De corazones y auditorias [Naruhina]

Alianza Estratégica

Gritos, llanto y... sangre. Todo a mi alrededor, el miedo me invadía. Estaba ahí de nuevo, no quería volver nunca. Un golpe y otro y otro más, la puerta no resistiría mucho tiempo. Abrazaba a mis hermanas contra mi cuerpo cubriendo sus oídos mientras lloraban con los ojos cerrados con fuerza, esperando que nada de eso estuviese sucediendo. Una fuerte patada abrió la puerta y yo mis ojos.

Respire jadeante. La pesadilla era constante pero siempre me afectaba como la primera vez.

- Otra vez - Suspiré mientras me incorporaba en la cama lentamente, marcaban las 5:11am. Aún con la espantosa pesadilla en mi cabeza me levante y camine hacía la cocina con intención de distraerme. No esperaba ver a nadie menos al novio de mi amiga en bóxer - ¿Sasori? – Se giró apenas escucho su nombre y me dedico una sonrisa confiada, no me agradaba.

- Lo siento preciosa, volveré a la habitación- Me guiño un ojo arrogante y camino a paso despreocupando burlándose de mi expresión de odio hacía él. Ahora era definitivo, necesitaba un apartamento para mi sola.

Lo observe hasta cerrar la puerta para asegurarme, entonces mire a la cocina, era un desastre asqueroso, no tocaría nada así que opté por servirme un vaso con agua. Sakura decidió traer a su novio así que ella se haría cargo del desastre, reflexione mientras volvía a mi cuarto y lo cerraba con llave por instinto.

Tome del vaso con agua y mi garganta seca lo agradeció. Mi vista se concentró en la cama, no volvería a dormir, lo sabía, lo intente antes, y esta vez no tenía posibilidad de ir a la oficina temprano, no me agradaba no estar enterada de los tratos que había hecho Sakura sin consultarme.

Pasé mis dedos entre las hebras de mi cabello negro y liso, aún estaba algo enmarañado; finalmente lo recogí alto con una liga para sacarlo de mi cara y concentrarme en lo único que podía hacer, investigar a la dichosa empresa con cuyos dirigentes tendríamos una reunión hoy a las 11am.

Pronto encontré varios artículos, el crecimiento empresarial era similar a nuestro, llevaban 10 años en el mercado y competían con empresas que llevaban generaciones, nosotros teníamos 5 años en el mercado con resultados bastante similares; otros artículos eran bastante insistentes en buscar el origen del éxito de la empresa que aunque recordaba el nombre me era imposible pronunciarlo, la respuesta que daban a los medios siempre era la misma "Los hombres son simples, solo hay que darles lo que quieren y no hacer un lío de eso".

Me burle de eso, los hombres no eran simples y no siempre te dejaban en paz cuando les dabas lo que querian.

Pronto me encontré varios artículos sobre el tipo que me llamo,Naruto Uzumaki, y aunque no quería leerlos, la curiosidad pudo conmigo; los titulares eran algo mordaces "El peor jefe y el mejor amante" "Un mujeriego mordaz en la cima de los negocios" "El hombre de hielo" involuntariamente hice una mueca recordando cómo me llamo Sakura el día anterior, no quise seguir leyendo; había sido más que suficiente.

Mire la hora 7:24am, aún era muy temprano. Me quedé unos instantes reparando su fotografía en uno de los artículos, no sonreía, mantenía una postura firme y una actitud determinada, era imponente con su cabello rubio claro despeinado dejando escapar un rizo sobre su frente; pronto me encontré examinando su rostro, su mandíbula era firme y masculina, si era sincera conmigo misma  era un  hombre  atractivo nada desagradable a la vista; entonces me fije en los ojos, no eran iguales, eso me sorprendió; el izquierdo era de un azul claro como el cielo y el derecho azul intenso como el mar. Era un rasgo distintivo y poco común.

Tome un fuerte respiro cerrando la pestaña de búsqueda, tendría que trabajar con ese tipo particularmente atractivo, me regañé a mí misma por el nerviosismo y la ansiedad que me embriagaba, no era la primera vez en un trato con hombres de negocios, pero ciertamente era la primera vez con un hombre joven, exitoso y que tenía capacidad para alterarme solo con una llamada.