De corazones y auditorias [Naruhina]

Todos estamos rotos

Hacía semanas que Sakura volvió a beber, comenzó poco después de mudarme. Me contó todo en el desayuno, su excusa era que se sentía sola, el licor la ayudaba a dormir y como tenía la especialidad de evadir la resaca o más bien ignorarla efectivamente decía que no afectaba su trabajo sino que incluso le ayudaba a sobrellevarlo.

- No puedes hacer eso otra vez – Mantuve mi voz firme para hacerme escuchar – No puedes ignorar tu adicción ni justificarla solo porque no es ilegal emborracharse, Sakura– Ella se enojó.

- No eres quien para decirme que hacer Hinata – Se levantó de la mesa de desayuno con brusquedad – No eres mi madre.

- No lo soy – Le di la razón – Pero date cuenta que esto que te haces es muy malo. No te estoy regañando y tampoco puedo evitar que sigas bebiendo hasta desmayarte cada noche – También me levanté – Pero hay una cosa que si se. Amas tu trabajo tanto como yo y esa adicción es un impedimento, ya hemos pasado por esto – Esperaba que reaccionará pero no fue como pensé que sería.

- ¿Y qué me dices de tu presencia fantasma en la empresa? ¡¿Qué crees que significa para Nucifera Loto tus ausencias en las reuniones ejecutivas cada vez que no te presentas y yo debo llamarte como pidiendo tu permiso?! ¡¿Qué pasara con todo lo que hemos construido si no puedes trabajar de cerca con ningún hombre?! – Estaba bastante fuera de si - ¿Qué pasará con el proyecto de la línea Unisex una vez que la competencia termine? – Bien, tenía un punto – Gane quien gane la alianza se llevara a cabo, eso significa que los desarrolladores de proyectos tendrán que trabajar muy juntos en eso. Tú y Naruto¿Crees que podrás hacerlo? – Si ella supiera...

- Puedo hacerlo – Respondí sin inmutarme. Sakura abrió los ojos, sorprendida por mi determinación y honestidad.

- Si tú haces eso yo dejaré de beber – Para eso aún faltaban unos meses, que alguna empresa ganara y la creación de la línea unisex podría llevarse de 6 meses a 1 año.

- Elige algo a corto plazo – No podía creer que estuviera negociando estos temas con mi mejor amiga como si fuera una reunión.

- Bien que tal... – Se llevó el dedo índice al mentón pensando en una idea – Debes admitir que te gusta y...- No la dejé terminar

- Oh por favor – Negué enfáticamente.

- Y – Recalcó – Decírselo.

 Terminó con una sonrisa triunfal.

- ¡¿Qué cosa?! No puedo hacer algo así Sakura– Me quejé. Eso era ponerme en evidencia.

- Claro que puedes es un trato justo – Hielo le ladraba a las aves que se observaban por la ventana.

- Ni siquiera puedo admitírmelo a mí misma – Me quejé. Era algo muy injusto y exigente. – Puedo contarte mi más reciente secreto y llevarte a un lugar maravilloso – Intente cambiar sus términos, ella no parecía escuchar. - ¿Y si te contara que ayer paso algo conmigo y Naruto? – Eso llamó su atención.

- Ummm – Lo meditó falsamente, solo por torturarme.

- Por favor  – Presione sin dar detalles.

- Me tienes – Me alargo su mano como para sellar el acuerdo – Es un trato – Accedió a escucharme.

Le conté todo. Solo esperaba que Sakura mantuviera su palabra, confiar era lo que podía hacer. Intente ser vaga en la intensidad de los besos que nos dimos pero recordar el momento me hacía imposible ocultar mis emociones al respecto. Sakura permanecía atenta escuchándome, demasiado feliz en mi opinión. Insistió bastante en que le explicara cómo me sentí en cada momento de la noche a su lado lo cual era un poco vergonzoso para mí.