Sungie...

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Nada más salir de aquella habitación, Minho metió la mano que tenía cogida del otro en su bolsillo, para disimularlo un poco. Siguieron caminando y salieron del restaurante.

-Eh, eh.

Lo paró Jisung después de caminar unos segundos.

-Mi bici.

Volvió a hablar el rubio en cuanto el otro se paró delante suyo.

-¿Qué?

Preguntó el mayor mirándolo de frente.

-Que tengo que coger mi bici.

Dijo el más pequeño acercándose más al contrario, sin querer alzar la voz en medio de la calle.

-No vas a coger la bici, Sungie. ¿Qué quieres desmayarte o qué?

Habló el castaño manteniéndole la mirada, de muy cerca.

-¿Por qué?

Siguió preguntando el menor, haciendo un pequeño puchero sin darse cuenta.

-Por Dios... Tres días sin dormir ¿Y sin comer?

Minho preguntó serio.

-Vale...

Se acabó rindiendo Jisung bajando la mirada.

-Tranquilo, no te la van a robar, Sungie.

Habló el castaño apretando un poco la mano que tenía cogida del otro para que levantara la vista de nuevo.

-Y... ¿Si la llevas tú?

Insistió de nuevo el más pequeño, dejando ver otro puchero.

El mayor sonrió un poco enseñando parte de sus dientes.

-No sé ir en bici...

Terminó de decir, haciendo que el otro riese también.

-¿Qué?

Rió el rubio casi pegando su nariz a la del contrario.

-Vale...

Empezó diciendo el menor, volviendo a dirigir su mirada a los ojos de Minho.

-Pero mañana me acompañas a buscarla.

Terminó de hablar, aún con una pequeña sonrisa.

-Sí... Vamos... Ahora cogemos el bus.

El mayor habló después de quedárselo mirando unos segundos y siguieron caminando.

Fueron hasta la parada del bus y esperaron a que llegara el suyo.

En unos diez minutos, ya tenían delante el bus al cual se tenían que subir para llegar hasta la casa del castaño.

Estaba lleno de gente y no tenían ningún sitio en el que poder sentarse.

Se tuvieron que soltar las manos, Jisung sacó la suya del bolsillo del mayor para agarrarse cuando el bus comenzó su camino.

Al igual que hizo Minho, sujetándose de la misma barra que el contrario, al cual tenía parado delante, muy cerca, con toda la gente a su alrededor empujándolos.

-Es un rato largo, eh.

Habló el castaño como si el otro no lo supiera.

-Ya.

Respondió el más pequeño asintiendo.

-Toma.

Dijo el mayor sacando unos auriculares de la riñonera que llevaba a todas partes.

minsung // minho y jisung skzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora