PROHIBIDO ENAMORARSE - FINN WOLFHARD

PROMESA

POV Finn:

Estaba nervioso, no sabia cual seria la reacción de _____ al leer la nota que le había dejado en uno de los bolsillos de su casaca hace unas horas.

No era bueno escribiendo cartas de amor, mucho menos recitandolas. Pero esta chica me traía tan loco que hasta le escribiría un libro completo únicamente lleno de los sentimientos que tenía hacia ella.

Hoy se realizaría la fiesta que estuve planeando todo este mes. Hoy era el cumpleaños de ______ .

Trate de despertar lo mas temprano posible, pues tenía preparado una sorpresa.

Salí de casa lo mas rápido que pude, para luego enviarle un mensaje a ______ deseándole un bonito cumpleaños.

POV _____:

No era fanatica de mis cumpleaños, y no estaba tan ilusionada que digamos. Pues la mayoría de ellos, los pasaba en casa, viendo películas o leyendo algún libro, normalmente trataba de que ese día solo fuera como cualquier otro día cotidiano, en mi aburrida vida.

Había despertado un poco mas temprano de lo habitual ya que empezaba a escuchar ruidos extraños en la cocina que no me dejaban dormir.

Baje cautelosamente, y trate de averiguar que era lo que ocasionaba ese extraño ruido.

Afortunadamente, no era ningún tipo de ladrón armado, o alguna fan loca, pues a mí parecer no había nadie en la cocina.

Decidí buscar algo de comida en el refrigerador, ya que moría de hambre.

Minutos después, sentí unas manos rodear mi cintura.

Entre en pánico, quizá sería un ladron y quizá quería matarme y robar mis órganos para luego venderlos. Ya empezaba a imaginarme las peores cosas.

Estaba a punto de gritar cuando una mano se encargo en taparme la boca.

- hey, tranquila, soy yo, Finn - dijo una voz bastante familiar.

Solté todo el aire que estaba, conteniendo.

- casi me matas de un susto - dije molesta.

- no te molestes conmigo - dijo dandome pequeños besos en el cuello - feliz cumpleaños, hermosa - mencionó antes de darme un beso en los labios.

- tus labios son mi perdición - dijo al momento de separarnos

- tu eres mi perdición - dije

Me miro con una sonrisa tallada en los labios, y luego me dió un fuerte abrazo.

- nunca me dejes - mencionó en casi un susurro

- nunca lo haré- dije

- ¿lo prometes? - pregunto

- lo prometo - afirmé

Y así fue como realizamos una promesa de la cual ninguno de los dos estaba seguro de cumplir.

La mañana se pasó tan rapido que sin darnos cuenta faltaban menos de 2 horas para que la fiesta empezase.

Una de mis mejores amigas había venido desde muy lejos sólo para asistir a mi cumpleaños, y pues ahora mismo las dos nos encontramos averiguando como se usaban ciertos elementos del maquillaje, ya que las dos no teníamos la menor idea sobre esas cosas.

Afortunadamente llego una estilista la cual era experta en estos temas y que mis padres habían contratado para esta ocasión.

Eran ya casi las 6:00 de la tarde y se suponía que ya debería estar ahí, pero por ciertas cosas de la vida, llegaría a las 7:00.