo creía cierto cuando estuvo ya cerca del mayor y lo pudo ver apoyado sobre el marco de la puerta, con la boca entre abierta y los ojos cerrados, completamente dormido.
No sabía cómo despertarlo, cómo sacarlo de aquel sueño e interrumpir en aquel ambiente que había creado él solo.
Se le veía tan bonito y tranquilo ahí sentado que le parecía mal estar pensando en lo guapo que era Minho.
Decidiéndose por fin, se acercó, agachándose delante suya, y con uno de los brazos tocó sutilmente uno de los hombros del otro.
Minho cerró la boca casi como un actoreflejo, pero siguió inmóvil con el resto del cuerpo.
-Minho...
Susurró bajito el rubio acercándose más a él, tocando una de sus mejillas.
Su piel era suave y lucía un moreno bonito iluminado sutilmente por aquella farola, de manera vaga.
Sin darse cuenta, el mayor comenzó a parpadear, intentado abrir los ojos y a enfocar la vista.
Jisung estaba plantado cerca suya casi a un palmo de su nariz.
-Hostia...
Dijo de seguida el mayor en cuanto se dió cuenta de que se había quedado dormido ahí fuera.
-Buah... No tendrías que haber venido, lo siento mucho...
Volvió a hablar mirando a los ojos del otro.

ESTÁS LEYENDO
minsung // minho y jisung skz
Ficção AdolescenteJisung es nuevo en Seúl y por tanto también en el instituto. Ahí conoce a un grupo de chicos con el que tiene bastantes cosas en común, y hay uno de ellos en específico que le llama más la atención.