El sueño me alcanzo a altas horas de la noche y ya que no tenía que madrugar no programe ninguna alarma, con Hime y Hanabi en la casa era más que suficiente. Los golpes en la puerta me lo comprobaban, era hora de levantarme y hacer el desayuno juntas. No esperaba para nada lo que vi al otro lado de la puerta, era una buena sorpresa. Ambas me sonreían encantadas por mi reacción.
- Fue hace 2 semanas, pero no estábamos aquí. Así que queríamos hacer tú favorito - Comentó Hanabi, llamando mi atención sobre el pastel de chocolate y cerezas que ambas sostenían.
- Felices 26 años, Hinata– Dijo Hime.
En realidad no era mi fecha de cumpleaños pero luego que nuestras vidas cambiaran, dejando atrás el apellido Hyuga y todo lo que este significada todas escogimos nuevas fechas de cumpleaños y comenzamos a usar el apellido de nuestra abuela, Otsutsuki con la única condición de conservar nuestros nombres y así lo hicimos. Intentábamos cada día dejar el pasado atrás donde se encontraba, y continuar con nuestra nueva vida.
Pronto las lágrimas se hicieron incontenibles, soltaron el pastel sobre la mesa del comedor y se abalanzaron sobre mí, un abrazo de 3 hermanas que inicio en llanto y termino en risas. Los años anteriores, nos habían privado de ese tipo de celebraciones. Eran días oscuros en nuestras memorias.
El impacto emocional lo acompañamos de pastel, era grande, nos duraría suficiente, pasamos la mañana poniéndonos al día sobre nuestras vidas. Hime era pediatra, así que mencionaba constantemente sus métodos para evitar el miedo a los hospitales en los niños, además de las herramientas médicas aterradoras. Hanabi por otro lado también se dedicaba al cuidado de la salud, pero en animales. Como veterinaria estaba enamorada de todos los animales y nos recalcaba lo tiernos e inocentes que eran; sobra decir que tenía casi demasiadas mascotas, 2 gatos, 1 perro, 4 hámsters, 2 tortugas y 1 conejo.
- Estoy pensando en adoptar una mascota, para cuando me mude – Hanabi explotó.
- Dios santo ¡Sí! Puedo decir exactamente que necesitas. Un perro, en específico ¡Un Malamute! Justo después de ver algunos muebles para tu nueva casa, llamaré a un amigo que vive cerca y tiene un criadero de varias razas. Haré una cita con él para mañana temprano ¡Vas a amarlo! – Mi hermana desapareció en su habitación, mientras me dejaba de una pieza mirando a Hime demasiado asombrada para hablar ¿Qué clase de perro es un Malamute? Ni idea.
- Mencionaste una mascota. Eso fue lo que pasó. Yo reaccionaría igual si me dieras un sobrino, con el cuidado de su salud – En cuanto el comentario salió de su boca se arrepintió. Mi ánimo se tornó sombrío.
- Eso no pasará – La pesadez en mi pecho creció y respire profundo para intentar disiparla.
- Eso no lo sabes – Necesitaba dar por terminada la conversación.
- No quiero saberlo nunca – Cerré los ojos por un instante retomando el control – Será mejor organizarnos para salir, veremos a Sakura en el almuerzo y después iremos por muebles y mañana las fotos. Tenemos un día ocupado – Dije esperando dar por terminada la conversación y caminando hacía mi cuarto. Antes de entrar escuche la disculpa de Hime.
- No quise lastimarte hermana – No tenía que decirlo, pero era bueno escucharlo. Sonreí dejando de lado un poco del dolor.
- Lo sé. Está bien. Hoy es un buen día, concentrémonos en eso – Dije mientras entraba al solitario aire de mi habitación.
Cerré mis ojos y solté todo el aire que no sabía estaba reteniendo. Las familias son complejas, y aunque la nuestra contaba con pocos integrantes no dejaba de serlo, no siempre tomamos las mejores decisiones y por hacer lo que consideramos correcto, llegamos a tener consecuencias totalmente alejadas de nuestras intenciones iniciales.
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De corazones y auditorias [Naruhina]
FanficHinata solo tenía amor en su corazón para dos personas, sus hermanas; no tenía espacio para los hombres en su vida y se aseguro de mantenerlos lejos hasta niveles casi alarmantes. ¿Que pasara cuando se tope con alguien a quien no podrá evitar ni ap...