Real

151 18 4
                                    

Shouse - Love tonight

Los días pasaron rápidamente, me tomo por sorpresa la facilidad de las cosas cotidianas, cosas a las que yo misma me había puesto limitaciones, me sentía mejor y más abierta a las personas a mi alrededor, de alguna forma ya no me sentía tan extraña, la felicidad ya no parecía algo que solo podía conseguir viendo felices a mis hermanas, aún estaba feliz por ellas y lo que habían logrado, pero ya no se sentía como la única fuente; ahora la felicidad podía brotar de mí también.

No encontraba una manera de expresarlo adecuadamente, lo más cercano era como si al fin me encontraba cómoda conmigo misma, con el mundo, había dejado de hacer planes y seguir rutinas estrictas, no por completo, pero ahora era más flexible, el trabajo me seguía apasionando sin embargo ya no se sentía como algo de vida o muerte.

Mi vida se había ralentizado y para bien, había olvidado lo que era apreciar las cosas simples, como una comida en buena compañía, sin estar demasiado atareada como para disfrutar de los sabores.

- Creo que amo las cerezas – Naruto solo me dio una mirada de confusión - Nunca las había probado - Mi explicación fue lo bastante sorpresiva como para hacer que se atragantara un poco.

- Mientes – Me señalo con el tenedor - Negué con la cabeza – Hay cerezas en casi todo postre, es el principio o el final perfecto, el mejor y más delicioso adorno.

- Tal vez las comí, solo no recuerdo haberlo hecho...

No me pidió explicación, creo que me entendía mejor ahora, tal vez mejor que Sakura, era raro y aún me sentía incomoda a veces por eso.

¿Durante cuánto tiempo viví en piloto automático?

Solo haciendo lo que se supone que debía y tenía que hacer.

¿Hice algo alguna vez solo para disfrutarlo?

- ¿Qué sucede? - Naruto había notado mi cambio de actitud - ¿Te arrepentiste del viaje de fin de semana?

- No, no es eso – sus ojos rogaban por una mejor respuesta – Yo, creo que hace mucho no disfrutaba nada para mí misma.

- Tal vez el viaje a casa de mis padres no sea mucho para disfrutar - Bromeó - Tal vez deba cambiar algo los planes.

- En realidad... - Lo pensé, explicar mis sentimientos era difícil, algunas cosas más que otras – me gustaría conocer a tus padres, me da...seguridad.

- ¿Seguridad? ¿En serio? - Tenía una sonrisa creciendo a mi costa – Vaya elección de palabras señorita.

- ¡Naruto! - Mi queja no hizo otra cosa que agrandar su sonrisa.

- Esto es real, Hinata– Su mirada se volvió seria, pero la sonrisa no se fue solo se atenuó - Estamos juntos, somos una pareja, presentarte a mis padres es solo una formalidad y es porque seriamente quieren conocerte como mi novia.

- Ya conozco a tu madre – Era una mujer difícil de olvidar.

- Lo sé, pero ahora eres mi novia, es diferente según ella y mi padre bueno, es curioso y hasta ahora solo sabe de ti lo que mi madre le ha contado y eso no apaciguara su curiosidad ni un poco, todo lo contrario.

Bien, había pensado las cosas como escena de una película, poca conversación vana y feliz, sencillo, algo controlable; lo que Naruto acababa de decir acababa con mis ideales mentales, por supuesto que tendría un suegro curioso, querían saber de mí y me harían preguntas para las que probablemente no estaba preparada para responder y no era su culpa, su hijo tenía una imagen pública, se suponía que yo tenía un trabajo similar al suyo y mi imagen también debería ser pública pero no, yo no la tenía porque la había evitado, había pagado por el silencio de los medios en lo que a mi respectaba.

- ¿Qué se supone que diga? ¿Tú les has dicho algo de lo que te conté? - El nerviosismo era fácilmente identificable en las preguntas hechas con rapidez. Naruto tomó mi rostro, el enfoque ayudo.

- No he dicho nada está bien, puedes decirles lo que quieras y si no quieres hablar de algo estará bien, créeme, la casa es cerca de las cataratas del Niagara, te llevare allí después de la cena.

- Lo siento, sé que querías ir a Saskatchewan.

- Tendremos más oportunidades para ir a donde queramos.

La compresión de Naruto aún me sorprendía a veces, era como tener algo demasiado bueno para ser real, era el peligro de tener algo bueno el miedo a perderlo siempre era una posibilidad.

- Nos comimos el postre antes de la comida – Trate de aligerar la conversación.

- Querrás decir con que tú te lo comiste y yo tuve que luchar por dos cucharadas – Le dediqué una sonrisa dulce que dejaba ver lo nada arrepentida que estaba por eso.

- Me alegra que tengas un diente dulce - desvió su mirada a la cocina – Creo que la lasaña ya está lista y esta vez podremos comerla y no tirarla a la basura.

Mientras Naruto iba a la cocina yo me acerqué a la ventana, ya estaba oscuro así que las luces artificiales brillaban con fuerza, iba a quedarme a dormir con él esta noche, no se lo había dicho aún por si perdía la valentía de hacerlo, me mordí el labio, quería quedarme, pero no estaba segura de como imponer límites, tomé aire enfocándome en las palabras que me había dicho Sakura, tienes que decirle él no puede leer tu mente, pero hacerlo estaba en un nuevo nivel de valentía que nunca había necesitado.

La lasaña quedo deliciosa y el solo entusiasmo de Naruto por cocinar algo comestible me relajo lo suficiente para simplemente disfrutar de la comida y la compañía de mi novio, solo hablando un poco de todo, haciéndome sonreír y buscando excusas para besarme cada vez que podía, el tiempo se fue rápido y la alegría se mantuvo al menos hasta que Naruto se fijó en la hora.

- Creo que es hora de llevarte a casa - Trató de ocultar su decepción con una sonrisa que había comenzado a amar.

- En realidad - Volvió a mi lado en cuanto vio que no tenía intención de levantarme - ¿Podría quedarme hoy?

- ¿Y en donde dormirías? - No sabía decir si estaba tratando de no asustarme e ir despacio o estaba asustado y sorprendido.

- Contigo si es que quieres – Desvié mi mirada al sofá, tratando de evadir un poco la pregunta – o podría acomodarme aquí, no necesito mucho espacio – Me tomó por la cintura sorprendiéndome, sentándome en sus piernas, logrando que nos miráramos directamente.

- Di que quieres quedarte a dormir conmigo – La inseguridad en él era casi como un reflejo de mi inseguridad.

- Quiero quedarme a dormir contigo – La facilidad con la que las palabras salieron de mi boca nos sorprendieron a ambos.

- Pero, hay un, pero – Naruto esperaba que terminara de hablar.

- Con límites - Me sonrojé.

- ¿Cuál es el límite? - Se notaba que trataba de seguir la idea, pero podía ver que se estaba refrenando.

- Justo donde están tus manos – Me estaba sosteniendo justo donde terminaban mis costillas, el captó con rapidez, pero no se enfocó en lo que le estaba prohibiendo sino a lo que le estaba dando acceso – y ambos usando ropa – No había olvidado lo que me había dicho antes, definitivamente no iba a dormir desnudo conmigo, al menos no por el momento.

- ¿Y? - Arqueé una ceja a manera de interrogación - ¿Eso es todo? ¿Me estás dando pasé libre hacía arriba? - Movió sus manos un poco hacia arriba, su mirada fija en mis senos, pensé por un momento decir no, pero si era sincera conmigo misma Naruto había sido demasiado paciente conmigo, no me había presionado y podía ver lo mucho que se contenía para ir a mi ritmo, aún más importante estaba emocionada por aceptar y lo que significaba.

- Si – No pasó más de un segundo en el que había aceptado cuando él ya estaba besándome con intensidad.

Durante todo el día había creído que me arrepentiría de esto, no pude haber estado más equivocada, yo quería esto y me refrenaba a mí misma por mis miedos, a veces me molestaba porque era algo de lo que aún no tenía el control, pero a medida que Naruto profundizaba el beso y movía sus manos lentamente me alegre que él no se resintiera conmigo por poner límites que probablemente nunca había tenido con nadie más. Me daba esperanza, me convencía que esta era mi realidad, una nueva, una mejor. 

De corazones y auditorias [Naruhina]Where stories live. Discover now